Maxio Technology, una de las nuevas empresas que están apareciendo últimamente en el mercado de los controladores de memoria para unidades de almacenamiento sólido, ha dejado ver un prototipo de SSD que monta la nueva memoria Intel QLC NAND, con una capacidad interna de 4 TB. Esto significa que los SSD con esta memoria estarían más próximos de lo que esperábamos.
Para aumentar la capacidad de almacenamiento en un SSD, el fabricante del mismo puede optar por tres opciones bien distintas:
- Aumentar el número de chips de memoria montados sobre el PCB del SSD.
- Aumentar el número de capas de cada chip de memoria.
- Aumentar el número de bits por célula de memoria.
Hasta el momento, las dos que más se están usando son las dos últimas, dado que el espacio para chips de memoria NAND Flash sobre el PCB ya no puede seguir creciendo. Estas dos opciones tienen sus propias ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, pasar de las 64 capas que se emplean ahora, a las 96 capas, proporcionaría un aumento del 50% de la capacidad de almacenamiento de cada chip de memoria NAND. Mientras que si aumentamos el número de bits que puede almacenar cada célula de memoria de 3 bits (TLC NAND) a los 4 bits (QLC NAND) tendríamos un incremento del 33% en el espacio de almacenamiento disponible por cada chip.
La memoria Intel QLC NAND solo se había empleado para SSD de empresas hasta el momento
Resulta, cuanto menos, sorprendente que Maxio Technologies haya conseguido hacerse con memoria Intel QLC NAND, cuando esta memoria actualmente se está empleando para suministrar unidades de almacenamiento a grandes empresas. Especialmente si tenemos en cuenta que ha sido para fabricar un prototipo de SSD. El prototipo de Maxio está basado en la memoria NAND Intel N18A 3D QLC, y en su nuevo controlador MAS902A-B2C, que no emplea memoria RAM, lo que significa que sería un controlador barato. Este controlador estaría fabricado en el proceso de fabricación de 14 nm de Global Foundries.
La memoria que emplea Maxio con su prototipo, está tarada a 500 ciclos de programado y borrado, que es justo la mitad de lo que tiene la memoria que están vendiendo, tanto Intel como Micron, pero que para el mercado doméstico sería mucho más que suficiente. Esto es así porque, para ese mercado, el número de veces que se puede escribir un SSD suele ser de 0,3 veces por día. Aunque también es verdad que estamos ante un prototipo y es muy probable que en una unidad de producción las cifras fueran sensiblemente mejores.