Salvo Sheldon Cooper, todo el mundo coincide que Windows Vista es el peor sistema operativo lanzado por Microsoft. El sistema operativo Windows 11 no despega y la verdad, parece bastante difícil que eso pase y más tras la última liada. Microsoft ha parado la actualización Windows 11 22H2 porque está generando problemas de rendimiento en juegos.
Cuando Microsoft anuncio el sistema operativo Windows 11, las reacciones no fueron positivas. Una de las principales quejas era la cantidad, muy limitada, de procesadores teóricamente compatibles. El problema estaría en que este sistema operativo habría sido desarrollado más pensando en los Intel Core 12, que combinan núcleos de potencia y núcleos de eficiencia.
Windows 11, la mayor chapuza de Microsoft
Recientemente Microsoft ha liberado la actualización Windows 11 22H2, la cual ha paralizado. Parece ser que esta actualización, que venía para mejorar el rendimiento en juegos, está haciendo justamente lo contrario. Esto está generando una ola importante de críticas en redes sociales a la compañía.
Según indica la compañía, el problema estaría precisamente en la tarjeta gráfica. Al parecer, se queda habilitada la depuración de la GPU después de enviar la ejecución del software. Esto se podría solucionar con una actualización de los juegos que se ven afectados por esta reducción de rendimiento tras actualizar la gran actualización de Windows 11. Por suerte, no genera problemas en el disco duro en Windows 11.
Ahora falta que los desarrolladores de los juegos desactiven la depuración de la GPU tras una actualización. Pero esta es una solución a corto plazo, la solución a largo plazo la debería poner Microsoft.
No es el único problema que ha presentado la gran actualización de Windows 11. La compañía recientemente ha parado la actualización por otros motivos, como un problema de acceso limitado a la configuración de la impresora. Hemos visto fallos con Windows Hello, problemas en SMB y una larga lista de problemas, que es bochornosa.
Debemos tener en cuenta que Windows 11 22H2 se empezó a distribuir el pasado 4 de octubre. Más de un mes después siguen apareciendo importantes problemas de funcionamiento de este sistema operativo. Es bastante lamentable que esto siga pasando y que estén creando soluciones improvisadas a medida que van surgiendo los fallos.
El origen: cambios en las verificaciones de las actualizaciones
Todo esto tiene su origen en los cambios realizados por parte de Microsoft para verificar las actualizaciones. Hace algunos años se pasó de un grupo de máquinas físicas diferentes para verificar las actualizaciones por sistemas virtuales. Además, se introdujo el programa Insiders, que llevaba el peso del trabajo de verificar las actualizaciones a los usuarios.
El programa Insiders es inútil, ya que los miembros reportan los problemas, que Microsoft obvia. Son muchos los casos de miembros de este programa que han dicho haber detectado el problema, haberlo reportado y que luego estaba presente en la versión final de la actualización.
No es que el sistema anterior fuera perfecto, ni mucho menos, pero al menos, parecía mejor. La verdad es que el sistema Insiders tampoco es una mala idea, ya que se podrían detectar otros problemas de manera más rápida y corregirse antes de lanzarse la actualización. Pero la realidad es que Microsoft suda de todo y lanza las actualizaciones defectuosas a sabiendas.
Por esto mismo son cada vez más los usuarios que han desactivado las actualizaciones automáticas. Es bueno esperar tiempo para actualizar Windows, ya que no hay actualización que funcione correctamente.