Con toda la cantidad de componentes que debemos de alimentar para nuestro ordenador y periféricos, raro es el usuario que no tiene una regleta a la que conecta muchos de sus componentes. Esto, en sí, no es algo problemático, en realidad. Lo malo es cuando las regletas que usamos son de las baratas. Esto sí puede acabar siendo un problema para nosotros en ciertas circunstancias, y debería de ser evitado siempre que se pueda.
Una regleta es un dispositivo que nos permite conectar varios aparatos eléctricos a una única toma de corriente. Algo que, hoy en día, es muy necesario. Porque, tengamos en cuenta todo lo que, generalmente, necesitamos tener encendido de manera más o menos simultánea en nuestro cuarto:
- Ordenador personal
- Monitor (o monitores)
- Router
- Impresora
- Altavoces
- Cargador de móvil
Dado que, en casi ninguna casa, a no ser que se haya reformado, existen 6 o más enchufes individuales en una habitación, la mayoría de nosotros empleamos una regleta para concentrar la alimentación de estos dispositivos a un único enchufe. Y, si la regleta es medio buena, esto no tiene por qué representar un problema, ni para los dispositivos, ni para nosotros.
Pero, como ya todos supondréis, no todas las regletas se fabrican iguales. Y, de entre todas ellas, las que generalmente suelen salir peor paradas son las regletas que podemos comprar en las tiendas de chinos. Este tipo de regleta suele ser muy barata porque no suele incorporara ningún tipo de protección contra sobretensiones en la red. Y este tipo de protección es fundamental para proteger a nuestros componentes electrónicos.
¿Qué características ha de tener una buena regleta para dispositivos electrónicos?
Lo primero y fundamental que ha de tener una regleta es, como ya hemos dicho, protección contra sobretensiones. Esto es algo básico, especialmente si vivís en una zona donde el suministro eléctrico es precario. O si se suele ir la luz con una cierta frecuencia. Aunque las fuentes de alimentación de nuestros PC ya suelen incorporar este tipo de protección, es mejor que esta esté incluida en nuestra regleta. De esta manera, evitaremos que una subida de tensión en la línea eléctrica se lleva por delante nuestros componentes eléctricos. Y, como este tipo de protección suele ser un fusible, en caso de saltar este fusible, suele ser fácilmente reemplazable por nosotros.
También es necesario que el diámetro de los cables que use la regleta en su construcción, sean de buen diámetro. Esto se debe a que el rozamiento de los electrones por los cables de cobre que transmiten la corriente, suele provocar calor. Cuantas más tomas de corriente ocupadas tenga la regleta, más calor se va a generar en los cables. Y si el diámetro de estos no es el adecuado, siendo demasiado finos, se pueden calentar tanto como para que lleguen a fundirse y provocar un cortocircuito (y un posible incendio).
Hoy en día, algo básico que debe de tener una regleta, es salidas USB a las que conectar nuestros dispositivos que requieren dicho tipo de alimentación. Y si tienen uno de los puertos USB para carga rápida, mucho mejor.
También ha de tener un interruptor general que permita interrumpir la alimentación de todos los componentes a ella conectados, de manera simultánea. Esto nos puede evitar muchos problemas en caso de producirse un problema con la red eléctrica de nuestra casa.