El fabricante de periféricos gaming KROM está que no para y está con un lanzamiento tras otro, mejorando cada vez un poco en cada nuevo producto que llega al mercado. Ahora ha sorprendido con el lanzamiento del nuevo KROM Kammo, un ratón gaming con laterales modulares que proporciona hasta 14 botones programables y con un sensor óptico que alcanza los 10.000 DPI de sensibilidad máxima. En el día de hoy os presentamos nuestro análisis de este nuevo KROM Kammo, en el que os lo vamos a mostrar de primera mano y, por supuesto, vamos a contaros qué tal funciona en un escenario real.
KROM se está poniendo las pilas. Los usuarios piden, y KROM ejecuta. Y por supuesto son muchos los usuarios de juegos tipo MMORPG que quieren ratones que les proporcionen multitud de botones adicionales para programar macros o acciones específicas en sus juegos, así que aquí tenemos a KROM haciendo caso a los usuarios y lanzando el nuevo Kammo al mercado, un ratón que no solo cuenta con hasta 14 botones en total, sino que tiene laterales intercambiables de manera que, cuando no estemos jugando, podamos tener un ratón «normal» para nuestros quehaceres cotidianos, algo de lo que hemos hablado cuando hemos analizado ratones de este tipo en el pasado, pues esa botonera lateral en la zona del pulgar está muy bien para los juegos, pero luego en otras tareas resulta incluso incómoda.
Bien por KROM, pero vamos a ver qué tal resulta.
Índice
- Características técnicas
- Unboxing y análisis externo
- El software
- Probando el KROM Kammo
- Conclusión y veredicto
Características técnicas
Estamos ante un ratón ergonómicamente diseñado para usuarios diestros, con una botonera lateral de nueve botones, intercambiable por otra de tres botones. También el lateral derecho tiene dos opciones, pudiendo escoger entre una idónea para usuarios de tipo garra, y otra para usuarios de tipo palma, por lo que a priori KROM se ha curado en salud y ha diseñado el Kammo para todo tipo de usuarios.
Esta ergonomía y capacidad de personalización va acompañada por un sensor de altas prestaciones, un PixArt PMW 3325 que, si bien no es el tope de gama del fabricante, sí que es de alto rendimiento con hasta 10.000 DPI de sensibilidad máxima, por lo que incluso los usuarios más exigentes deberían quedar satisfechos con el rendimiento.
Finalmente a destacar que, como es habitual en los tiempos que corren, por supuesto el KROM Kammo tiene iluminación RGB que podremos configurar desde el software.
Unboxing y análisis externo
El KROM Kammo viene embalado en la habitual caja que KROM utiliza en todos sus periféricos, de cartón duro y colores negro y naranja que en la cara frontal nos muestra una imagen del producto acompañada de una breve descripción.
En la cara posterior del embalaje, el fabricante ha dispuesto un croquis acompañado de una tabla de características técnicas, dejando para los laterales un resumen de éstas.



Como accesorios, encontramos el habitual folleto de instrucciones, así como los dos laterales adicionales que, en este caso, son el lateral izquierdo de tres botones y el derecho diseñado para usuarios con agarre de tipo palma que permite poner los dedos meñique y anular sobre éste.
Vamos a ver con un poco más de detalle estos laterales adicionales y luego vemos el ratón con los que vienen puestos de fábrica. KROM ha empleado un mecanismo simple, con un «eje» en forma de cruz con un muelle que empujará el mecanismo de activación del botón al pulsarlo. Ni más ni menos.



Vamos con el KROM Kammo, que aquí podéis ver en una vista a tres cuartos con su botonera lateral de nueve botones instalada.
El ratón tiene una forma redondeada y con un tacto suave muy agradable en su superficie. El habitual logo de la marca adorna la zona de la palma, y en este caso va acompañada de una línea de iluminación en la zona inferior.



La rueda del scroll tiene por debajo dos botones más que también serán programables, si bien es cierto que están diseñados originalmente para subir y bajar la sensibilidad según los saltos que configuremos en el software. La rueda también se iluminará en sus dos laterales una vez tengamos el dispositivo encendido.
En la zona inferior encontramos el sensor óptico PixArt en el centro, con unas generosas inserciones de teflón deslizante tanto arriba como abajo para asegurar un óptimo deslizamiento en cualquier superficie.
Para terminar antes de entrar en materia con los laterales intercambiables, aquí tenéis el cable que, como siempre, es de 1,8 metros de longitud, está mallado con hilo de nailon resistente al rozamiento, y termina en un conector USB 2.0 dorado.
Vamos con los laterales. En total, tenemos dos para cada lado que podremos combinar como queramos.


El método de poner y quitar los laterales es tan sencillo como tirar de ellos hacia fuera, y para ello en la zona inferior hay unas pequeñas hendiduras en las que podremos meter la uña. Se anclan al ratón fácilmente mediante dos imanes, uno a cada lado.


KROM ha diseñado la botonera del KAMMO de una manera muy sencilla y a la vez inteligente, pues como se puede ver la botonera de nueve botones tiene en total nueve ejes, mientras que la de tres tiene tres. Sin embargo el propio ratón tiene los nueve huecos con nueve pulsadores, de manera que cada botón activará uno de ellos en el de nueve, y en el de tres, solo habrá tres que pulsemos, quedando el resto inactivos. Hay que tener luego cuidado a la hora de configurar el software, pues a diferencia de lo que hemos visto en otros ratones de este tipo como los de Razer que tienen una placa de contactos, la activación de esta botonera es completamente mecánica. Inteligente, sencilla y efectiva, pero al no tener una electrónica de por medio dependeremos más del software.


Visto el ratón, es hora de conectarlo y ver qué tiene que ofrecernos.
No obstante, antes de empezar, os enseñamos cómo queda el ratón encendido. Lógicamente la botonera lateral no tiene iluminación, pero aun así queda bastante bonito bajo nuestro punto de vista. En la imagen de arriba tenéis el ratón con la luz encendida, y abajo en una situación de penumbra donde la iluminación destaca bastante más.



El software
No me canso de repetirlo, pero es que KROM necesita urgentemente desarrollar un software unificado para todos sus periféricos. No es el caso, de momento, así que necesitaremos ir a la web del fabricante para descargar el software específico para este Kammo, que deberemos instalar para poder acceder a su configuración.
El software es, eso sí, como siempre muy sencillo e intuitivo, y bien desarrollado. En la primera pestaña tenemos la asignación de teclas, en la que podremos configurar todas y cada una de ellas. Hay que tener especial atención a las denominadas como 6, 7 y 8 porque son las que comparten las dos botoneras del lateral izquierdo. Igualmente, a la derecha tenemos la configuración de los cinco saltos de sensibilidad, que podremos configurar en saltos de 100 en 100 DPI hasta un máximo de 10.000 DPI. Por fortuna, podremos desactivar tantos saltos como queramos si no los vamos a utilizar, y cada uno de ellos tiene asignado un color que podremos cambiar a nuestro antojo (el ratón brillará momentáneamente en ese color para indicarnos en qué perfil está).
Debajo, podemos cambiar entre las diferentes opciones del software, y la segunda de ellas es la iluminación, donde podremos seleccionar los efectos y el color como es habitual.
En la tercera, «Mouse Parameter», tenemos opciones tales como la sensibilidad, velocidad de scroll o velocidad de doble click. Básicamente las que nos ofrece Windows con cualquier ratón.
La última opción es la que nos permite seleccionar la frecuencia de muestreo, que por algún motivo viene configurada siempre de fábrica en 500 Hz y tendremos que cambiar a mano a los 1000 Hz deseables.
Por supuesto, el software de KROM cuenta con un potente editor de macros que podremos utilizar para crear cuantas queramos y asignarlas a los botones adicionales del ratón.


Probando el KROM Kammo
Visto el software, es hora de poner a prueba el ratón. Empezamos con el Enotus Mouse Test, un software que nos va a ayudar a ver si los parámetros de sensibilidad, frecuencia y demás que promete el fabricante son reales. La prueba ha sido realizada con el polling rate configurado a 1000 Hz y a una sensibilidad de 2200 DPI.
Tal y como se puede ver, los parámetros son excelentes en las cuatro pruebas a las que este software somete al ratón. Así pues, vamos a ver qué tal se comporta en cuanto a precisión con una prueba más metódica. En ésta, movemos el ratón tan rápido como podemos de un lado a otro, y vamos a ver si alguno de los puntos (capturas) se sale de la gráfica normal, determinando así si la precisión del sensor es o no correcta.
La primera prueba ha sido realizada a 2200 DPI.
Y esta segunda prueba, al máximo: 10.000 DPI.
Como podemos ver, la precisión es prácticamente perfecta, y muy pocos puntos se salen de la gráfica, lo que nos va a garantizar una absoluta certeza de que el ratón irá a donde nosotros queremos que vaya durante el uso.
Pasando a términos de valoración más personales y menos técnicos, hay que hablar de la comodidad del ratón. Yo soy un usuario de manos bastante grandes y con agarre de tipo garra, y el KROM Kammo me ha parecido bastante cómodo desde el primer momento, empleando el lateral derecho más plano que es el que está diseñado para mi tipo de agarre. No soy, eso sí, muy amigo de las botoneras laterales, pero con todo y con eso me ha parecido que los nueve botones de ésta están perfectamente accesibles con mi postura de sujeción del ratón, así que considero que el fabricante ha hecho un muy buen trabajo en lo que a ergonomía se refiere.
En cuanto al rendimiento en juegos, he estado probándolo principalmente con dos: League of Legends, y Final Fanatasy XIV. En el primero utilicé el lateral izquierdo de tres botones, porque no hacen falta más, y en el segundo empleé la botonera de nueve botones, con algunas macros asignadas a éstas. He de decir que el rendimiento en cuanto a precisión es fantástico y no me dio ningún tipo de problema, no tengo quejas. En cuanto a la ejecución de las macros, éstas se realizan sin lag y de manera cómoda, aunque nuevamente tengo que decir que cuesta bastante acostumbrarse y no equivocarse con tanto botón en el lateral. Todo es, no obstante, cuestión de acostumbrase, claro.
Conclusión y veredicto
El KROM Kammo es una maravillosa alternativa para usuarios aficionados a los juegos de tipo MMORPG (o RPG a secas) a los que les gusta tener muchas macros configuradas directamente en el pulgar. Con un precio inferior a los 40 euros, éste dispositivo se convertirá en un arma cómoda, precisa y con muchísima capacidad de personalización para todos aquellos usuarios a los que les guste este tipo de ratones, con el añadido de que tiene una estética gaming bastante acertada y, cómo no, personalizable también.
PROS:
- Cuatro laterales intercambiables.
- Posibilidad de usar botonera de nueve botones, o lateral de tres.
- Muy buen rendimiento.
- Altamente personalizable.
- Cómodo.
- Precio (40 euros).
CONTRAS:
- La iluminación es mejorable.
- Necesita software específico.
Por todo ello, este KROM Kammo se lleva nuestro galardón de Oro, así como nuestra recomendación por su excelente relación calidad / precio y por su rendimiento.


