En un post que ha publicado recientemente AMD en su propio blog, la compañía afirma que ha investigado el problema del que se había informado previamente en ciertas páginas web (como la nuestra) y ha determinado que dicho problema no se le puede achacar al scheduler de Windows 10, a la vez que afirma que la diferencia de rendimiento que se ha detectado entre esta versión y Windows 7 tampoco tienen que ver con sus respectivos schedulers.
El problema en cuestión se trataba de que supuestamente el scheduler de Windows 10 trataba de igual manera los hilos provenientes de los núcleos físicos como los provenientes de los núcleos virtuales que genera el SMT de los procesadores Ryzen, lo cual podía generar sobrecarga de trabajo de estos hilos al no ser, en realidad, tan potentes como los hilos que se generan y procesan el los núcleos físicos. Pero la realidad de este supuesto bug es bien diferente. Y es que el problema, en realidad, recae plenamente en el uso de una versión anticuada del programa Sysinternals Coreinfo para tomar dichos datos, por lo que AMD ya ha comentado que la versión más moderna de dicho programa (a partir de la versión 3.31) ya informa correctamente de la topología del SMT y del funcionamiento del scheduler de Windows 10.
A parte de este asunto, AMD también ha querido salir al paso de las diferencias de rendimiento que ciertos usuarios habían notado entre Windows 7 y Windows 10, toda vez que Windows 7 es un Sistema Operativo que no está oficialmente soportado por Ryzen dado que no hay drivers oficiales de ese procesador para dicho S.O, aunque ello no ha impedido que varios usuarios se hayan encargado de testearlo en él. Sus hallazgos confirman lo que yo ya me suponía y es que el hecho de que Ryzen funcione algo mejor («mejor» en cuanto a más ágil) en Windows 7 que en Windows 10 se debe a la diferencia de arquitectura de software entre ambos S.O.
De todas formas, AMD sigue manteniendo que la manera correcta de configurar el perfil de energía en Windows 10 es en «Alto rendimiento» en lugar de emplear la opción «Balanceado» por dos razones:
- Aparcado de núcleos desactivado. Dado que el modo Balanceado de energía fuerza al procesador a aparcar los núcleos en un estado de baja energía cuando no se están usando mucho, esto puede introducir latencias adicionales a la hora de reactivarlos y de hacer que estén disponibles para la realización de tareas.
- Cambio rápido de frecuencia. Ryzen es capaz de alterar tanto su voltaje como su frecuencia en tan solo 1 ms, que es uno de los pilares de este tipo de arquitectura. El modo Balanceado puede introducir latencias en estos cambios debido a la participación del software en los cambios de los estados de potencia, en lugar de ser regidos por el procesador.