ORICO M.2, review: carcasa para SSD NVMe externo por USB 3.1 de hasta 10 Gbps

Los NVMe son los sucesores SSD que se aprovechan del puerto PCI-Express para ofrecernos velocidades de lectura y escritura nunca vistas en otros dispositivos de almacenamiento. Un NVMe PCIe puede ofrecernos hasta 3500 MB/s de velocidad de lectura, incluso si utiliza el nuevo estándar PCIe 4 podemos obtener hasta más de 5000 MB/s. Los NVMe están diseñados especialmente para montarlos en el interior de nuestro ordenador, sin embargo, si tenemos alguno de sobra y queremos aprovechar las ventajas y las velocidades de estas unidades, también es posible convertirlos en discos duros externos, y una de las mejores carcasas para ello es ORICO M.2.
Índice
Características y especificaciones técnicas de la carcasa externa para NVMe ORICO M.2
El adaptador ORICO M.2 es una carcasa externa, con una controladora, que nos permite convertir cualquier SSD NVMe interno en externo para poder llevarlo siempre con nosotros. Este adaptador es compatible con NVMe M.2 SSD con clave M de 2230, 2242, 2260 o 2280, con un máximo por unidad de hasta 2 TB.
Gracias a su puerto USB 3.1 Gen2 Tipo C es posible obtener velocidades de lectura y escritura de hasta 10 Gb/s según la teoría, aunque también funcionará sin problemas en puertos USB 3.0 limitando su velocidad al ancho de banda de este estándar, es decir, 5 Gb/s. Cuenta con un cable USB-C a USB-C y otro USB-C a USB-A para poder conectarlo a cualquier ordenador sin problemas.
Esta carcasa externa para M.e está fabricada completamente de aluminio, lo que, además de darle un aspecto elegante, ayuda a disipar el calor del NVMe interno.
La controladora es compatible con el protocolo UASP, con instrucciones TRIM y además cuenta con un modo sleep automático que pone en reposo el NVMe cuando pasa 10 minutos sin actividad para alargar al máximo su vida útil. Cuando vayamos a usarlo, este se activará automáticamente de nuevo.
El tamaño de esta carcasa es de 29 mm x 104 mm x 10 mm.
Unboxing, análisis y primeras impresiones de la carcasa externa para NVMe ORICO M.2
La carcasa ORICO M.2 viene en una sencilla caja de cartón. En la parte delantera de la misma podemos ver una foto de la carcasa en cuestión, así como de la velocidad máxima que podemos conseguir con ella, es decir, 10 Gb/s.
Por la parte trasera nos encontraremos las principales especificaciones técnicas de esta carcasa externa para NVMe.



Cuando sacamos el blister de la caja, lo primero que nos encontramos es con la carcasa en cuestión. En la parte inferior vamos a tener también dos cables (USB-C a C y USB-C a A), así como los tornillos para el montaje, un destornillador y los papeles del manual y la garantía.




La carcasa como podemos ver es de aluminio (nuestro modelo es de color plata) y en la parte superior solo encontraremos el logo de Orico. Por la parte trasera unos datos técnicos y en los extremos el tornillo para cerrar la carcasa y el puerto USB-C para conectarla al ordenador.




Quitando el tornillo de uno de los extremos podemos acceder al interior de la carcasa. Aquí encontraremos principalmente la placa controladora y, en casa extremo, unos thermal-pad que nos ayudarán a mantener controlada la temperatura del NVMe en el interior.






Como podemos ver, la controladora tiene un puerto M.2 en el lado del puerto USB-C. Para conectar el NVMe lo único que tenemos que hacer es instalarlo aquí, como si fuera en un ordenador cualquiera, colocar el tope y el tornillo en el orificio correspondiente según el tamaño de nuestra unidad.
Cerramos la carcasa y ya la tendremos lista para utilizarla.
Pruebas y opinión personal de la carcasa ORICO M.2
Una vez montada la carcasa con nuestro NVMe ya no tenemos que hacer nada más que conectarla a nuestro ordenador a través del puerto USB (C o A) y listo. Windows 10 reconocerá automáticamente la controladora y podremos utilizarla como un disco duro externo cualquiera. No hace falta instalar ni configurar nada.
Según las pruebas que hemos realizado, el rendimiento que nos ofrece esta carcasa es excelente. Conectada a un puerto USB 3.1 Gen 1 podemos conseguir sin problemas velocidades cercanas a los 5 Gb/s para transferir archivos, aunque si lo conectamos a un puerto USB 3.1 Gen 2 la velocidad aumentará hasta cerca de los 10 Gb/s. Muy buenas velocidades para aprovechar al máximo el ancho de banda que nos ofrecen estos puertos. Eso sí, hemos tenido bastantes problemas para finalizar las pruebas a través de USB 3.1 Gen2, puede que por falta de ancho de banda, o por temperatura.


A la hora de copiar archivos entre unidades (dos NVMe), la velocidad que obtenemos es también sobresaliente, consiguiendo valores cercanos a los teóricos en la copia de ficheros grandes, aunque un poco más reducidos cuando se trata de archivos muy pequeños. Es normal.
Por desgracia, no todo es perfecto. El primero de los problemas que nos encontraremos al usar esta carcasa externa de aluminio es que, literalmente, tras utilizarla un buen rato abrasa. No podemos tocarla con la mano porque puede alcanzar una temperatura de 70 grados, o más, la misma que el NVMe interno. Si usamos un NVMe que controle mejor la temperatura esta bajará, pero si se trata de una unidad caliente, lo notaremos.
Otro de los inconvenientes es que, aunque estamos cerca de la velocidad máxima teórica del protocolo USB 3.1 Gen 2, estamos muy lejos de la velocidad que conseguimos a través del puerto M.2 de una placa base, donde la velocidad puede llegar hasta más de los 3000 MB/s.
Sin embargo, si tenemos un NMMe por casa y no sabemos qué hacer con él, esta es una de las mejores maneras que tenemos para llevarlo siempre con nosotros allá donde vayamos, ya que gracias a su tamaño nos cabe sin problemas en el bolsillo, y podemos conectarlo a cualquier ordenador a través de su puerto USB.
Pros:
- Excelente rendimiento, muy cerca del límite teórico de USB 3.1 Gen2.
- Muy fácil de montar.
- Buena calidad de materiales.
- Plug&Play.
Contras:
- ¡Quema!
- No aprovecha al máximo el estándar PCIe 4x de los NVMe debido a las limitaciones del USB.
- Algún que otro problema al hacer los tests en USB 3.1 Gen2.
Por todo ello, hemos decidido dar a la carcasa externa ORICO M.2 nuestro galardón de platino.
