Cuando estás buscando un teclado para tu nuevo PC gaming, tienes tal cantidad de modelos en el mercado que es muy fácil perderse y terminar por comprar modelos de las marcas más conocidas, modelos que generalmente tienen un sobreprecio precisamente por el renombre de la marca. El fabricante español Krom siempre se ha caracterizado por ofrecer productos muy interesantes y con una gran calidad, pero sobre todo a precios rompedores. Es el caso del nuevo Krom Kernel Pro, su nuevo teclado TKL que vamos a analizar en este artículo.
Como la mayoría de vosotros ya sabréis, los teclados TKL son TenKeyLess, es decir, tienen un tamaño reducido porque prescinden del pad numérico de la parte derecha del teclado, una parte que generalmente no se utiliza para nada en gaming y de esta manera se ahorra bastante espacio sobre la mesa, dando mayor libertad para mover el ratón. Nosotros hemos probado ya muchos modelos y desde luego podemos deciros que sí, si usas el PC solo para gaming, los teclados TKL deberían ser tu primera opción.
Pero no vamos a adelantar más acontecimientos y vamos a entrar en materia.
Krom Kernel Pro, especificaciones técnicas
Krom Kernek Pro | |
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Tipo | Teclado gaming mecánico TKL |
Iluminación | RGB configurable desde el teclado |
Tipo de conexión | USB, Bluetooth, RF 2.4 Ghz |
Anti-ghosting | Sí |
N-Key Rollover | Full N-Key Rollover |
Control multimedia | Sí, mediante tecla Fn |
SO compatible | Windows, Linux, MacOS, móviles |
Switch | Outemu Red (intercambiables hot-swap) |
Estilo operacional | Lineal sin feedback táctil |
Fuerza operacional | 46 g |
Punto de actuación | 2.1 mm |
Distancia total | 4 mm |
Tiempo de vida | 50 millones de pulsaciones |
Tipo de cable | USB-C a USB-A |
Longitud del cable | 1,8 m |
Ancho | 363.5 mm |
Alto | 30.9 mm |
Largo | 135.2 mm |
Peso | 980 g |
PVPR | 59.90€ |
Como podéis apreciar en la tabla de especificaciones, el Krom Kernel Pro es un teclado en formato TKL equipado con interruptores mecánicos Outemu Red, de demostrada calidad y durabilidad. Tiene la particularidad de que estos interruptores se pueden intercambiar por otros compatibles (prácticamente cualquiera, porque al final salvo los personalizados de los fabricantes, todos los interruptores mecánicos son eléctricamente iguales) incluso en caliente, por lo que si no te gustan estos interruptores siempre puedes cambiarlos sin problema.
Cuenta con una cubierta magnética de quita y pon, de manera que si no te gusta si estética en color negro puedes retirarla y bajo ella el teclado es blanco, como veremos más adelante, pero también puedes comprar o fabricarte tus propias cubiertas para adecuar el teclado a tu gusto particular. Por supuesto, cuenta con iluminación RGB configurable tanto desde el propio teclado como desde su software.
A destacar también que estamos ante un teclado muy versátil por el hecho de que cuenta con conectividad triple: puedes utilizarlo conectado por USB, o bien de forma inalámbrica tanto por Bluetooth como por RF 2.4 GHz con el dongle USB incluido.
Y, desde luego, lo que más nos llama la atención es su precio, y es que los 59,90€ de PVPR que le ha puesto el fabricante nos parecen una ganga por un teclado de estas características. Ya solo por ser un teclado mecánico e inalámbrico…
Unboxing y análisis externo
Como todos los productos de este fabricante, el Krom Kernel Pro viene embalado en una caja de cartón duro adornada con los habituales colores negro y naranja que siempre utiliza. En la cara principal tenemos una imagen del teclado desde arriba, en la que además del nombre del modelo el fabricante destaca algunas de sus características, como la iluminación RGB, su conexión RF y Bluetooth, o sus interruptores intercambiables.
En la parte posterior, Krom destaca su cubierta magnética de quita y pon, pero también detalla sus especificaciones técnicas.
Y en uno de sus laterales, tenemos algo más de información en forma de icono.
El embalaje se abre en forma de cofre, y al momento nos deja ver el teclado cubierto por un plástico blando antiestático, con dos pequeñas secciones en la parte más alejada que contienen los accesorios.
Entre los accesorios lo que encontramos son los habituales folletos informativos con la guía de uso rápido incluida, una bolsita de plástico con cuatro interruptores extra de recambio, una herramienta para extraer tanto las caperuzas como los interruptores, y el cable USB-A a USB-C para conectarlo y/o cargarlo. En seguida lo vemos, pero el receptor USB está en el propio cable.
Aquí lo tenéis. En uno de los extremos del cable, Krom ha dispuesto un pequeño receptáculo para albergar el dongle USB y que así no se nos pierda cuando no lo estemos utilizando.
Y aquí podéis ver más de cerca los interruptores Outemu Red, que son prácticamente idénticos a los Cherry MX Red con la salvedad de que necesitan 46 gramos de fuerza para su activación en lugar de 50.
Ya fuera de su embalaje, aquí tenéis el Krom Kernel Pro.
La tipografía está centrada y es bastante redondeada, al igual que lo son las caperuzas, pues si os fijáis difieren de lo que es habitual en los teclados mecánicos gaming justamente en eso… sus esquinas son más redondeadas.
Como es un teclado en formato TKL y hay que ahorrar espacio, muy inteligentemente el fabricante ha dispuesto los LED indicadores de estado entre las teclas ESC y F1.
Pero eso no quita que pueda tener algún adorno, por ejemplo el logo de la marca encima de las teclas direccionales.
No obstante, como hemos mencionado ya antes la cubierta es magnética y se puede quitar levantándola hacia arriba. Aquí, por cierto, encontramos una cosa que no nos gusta y es que el anclaje magnético creemos que debería ser más fuerte, puesto que por ejemplo si quieres mover el teclado de sitio y tiras para arriba de él, te llevas esta cubierta y el teclado se queda donde estaba.
Al retirar esta cubierta, vemos que el Krom Kernel Pro se queda de color blanco, y la verdad es que la cubierta no hace realmente falta para nada y la estética se queda soberbia con esa combinación de blanco y negro, al menos para nuestro gusto.
Continuemos. Los dos laterales son exactamente iguales, con las teclas bastante altas y los bordes redondeados.
En la parte trasera encontramos una hendidura tras las que está el puerto USB-C de conexión y un interruptor mecánico de tres posiciones para poder cambiar entre sus modos de conexión fácilmente.
La parte inferior está dominada por una gran pegatina con el nombre y el número de serie del teclado, así como por cuatro inserciones de goma en las cuatro esquinas para evitar que el teclado se mueva.
Por supuesto, también hay patas elevadoras con sendas inserciones de goma para cambiar el ángulo de elevación del teclado, con tres posiciones en total.
Para terminar con el análisis externo, nos queda ver esa facultad de poder cambiar los interruptores. Ya hemos visto que Krom incluye la herramienta extractora, que es muy fácil utilizar porque es como unas pizas y solo hay que sujetar el interruptor y asegurarte de tirar hacia arriba en ángulo recto. Primero se retira la caperuza (que en realidad puedes quitar con los dedos).
Y luego el interruptor, dándote vía libre a cambiarlo e instalar el que tú prefieras. No tiene por qué ser Outemu, por cierto, puede ser Cherry, Kailth e incluso alguno de otras marcas (nosotros hemos probado con los propios de Razer y funcionan perfectamente).
Visto el teclado, ha llegado la hora de contaros qué tal funciona.
Probando el Krom Kernel Pro
Comencemos hablando de la iluminación. Esto es algo que podemos configurar mediante el software pero realmente no hace falta, ya que con métodos abreviados en el propio teclado podremos configurar hasta 18 efectos diferentes, incluyendo por supuesto la posibilidad de tener todo el teclado del mismo color.
En condiciones de mucha luz ambiental, la iluminación se ve bastante poco, algo normal porque en los teclados inalámbricos la iluminación no suele tener demasiada intensidad máxima para no gastar demasiada batería. Pero bueno, verse se ve perfectamente.
Ya en condiciones de baja luz ambiente, la iluminación se ve bastante mejor. Tampoco es que sea algo espectacular, eso sí.
Y si estás completamente a oscuras, ahí sí que se nota que la iluminación tiene una más que decente intensidad.
El software es individual para el Krom Kernel Pro, así que tendrás que descargarlo de la web del fabricante (de la página de producto más concretamente) e instalarlo en el PC para utilizarlo. Sin embargo, tampoco es que te ofrezca muchas opciones que no tengas directamente con los métodos abreviados del teclado, así que consideramos que no es para nada necesario en realidad.
Lo único que sí tiene el software que no puedes configurar desde el propio teclado es la asignación de teclas.
Y obviamente la creación de macros.
Pero todo lo demás, como la iluminación y demás, lo tienes desde el propio teclado.
Pasemos ahora a hablar de qué tal se comporta el teclado a la hora de la verdad. Para empezar, el Krom Kernel Pro resulta bastante cómodo de utilizar, y aunque echamos de menos que incluya un reposa muñecas es algo que no es del todo necesario y que depende un poco del gusto de cada usuario (aparte, habría encarecido el precio y es uno de sus puntos fuertes, como ya hemos mencionado antes).
Las teclas son bastante altas y de recorrido completo, nada del otro mundo si estás ya acostumbrado a teclados mecánicos estándar, pero si estás acostumbrado como nosotros a teclados de perfil bajo, entonces puede que notes algo de cansancio tras una utilización prolongada. En cualquier caso, y como siempre que sucede cuando cambias un periférico, necesitarás cierto periodo de adaptación para acostumbrarte al nuevo teclado y así no realizar pulsaciones involuntarias. En nuestro caso, en menos de una hora ya estábamos completamente acostumbrados a su uso, y hemos de decir que nos resulta bastante cómodo. De hecho, al ser un teclado TKL se agradece bastante ese espacio extra que te deja en la zona derecha para mover el ratón más libremente.
El comportamiento y el rendimiento del teclado son excelentes. Responde perfectamente en todo tipo de escenarios y juegos, con una latencia casi inexistente ya estés utilizándolo por cable o de forma inalámbrica. Y ya que mencionamos esto, el fabricante dice en su web que solo es compatible con Windows, pero nosotros lo hemos probado por Bluetooth conectado a una tablet y funciona perfectamente y sin problemas, así que realmente es compatible con cualquier dispositivo que admita periféricos de entrada, ya sea por USB o por Bluetooth (lo que no funcionará en todas partes es el receptor inalámbrico, normal).
Así pues, estamos ante un teclado con acabados de muy buena calidad… no es que sea el teclado más robusto del mercado, pero sí que se siente de buena calidad salvo por lo que ya os hemos comentado antes: agradeceríamos que los imanes de la cubierta fueran más potentes, ya que si quieres mover el teclado cogiéndolo es probable que le saques la cubierta en lugar de mover el teclado. A pesar de ello, personalmente a nosotros nos gusta más sin ella… es una de las ventajas de un teclado tan versátil, que puedes elegir lo que prefieras.
Conclusión y veredicto
En sus inicios, Krom era una marca de periféricos gaming baratos y de calidad cuestionable, pero hace ya muchos años que se pusieron las pilas y actualmente no tienen nada que envidiar en términos de calidad a otros fabricantes más reconocidos. Una de las múltiples pruebas de ello es este nuevo Krom Kernel Pro, un teclado TKL con una calidad fuera de toda duda y que no solo proporciona un excelente rendimiento y durabilidad, sino también una estética muy llamativa y una enorme versatilidad, tanto por sus múltiples modos de conexión como por la posibilidad de cambiar los interruptores o la cubierta.
La verdad es que, a nuestro juicio, este Krom Kernel Pro es una de las mejores opciones en teclados TKL que hay en el mercado ahora mismo, especialmente por el precio que tiene. Es un teclado con el que no vas a echar nada de menos y que, por apenas 60€, tienes teclado para años.
Por estos motivos, no podemos sino darle nuestro galardón de Oro y recomendarlo por su extraordinaria relación calidad / precio.