Por qué deberías elegir un portátil con SSD en vez de con disco duro HDD

Hoy en día, son tantas las posibilidades que hay en el mercado a la hora de escoger un ordenador portátil que resulta complicado. De lo que a nosotros no nos cabe duda es de que un portátil con SSD es una opción muy superior a la de un portátil con disco duro convencional, y en este artículo os vamos a contar las claves de esta afirmación.
Tamaño de pantalla, procesador, cantidad de RAM, capacidad del disco duro… son muchísimas las opciones que hay en el mercado a la hora de escoger un portátil, y al final la mayoría de usuarios -especialmente los menos duchos en hardware- optan por una marca conocida y se basan en el precio. Es, como ya supondréis, un error bastante grave, al menos si queremos que el portátil tenga buen rendimiento y que nos dure mucho tiempo.
Una de las opciones que podremos escoger a la hora de comprar un portátil es el hacerlo equipado con una unidad SSD en lugar de disco duro HDD convencional (o adicionalmente a éste), y aunque por regla general eso sube un poco el precio -no tanto hoy en día-, y a continuación os vamos a contar por qué no solo es una muy buena decisión, sino que también lo agradeceréis a la larga.
Un portátil con SSD no sube tanto el precio
Cuando llegaron al mercado, los dispositivos de estado sólido tenían precios prohibitivos, y además sus capacidades eran demasiado pequeñas como para utilizarlos para algo más allá que instalar el sistema operativo. No obstante, hoy en día las cosas han cambiado, y no solo porque el uso de los SSD se ha extendido hasta el punto de que ya muchos portátiles los traen instalados de fábrica, sino porque su precio se ha visto muy reducido y su capacidad muy aumentada.
Ahora mismo no es raro encontrar portátiles con SSD de 256 GB o incluso 512 GB instalado de fábrica a precios competitivos. Y es normal porque actualmente puedes comprar un SSD de 1 TB de capacidad por menos de 200 euros. Y, si bien es cierto que efectivamente un portátil con SSD es algo más caro que uno con disco duro tradicional, es una de las cosas por las que el incremento de precio merece la pena.
Un portátil con SSD es mucho más rápido
Esto es algo que todo el mundo sabe: el rendimiento de los SSD es muy superior al de los discos duros normales. Lo habitual en discos duros de portátil es que sean de 2,5 pulgadas y 5400 rpm, entregando unas tasas de transferencia que, en los mejores casos, llegan a 140 MB/s. Por su parte, cualquier SSD incluso siendo de gama media supera los 500 MB/s de tasa de transferencia sin ningún tipo de problema.
Esto, claro, no solo sirve para que el ordenador arranque más rápidamente, sino también para que todo lo que ejecutemos en él funcione con mayor soltura, incluyendo juegos, programas y demás aplicaciones que queramos utilizar.
No temas por la vida útil: los SSD duran muchos, muchos años
Es cierto que los SSD tienen un tiempo de vida útil finito, medido en ciclos de escritura, y es un dato que echa para atrás a mucha gente porque tiene miedo de perder sus datos cuando llegue ese momento. Pues bien, podéis perder el miedo: incluso las unidades SSD más básicas tienen una cantidad de ciclos de escritura tal que, con una utilización normal, durarían más de 10 años, tiempo más que de sobra para que decidas renovar tu portátil de nuevo. Las unidades más longevas pueden durar más de 10 años incluso con una utilización intensiva.
Además, llegado al final de su tiempo de vida, no perderás los datos ni quedará inútil el sistema. Simplemente el SSD ya no permitirá guardar más datos en él, pero sí leerlos, por lo que siempre podrás sacar los datos del dispositivo e instalar otro nuevo. No hay de qué preocuparse.
A la larga lo agradecerás, y mucho
Si eres de los que utiliza el mismo equipo durante muchos años antes de decidir renovarlo, sin duda el comprar un portátil con SSD instalado desde el principio será algo que agradecerás a la larga; ya no solo por todo lo que hemos explicado hasta ahora, y especialmente por el hecho de que todo funcionará mucho más rápido, sino porque incluso pasados los años los SSD seguirán entregando un gran rendimiento, pues su degradación es muy baja: por ejemplo, un SSD con varios años y que ya se esté acercando al final de su vida útil tendrá un rendimiento de más del triple que cualquier disco duro mecánico.
Esto significa que tu portátil con SSD rendirá estupendamente desde el primer día, y muy probablemente te durará toda la vida útil que le quieras dar al portátil sin problema (lógicamente puede fallar, como cualquier otro componente), así que a buen seguro será una decisión de la que no te arrepentirás. Es un dinero bien invertido.