Qué tarjeta gráfica AMD o NVIDIA necesito para sacarle todo el provecho a un procesador Intel Core

A pesar que los procesadores Intel Core tienen un IPC superior al de los procesadores AMD Ryzen (aunque cada vez esa diferencia se va haciendo más pequeña), eso no quita que debamos de pensar bien qué tarjeta gráfica podemos montar en nuestro PC, cuando en su interior va uno de estos procesadores. Por ello, hemos decidido hacer esta guía, que os ayudará bastante a la hora de elegir vuestra nueva tarjeta gráfica, de manera que sea la más adecuada para el procesador que monta vuestro sistema.
El problema de montar una tarjeta gráfica mucho más potente de lo que es capaz nuestro procesador, estriba en el cuello de botella que se puede generar entre ambos componentes. O lo que es lo mismo: el procesador no será capaz de suministrar los suficientes datos a la gráfica, como para que esta pueda desarrollar todo su potencial. Lo cual, al final, es una pena, porque nos habremos gastado el dinero de manera absurda.
Por suerte, al ser los procesadores Intel Core más aptos para ser empleados en juegos que los AMD Ryzen, esto significa que podremos disponer de un mayor rango de opciones disponibles para cada segmento de precio y potencia. Con esto no queremos decir que los procesadores de AMD no tengan buen desempeño en los juegos. Solo que los modelos de Intel suelen rendir mejor en estas circunstancias.
Gráficas para los procesadores Intel Core
Como es habitual con nosotros, hemos decidido dividir nuestras recomendaciones en función de la categoría de los procesadores. A este respecto, nos vamos a centrar en los modelos Intel Core de las 8ª y 9ª Generación, que son los más actuales dentro del catálogo de Intel.
Gráficas para los Intel Core i3
Como gama baja de Intel, estos procesadores tienen en su interior cuatro núcleos y cuatro hilos de proceso. Justo el doble de lo que tenía generalmente esta gama con las anteriores generaciones, que se debían conformar con dos núcleos y cuatro hilos. Esta gama abarca desde el Intel Core i3-8100 hasta el Core i3-9350K, que es el único de la gama con capacidad para el overclock.
En base a lo anterior, estos procesadores se sentirán perfectamente a gusto con unas tarjetas gráficas AMD Radeon RX 560 o una NVIDIA GeForce GTX 1050 Ti. Incluso podrías emplear una NVIDIA GeForce GTX 1060 3G para los modelos más altos de la gama. Sin embargo, nunca deberéis de perder de vista el hecho de tener pocos núcleos en su interior.
Gráficas para los Intel Core i5
La gama media de Intel, desde la 8ª Generación Core, está compuesta por procesadores que llevan todos en su interior seis núcleos, pero sin HyperThreading. Esta subida de dos núcleos extra, les vino especialmente bien tras la llegada de los Ryzen 5 al mercado, haciéndolos más competitivos en los juegos que requieren más de cuatro hilos para poder ejecutarse con fluidez. Esta gama engloba los procesadores desde el Intel Core i5-8400 hasta el Intel Core i5-9600K que, de nuevo, es el único de la gama de la 9ª Generación, con capacidad para el overclock.
Los procesadores Core i5 de Intel son modelos bastante capaces, con lo que se sentirán bastante cómodos empleando gráficas de gama alta, como las AMD Radeon RX 580 o la NVIDIA GeForce GTX 1070 sin que se produzca ningún tipo de cuello de botella.
Gráficas para los Intel Core i7
Llegados a este punto, las cosas se hacen algo más complicadas. Esto se debe a que durante la 8º Generación Core, la gama i7 estaba formada por procesadores con seis núcleos y doce hilos, mientras que con la 9ª Generación Core, los i7 están formados por procesadores con ocho núcleos, pero sin el Hyper Threading activado. La realidad es que el rendimiento en juegos de ambos modelos de procesadores es muy similar. La gama abarca desde el Intel Core i7-8700 hasta el Intel Core i7-9700K.
Siendo procesadores bastante potentes, a estos modelos les podréis poner cualquier modelo de gráfica de gama alta que queráis, desde una AMD Radeon RX Vega 64, hasta una NVIDIA GeForce RTX 2080.
Gráficas para los Intel Core i9
Estos procesadores de Intel, de su gama de escritorio, tienen una composición interna formada por ocho núcleos, pero con el Hyper Threading activado, lo que da un total de 16 hilos de proceso. Esto significa que les podréis poner cualquier modelo de tarjeta gráfica sin que notéis ninguna pérdida de rendimiento. La gama de escritorio está compuesta por dos modelos de estos procesadores: el Intel Core i9-9900 y el Intel Core i9-9900K, que es el único con posibilidad para hacer overclock.
Por tanto, con estos procesadores podréis aprovechar al máximo el rendimiento de vuestra AMD Radeon VII o de vuestras NVIDIA GeForce RTX 2080 Ti.