ARM dice que sus próximos procesadores superarán a los de Intel en portátiles

Los portátiles con procesadores ARM no se han caracterizado por tener un rendimiento excepcional, destacando principalmente por su lentitud. Sin embargo, la compañía ha presentado las futuras especificaciones de sus nuevas arquitecturas de procesadores y los datos pueden asustar hasta a Intel.
ARM asegura que conseguirá estar por encima de los Intel Core U de séptima generación el año que viene
ARM cree que su procesador Cortex-A76, que acaba de ser presentado, es capaz de competir en rendimiento con el procesador Intel Core i5-7300U a 2,6 GHz y, además, afirma que sus dos próximas arquitecturas, que llegarán en 2019 “Deimos” y 2020 “Hercules”, son capaces de superar en rendimiento a los Intel Core i5 de la serie U.
Las imágenes que ha compartido la compañía comprando sus futuros procesadores con los Intel Core no ofrecen una visión totalmente actual del panorama, ya que se excluyen los procesadores más actuales, los Coffee Lake. Además, la gráfica que muestra la mejora de un procesador ARM frente a uno Intel no se encuentra a escala, por lo que la mejora no puede verse a simple vista.
Ha sido un anuncio precipitado, sin benchmark realistas
A esto se le suma el test realizado por la empresa, SPECint2006, que es uno muy concreto orientado a la prueba de operaciones con números enteros, por lo que no ha puesto a prueba el rendimiento en condiciones “normales” de un procesador como operaciones en coma flotante -la base del funcionamiento de un ordenador-. Lo más seguro es que la compañía aún tenga que perfeccionar el diseño de sus arquitecturas antes de poder ofrecernos una prueba definitiva.
Según la propia compañía, un procesador Arm Cortex-A76 tendría un rendimiento similar a un Intel Core i5-7300U, contando con una menor velocidad de reloj y un consumo 3 veces inferior 5 W de TDP, frente a los 15 W del procesador de Intel.
Esto sólo ha sido un adelanto por parte de ARM de su hoja de ruta para los próximos dos años, en los que pretende superar el rendimiento de los procesadores para portátil U de Intel. Los procesadores de ARM están fabricados en el proceso de 7 nm, por lo que no deberían de tener especial dificultad en añadir un mayor número de núcleos para contrarrestar el aumento de la octava y novena generación. Aunque ya sabemos que el proceso de fabricación de Intel no es igual al del resto de empresas y por eso sufre tanto retraso.