A día de hoy todavía tenemos serias dudas del rendimiento tanto de Ampere como de RDNA2 como arquitecturas. Si entramos a intentar vaticinar el rendimiento de sus GPUs tope de gama, según las últimas filtraciones, podríamos ver un +50% en AMD frente a la RX 5700 XT y un +70% en NVIDIA frente a la RTX 2080 Ti, pero, ¿sería esto suficiente para los futuros monitores que están por llegar de 240 Hz y 360 Hz en 4K y 1080p?
Algunos ya nos habéis preguntado sobre el rendimiento de estas nuevas tarjetas gráficas con visos a la nueva generación de paneles y monitores gaming que están por llegar, algunos incluso ya presentados en público. Pero curiosamente, la potencia de estas nuevas GPU va a quedar empañada como tal por dos características clave que sí que impulsan el rendimiento y que mucho tienen que ver con los nuevos juegos que también están por llegar.
NVIDIA Ampere vs AMD RDNA2, ¿suficiente para los nuevos monitores?
Muchos usuarios tienen grandes esperanzas tanto en los nuevos monitores de alto rendimiento para gaming, como en las nuevas tarjetas gráficas para poder mover sus juegos en ellos, pero ¿cuánta de esta esperanza es real y cuánta simple es pura ficción?
Teniendo en cuenta que tanto NVIDIA como AMD han dejado morir el multi GPU (ya no tenemos SLI y CrossFire en la gran mayoría de títulos AAA) en manos de Microsoft y DX12, así como con los desarrolladores, pues nos encontramos con el debate eterno de si una sola GPU podrá mover los hercios de los nuevos paneles.
Como decimos, es una discusión cíclica, pero esta vez cobra mayor sentido por dos aspectos clave: Mesh Shaders y DLSS 2.0, la primera soportada por ambas compañías y la segunda solo por NVIDIA. En el futuro más próximo no solamente tendremos que contar con la subida respectiva de potencia de las GPUs, si no como los desarrolladores van a potenciar el framerate con estas dos técnicas y si esto es suficiente para alcanzar la meta que nos propongamos.
Y a partir de aquí entramos en el terreno de la especulación por las carencias informativas que tenemos al momento de redactar este artículo, ya que ni siquiera tenemos confirmación de especificaciones por ambas partes, pero sí indicios como el GA100 o el +50% de rendimiento por vatio de RDNA2 confirmado por AMD.
¿Son suficientes las interfaces de pantalla actuales como HDMI 2.1 y DisplayPort 1.4a para los 240 Hz y 360 Hz?


Es otro debate ampliamente difundido en el tiempo que choca más o menos de forma frontal con nuestras pretensiones. No solamente es tener un panel 1080p @ 360 Hz o 4K @ 240 Hz, es si las interfaces como HDMI 2.1 y DisplayPort 1.4a van a poder trabajar en esas resoluciones y hercios.
La respuesta es sí, pero con restricciones. En ambos casos van a tener que trabajar con DSC y en otros con 4:2:0, dependiendo de la interfaz en concreto, lo que va a suponer una pequeña pérdida de fidelidad del color, pero que a buen seguro merece la pena.
Por lo tanto, de entrada, en juegos AAA ninguna tarjeta va a ser capaz de mover ni en calidad media dichas pantallas, al menos si miramos los títulos actuales y aquí enlazamos con MS y DLSS 2.0. Estas dos tecnologías han mostrado que pueden aumentar la tasa de FPS en un montante que es más que considerable si el juego en cuestión está bien programado.
Hablamos de tasas de crecimiento de alrededor del 20% con una gran optimización, lo cual tampoco nos daría para mover las resoluciones y hercios citados, pero nos acercarían realmente al objetivo. Por lo tanto, la pregunta más básica sería si estos nuevos monitores de 240 Hz y 360 Hz que están por llegar merecen la pena a raíz del lanzamiento de Ampere y RDNA2, lo cual da para otro debate bastante interesante, puesto que enfrenta a dos mundos distintos y continuamente en disputa.