Una nueva guerra comercial acaba de estallar en el sudeste de Asia. Por si no teníamos bastante con la presente guerra comercial que hay entre USA y China, dos países más han decidido iniciar la suya propia. No solo esto, sino que los daños colaterales van a ser mucho más extensos que los que genera la guerra entre USA y China. Y esto es así porque hablamos de un importante incremento en el precio de la memoria RAM y de la memoria NAND Flash muy por encima de los precios que tenían hace un año.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el productor de acero Nippon Steel de Japón se dedicó a empelar a ciudadanos de origen coreano como esclavos en sus fundiciones. A mediados del año pasado, un tribunal de Corea del Sur dictó un fallo por el que la compañía debería de pagar 87.700 dólares a cada uno de los cuatro únicos supervivientes de aquella odisea. Sin embargo, Japón se negó a este pago, aduciendo que éste ya se había llevado a cabo dentro del acuerdo de 1965, por el que ambos países volvieron a restablecer relaciones diplomáticas entre ellos. Y, a partir de ese momento, ambos países comenzaron una guerra comercial entre ellos.
El problema estriba ahora en que en Corea del Sur se afincan dos de los principales productores de memoria RAM del mundo: Samsung y SK Hynix. Entre los dos se aglutina el 70% de la producción de este tipo de memoria, y hasta un 40% de la producción de memoria NAND Flash.
Las máscaras foto protectoras solo se pueden comprar en Japón
Para producir las obleas donde se fabrican los chips de memoria se necesitan dos elementos de manera imprescindible: Fluoruro de hidrógeno y máscaras foto protectoras. El fluoruro de hidrógeno se puede comprar en otros mercados como el chino o el ruso. Pero las máscaras foto protectoras deben de tener un cierto grado de calidad para poder ser empleadas en las fábricas. Y este grado de calidad solo se puede encontrar en Japón, que aglutina el 92% de la producción mundial.
El problema con los dos componentes anteriores es que el fluoruro de hidrógeno es un gas extremadamente corrosivo y no se puede almacenar en grandes cantidades durante mucho tiempo. Mientras que las máscaras foto protectoras que se emplean para trasladar los planos a las obleas, se degradan con bastante rapidez a medida que pasa el tiempo. Y, por ello, tampoco se pueden almacenar en grandes cantidades durante mucho tiempo. Y si no que se lo digan a TSMC y el problema que tuvo en el mes de febrero de este año, que les obligaron a tirar obleas contaminadas por valor de 550 millones de dólares.
Todo esto junto crea la tormenta perfecta para los fabricantes coreanos. Y, dado la gran porción del pastel que ocupan estos fabricantes, a medida que desaparezca todo el exceso de inventario que hay ahora mismo en el mercado, el precio de la memoria RAM y NAND Flash comenzará a subir. De hecho, el gran beneficiado de esta situación será, al final, Micron que, al tener su producción localizada en USA, no se verá afectada por estas sanciones comerciales. Y verá como el precio de sus productos subirá a la par que el resto de productos del resto de fabricantes, dada la escasez global de ellos.