Si hay algo que esté esperando cualquier usuario que quiera hacerse con un AMD Ryzen 3000 o Ryzen 4000 son las placas base B550 de los principales fabricantes. Tras el sabido atraso de llegada a las tiendas muchos se están temiendo lo peor, ya que todo parecía encarrilado, pero ni siquiera están listadas a fecha de hoy en las tiendas. ¿Se deben los atrasos a un problema logístico o a un problema con los precios y el stock?
Como cualquier plataforma de gama media y desde hace al menos 20 años, el precio de las placas base va a ser el principal indicativo de compra para un usuario. El chipset X570 ha traído consigo un aumento de precio y de temperatura realmente criticable, por no hablar de su casi necesaria refrigeración activa, pero B550 llegaba como el caballo de batalla salvador para AMD en un mercado que actualmente domina en ventas.
Las comparaciones son odiosas, ¿merece la pena una placa B550?
AMD es menos restrictiva en cuanto a opciones entre chipsets y procesadores que Intel y eso es muy de agradecer, pero en cuanto a precios de las placas base poco tiene que hacer. Ahí los fabricantes mandan y diseñan cada producto pensando en un nicho de mercado distinto. Pero al parecer, se da la casuística de que el salto de precio entre B550 y X570 puede ser realmente pequeño, hasta el punto de que algunos usuarios terminasen optando por el segundo en vez del primero.
La tabla de precios de más arriba refleja todo lo que sabemos hasta ahora, no solo en B550, sino en X570 y los chipsets de la competencia. Esto nos proporciona una mirada más clara sobre lo que ofertarán los fabricantes sobre lo que hay en el mercado, y aunque faltan algunos precios (sobre todo de ASRock) podemos ver una tendencia muy clara en general sobre este chipset B550.
La gama media actual es la gama alta de hace años
Es una realidad, las placas base han subido mucho su precio, principalmente porque han mejorado mucho en calidad y prestaciones generales, pero también porque ahora tenemos la excusa de ser «gaming», portar LED, disipadores para M.2 y un sin fin de detalles que antes no existían.
Es la tónica general y lo será en el futuro visto lo visto. Podemos ver como una GIGABYTE B550M DS3H se eleva hasta los 94 euros, cuando es una placa enfocada a la gama de entrada pura y micro-ATX. La gama media dentro de este chipset se irá a un costo aproximado de entre 150 a 180 euros y la gama alta cerca de los 300 euros, siempre que se respete el cambio de divisa y sean precios con impuestos incluidos. En caso negativo los precios parecen bastante abusivos si tenemos en cuenta que por apenas unos euros más tenemos ya X570 disponible a misma gama.
Curiosamente, da la casualidad de que hay modelos de Intel con Z490 en el mismo rango de precios que las B550, donde el chipset B460 se muestra bastante más económico que el de gama media de AMD.
Bien es cierto que este último está algo limitado, pero el usuario medio que busca un PC gaming lo más barato posible, no quiere hacer overclock y pretende comprar un buen producto es probable que, si se confirman los precios, termine mirando a Intel al mismo nivel que AMD, puesto que lo que nos podemos ahorrar en procesador podríamos tener que incluirlo en placa base y al ser más rápidos las CPUs Intel en gaming, AMD podría perder ciertas ventas que parecían muy encaminadas.