¿A qué denominamos «refrito» cuando hablamos de hardware y por qué?
En el mundo de la informática de consumo, estamos seguros que más de una vez habréis leído la expresión «refrito» cuando se habla de un componente de hardware. Pero ¿qué se quiere expresar con esta expresión y a qué se refiere cuando decimos que «un componente es un refrito de otro»? En este tutorial os lo vamos a explicar.
La expresión «refrito«, cuando se habla de componentes de hardware, hace referencia a un nuevo componente que está basado en la arquitectura de uno anterior. Eso significa que el diseñador de dicho componente se ha dedicado a corregir errores que había en el modelo original, e implementar nuevas soluciones dentro de la arquitectura que les permita una mejora en el rendimiento de dicho componente, ya sean marginales, como mejoras bastante más serias.
Como norma, los fabricantes de hardware suelen presentar un modelo base, a partir del cual, se van sacando revisiones basadas en dicho modelo original. Gracias a esto, los fabricantes de componentes pueden seguir su tradicional cadencia de lanzar un «nuevo» componente cada año, con pequeñas o grandes mejoras en el funcionamiento interno del mismo. Estas mejoras pueden ir, desde la inclusión de nuevos núcleos en el interior del procesador, hasta una reducción del nodo de fabricación, que haga que el componente funcione con un menor consumo o con una mayor frecuencia. Y, como todos bien sabéis, en el mundo actual del hardware, reducir el consumo lo máximo posible es a lo que más aspiran los desarrolladores de componentes.
El refrito lo hacen todas las marcas para sus componentes
Vamos a poner unos ejemplos, para que sea más sencillo de entender lo que tratamos de explicar.
Toda la gama Core de Intel es un gran refrito. En dicho refrito, ha habido revisiones muy importantes, como lo fueron los procesadores con núcleos Sandy Bridge, con núcleos Skylake y Coffee Lake. Sin embargo, los procesadores que ha sacado Intel entre medias, no han sido más que refritos de los modelos que ya tenía la marca en el mercado. A veces, solo se les disminuía el nodo de fabricación, como sucedió con los Ivy Bridge, que salieron al mercado tras los Sandy Bridge. Pero, por ejemplo, Kaby Lake no dejaba de ser un refrito de Skylake. E incluso, Coffee Lake es un refrito parcial de Skylake, dado que el tipo de arquitectura interna que emplea es la misma que esos procesadores, excepto que tiene dos núcleos extra para sus procesadores Core i5 e i7.
Otro ejemplo más de refrito son las tarjetas gráficas de las series Rx 200 y Rx 300 de AMD Radeon. Las AMD Radeon Rx 200 fueron un refrito de las antiguas AMD Radeon HD xxxx, mientras que las tarjetas gráficas de la serie Radeon Rx300 fueron un refrito de las Rx 200. O, más recientemente, y sin dejar el equipo rojo, todas las AMD Radeon RX 500 no son más que refritos de las pasadas AMD Radeon RX 400. O los AMD Ryzen de 2ª Generación son un refrito de los AMD Ryzen de 1ª Generación.
Lo que debéis de entender es que, dado que desarrollar una nueva arquitectura es un esfuerzo ingente en cuanto a horas de trabajo y dinero invertido en el desarrollo, las empresas no pueden estar desarrollando una nueva arquitectura cada año, sea la más nueva un éxito o un fracaso en rendimiento. Fijaos, si no, todo el tiempo que tardó AMD en desarrollar la arquitectura Zen después del fiasco que tuvieron con su arquitectura Buldozer.
Que un componente sea un refrito no tiene por qué significar algo negativo, a pesar de las connotaciones peyorativas de la expresión. Más bien es al contrario: es un componente que funciona mejor que el componente en el que originalmente se basó. Lo que sucede es que, a los entusiastas nos gustaría que las empresas lanzaran grandes innovaciones cada año, con las que los incrementos de rendimiento fueran mucho mayores de lo que habitualmente estamos acostumbrados a ver.