Por qué es un error decir disco duro SSD

Por qué es un error decir disco duro SSD

Juan Diego de Usera

Uno de los errores en los que los usuarios solemos caer, de manera reiterada, es llamar «disco duro SSD» a las unidades de almacenamiento sólido. Este error está tan extendido que incluso en varias tiendas online, se les denomina así a este tipo de unidades. Vamos a ver ahora por qué es un error esta expresión.

La informática a nivel usuario se comenzó a popularizar cuando comenzaron a venderse los primeros discos duros dentro de los ordenadores. Sí, es verdad que el propio concepto de disco duro, tal y como lo conocemos hoy en día, ya se había comenzado a emplear en el año 1956, cuando IBM creó el primero de estos dispositivos. Pero, hasta que la miniaturización de los componentes no consiguió reducir su tamaño externo hasta las ya populares 3,5 pulgadas (y, más adelante, las 2,5 pulgadas) y se consiguió instalar en el interior del equipo, el ordenador personal no llegó realmente a despegar en serio.

A los discos duros se les denomina de esta manera porque en su interior hay una serie de platos, colocados uno encima de otro, que giran ayudados por un motor eléctrico que se encarga de mover un eje central de rotación, al cual van adheridos los discos. En un lateral suele haber una barra lectora (denominada «peine») formada por varias cabezas de lectura (dos por cada plato, una para la parte superior y otra para la parte inferior de cada disco), que se desplazan sobre la superficie del disco (sin llegar nunca a tocarlo). Son estas cabezas las encargadas de grabar y recuperar la información que hemos grabado en los sectores de cada plato. Por tanto, es normal que a estos discos duros se les llame «disco duro mecánico» o, simplemente, «disco duro».

Los SSD no tienen discos en su interior

Las siglas SSD quieren decir Solid-State Drive, es decir, unidad de estado sólido. Este tipo de dispositivos de almacenamiento se caracterizan porque no emplean ninguna parte móvil en su interior, habiendo sustituido el uso de los discos magnéticos por chips de memoria NAND Flash. Este tipo de memoria, a pesar de ser bastante más lenta que la memoria RAM que empleamos en nuestros equipos, tiene la capacidad de almacenar información en sus células de memoria, incluso cuando no tienen ningún tipo de suministro de corriente eléctrica.

También tiene la ventaja de ser varios órdenes de magnitud más rápida a la hora de grabar y leer información de las células. Algo que es fácil de constatar en las características de este tipo de dispositivos, que suelen tener velocidades de lectura y escritura entre los 400 y 500 MB/s, frente a los magros 150 o 200 MB/s de lectura y escritura secuencial de los modelos mecánicos.

Por tanto, no podemos referirnos a los SSD como «discos duros SSD» dado que en este tipo de dispositivo no hay ningún tipo de disco en su interior, ni sólido ni flexible. Sí sería más adecuado referirse a ellos por sus siglas originales a secas. O bien denominarlos «dispositivo de almacenamiento sólido» en contraposición a «dispositivo de almacenamiento mecánico» que sería la terminología más acertada para referirnos a ambos tipos.

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