Todos hoy en día estamos muy bien informados sobre las diferencias entre los términos como HD, Full HD o UHD y que significa esto a la hora de observar una imagen. Sin embargo, estos términos sólo hablan de la resolución de la imagen, pero no de la profundidad de color. Y esta característica influye en gran medida en la calidad de las imágenes.
Qué es la profundidad de color
La profundidad de color es muy importante si queremos tener la mejor experiencia a la hora de consumir contenido de alta calidad en nuestro monitores y televisores. La profundidad de color se refiere a la cantidad de información que puede utilizarse para indicar el color de cada pixel de nuestra pantalla.
Las diferentes profundidades de color
- 1 BIT: 2 colores, cada píxel puede ser blanco o negro.
- 2 BITS: 4 colores, los pixeles muestran sombras de grises.
- 8 BITS: 256 colores. Consiguiendo imágenes más realistas gracias a sus opciones de color. Esta es la profundidad de color de la mayoría de las televisiones y monitores.
- 10 BITS: 1024 colores. Con esta cantidad de bits tenemos la posibilidad de reproducir 4 veces más colores que en un panel de 8 bits. Con este rango de profundidad de color trabajan las pantallas con especificación HDR10.
- 12 BITS: 4096 colores, superando en gran medida el rango de color de las pantallas con 8 bits, esta profundidad de color es la que nos encontramos en el estándar HDR Dolby Vision.
Si enfrentamos un panel de 8 bits con uno de 10 bits, nos encontramos que el primero será capaz de reproducir 16,7 millones de colores y el segundo alcanzará los 1000 millones de colores, 64 veces más color. Con esta diferencia nos encontramos con que el banding que se da en los paneles de 8 bits casi desaparece en los de 10. Este efecto se puede observar cuando no hay una transición suave entre diferentes tonos y se crean bandas entre un color y otro.
Uno de los principales retos de las profundidades de color superiores
Aunque contemos con una pantalla con HDR10 o HDR Dolby Vision, si estamos consumiendo contenido en HDR a través de aplicaciones en streaming, lo más probable es que suframos una pérdida de la calidad del color por la compresión producida para su transmisión. Este problema es uno que están intentando gestionar las diferentes empresas para poder utilizar un mayor ancho de banda para transmitir su contenido.