Durante la mayor parte del año pasado, los precios de la DRAM comenzaron a caer desde sus máximos anteriores y no se recuperaron hasta finales de año. Las compañías de almacenamiento como Samsung se vieron profundamente afectadas y su rendimiento de producción disminuyó, a pesar de que la memoria RAM y los SSD no han bajado notablemente de precio. ¿Qué está pasando en el mercado de almacenamiento?
En este momento, el precio de la memoria DRAM ha caído al punto más bajo de los últimos cinco meses y la tendencia es que siga bajando durante los próximos meses. Sin embargo, esta bajada de precio apenas se está viendo reflejada en el mercado de consumidor, y aunque los SSD y memoria RAM no tienen «mal» precio ahora mismo, no están bajando todo lo que deberían bajar para reflejar la situación del mercado de almacenamiento.
Por su parte, los analistas de mercado no parecen ponerse de acuerdo sobre la tendencia al respecto. Algunos dicen que la tendencia es que los productos sigan bajando y que, por lo tanto, podremos comprar SSDs y memorias RAM más baratos, pero la realidad es que los fabricantes no parecen muy dispuestos a que eso suceda.
El precio de los chips, toda una montaña rusa
Cierto es que en los últimos meses el precio de los chips de memoria RAM y SSD está en un vaivén constante, en el que tan pronto sube a máximos históricos como se pega un descalabro. Los analistas de mercado vaticinaron que el precio de estos chips subiría debido a la alta demanda que los nuevos productos como los teléfonos inteligentes con 5G generarían, pero la realidad es que ha seguido bajando y en este momento se encuentra en el precio mínimo de los últimos cinco meses.
Sin embargo, a juzgar por el rendimiento del primer semestre del presente año el mercado de almacenamiento no solo ha continuado aumentando, sino que su precio está en el nivel más bajo de los últimos cinco meses. Solo en el último mes los precios de los chips de memoria han bajado un 4%, una disminución que es contraria a las expectativas de los analistas, los cuales ya no saben ni qué vaticinar.
La caída de precio no se ve reflejada en RAM ni SSD
El problema es que el precio de la memoria RAM y de los SSDs (que al fin y al cabo ambos son productos de almacenamiento que dependen de la misma industria) no ha variado mucho en los últimos tiempos, y de hecho lleva aproximadamente un año con un precio muy estable que no ha tenido apenas variaciones.
Aquí podéis ver la evolución de los últimos 18 meses del precio de la memoria RAM (de media) DDR4 a 2133 Mhz.
En los SSDs pasa exactamente lo mismo, y de hecho si cabe lleva incluso más tiempo siendo muy estable. Como ejemplo, el precio medio de los SSD de 512 GB.
En este momento hay una gran incertidumbre en este segmento del mercado. Si los precios de los chips están cada vez más bajos, ¿por qué no se ve reflejado en el precio de venta de los productos? Generalmente siempre ha sido así y hemos llegado a ver grandes variaciones en los precios de venta de la memoria RAM y los SSD en función de cómo subía y bajaba el precio de los chips, pero en los últimos tiempos esto no está siendo así, hasta el punto de que, como mencionábamos antes, los analistas ya no saben ni qué predecir.
Es posible que los fabricantes estén aprovechando la coyuntura para obtener mayores beneficios, por supuesto, pero también es posible que se estén preparando para la alta demanda de chips que estaba prevista precisamente para estas fechas. Lo que está claro es que aunque se prevea que el precio vaya a seguir bajando, parece que no va a ser algo que termine impactando en el mercado de consumidor en forma de reducción de precio de la memoria RAM y los SSD.