Los discos duros han sido, durante muchos años, los mayores cuellos de botella de los ordenadores, hasta la llegada del almacenamiento en estado sólido, con llamados SSD. Western Digital, como uno de los mayores fabricantes de discos duros, no iba a perder la oportunidad de abrirse hueco en este mercado y, aprovechando una gran oportunidad, se hizo con Sandisk en 2015, empezando a fabricar y comercializar así sus primeros SSD para poder abrirse hueco en este mercado que estaba en auge: WD Green y WD Blue.
Similar a lo que ocurre con los discos duros de Western Digital, la serie Green de estos SSD es la serie de «gama baja», la gama económica de bajo rendimiento y consumo energético, mientras que la serie Blue nos ofrece, además de una mayor fiabilidad, un mejor rendimiento, aunque con un consumo de energía algo superior.
Características técnicas del SSD Western Digital Green 240 GB
En esta ocasión vamos a analizar el SSD Western Digital Green de 240 GB, una unidad de almacenamiento sólido económica que nos ofrece unas velocidades de transferencia de hasta 545 MB/s y una fiabilidad de hasta 1 millón de horas, al menos según la ficha técnica de este dispositivo de almacenamiento.
La interfaz de este SSD es SATA III a 6 Gb/s, y podemos elegir si queremos en formato de 2.5 pulgadas o M.2 2280. Nosotros vamos a analizar el formato de 2.5 pulgadas, perfecto y totalmente compatible con cualquier ordenador de sobremesa o portátil, ya que los M.2 solo funcionan (con posibilidad de boot) en condiciones en los ordenadores con chipset Z97 en adelante.
En cuanto al consumo, este SSD usa una energía media activa de 80 mW, mientras que la máxima, tanto en lectura como en escritura, es de 2800 mW.
Análisis externo del SSD Western Digital Green 240 GB
Este SSD viene embalado en una caja de cartón de color verde y blanco, mismo color que, como veremos más adelante, nos encontraremos en la pegatina de este Western Digital Green. Por la parte trasera encontraremos un hueco desde el que podremos ver el número de serie de esta unidad de almacenamiento.



Cuando abrimos la caja podremos ver cómo en el interior tenemos el SSD en cuestión junto con el folleto de garantía. El SSD viene envuelto en una bolsa de plástico antiestática, y también en un blíster de plástico para evitar golpes durante el transporte del mismo.




Una vez sacado el SSD de su bolsa antiestática veremos el logo de Western Digital Green, así como su capacidad en la pegatina de la parte superior. En la parte inferior podremos ver otra pegatina con la información técnica del dispositivo, como, por ejemplo, su número de serie y modelo exacto.


El grosor de este SSD es de tan solo 7 mm, y la conexión, como hemos dicho antes, es SATA III.



Dentro de la caja no tenemos nada más, ni cables para conectarlo ni siquiera un adaptador para bahías normales de 2.5 pulgadas que se incluye en muchos otros modelos de unidades SSD.
Para poner en marcha este SSD lo único que hay que hacer es abrir nuestro ordenador y conectarlo, como cualquier disco duro o cualquier otra unidad de almacenamiento. Por defecto no trae formato, por lo que, antes de utilizarlo, tendremos que crear una tabla de particiones y darle formato utilizando un sistema de archivos (si utilizamos Windows, en NTFS).
Antes de empezar a utilizarlo también es recomendable descargar e instalar la herramienta de Western Digital para actualizar el firmware de este SSD.
Testeo del SSD Western Digital Green 240 GB
Para probar el rendimiento de este SSD Western Digital Green de 240 GB vamos a utilizar las herramientas de benchmark que solemos utilizar habitualmente, todas ellas ejecutadas sobre un equipo con Windows 10 de 64 bits.
La primera de las herramientas que vamos a probar es CrystalDiskInfo para conocer la información técnica sobre esta unidad y las características soportadas.
Como la mayoría de los SSD de hoy en día, este es compatible con las características S.M.A.R.T., APM, NCQ y TRIM, además de ser compatible también con DevSleep, lo que permite entrar en suspensión al disco cuando no lo utilizamos, pero pudiendo retomar su actividad en milésimas de segundos cuando necesitemos acceder a él.
Después de conocer ya las características técnicas de este SSD, a continuación, vamos a pasarle CrystalDiskMark, una de las herramientas más conocidas y utilizadas para hacer benchmark a discos duros y unidades SSD para conocer las velocidades de lectura y escritura bajo determinadas circunstancias.
Mientras que las velocidades de lectura y escritura secuencial es bastante buena, los tests 4KiB, que son uno de los puntos débiles de los SSD, la verdad es que dejan mucho que desear en comparación a otros SSD de gama alta, aunque siguen siendo bastante superiores a los que puede ofrecer cualquier disco duro estándar.


La siguiente herramienta que vamos a utilizar para analizar esta unidad Western Digital es ATTO Disk Benchmark. Esta herramienta es muy interesante ya que nos permite conocer el rendimiento de un disco duro o un SSD al trabajar con archivos muy pequeños.
Como podemos ver, hasta los 32 KB la velocidad de lectura y escritura es bastante baja en comparación con otros SSD de gama alta que suelen ofrecer ya velocidades de lectura y escritura casi máximas a partir de los 8 KB. Sí debemos tener en cuenta que a partir de 64 KB este SSD ya rinde a máxima velocidad.
Otra herramienta con la que podemos medir el rendimiento de un SSD es AS SSD Benchmark. Esta herramienta es muy parecida a CrystalDiskMark, pero tiene otros tests y nos enseña también el tiempo de acceso y nos muestra una nota final en función de los valores de todas las pruebas.
Esta herramienta también nos permite realizar otras dos pruebas muy interesantes. La primera de ellas es un benchmark en el que se mide la velocidad y el tiempo que tarda el SSD en copiar una imagen ISO grande, un programa o un juego, pruebas mucho más útiles y prácticas para el uso que vayamos a dar a esta unidad de almacenamiento.
También nos permite probar el rendimiento al comprimir archivos no comprimibles, práctica en la que la mayoría de los SSD suele fallar y dar muy malos rendimientos. Igual que la mayoría de la gama media, en esto también ha sacado mala nota el SSD, especialmente en torno a la mitad del proceso.
Por último, vamos a medir el rendimiento (y obtener su correspondiente nota final con referencias) con el Anvil Storage Utilities. Nada nuevo respecto a los tests anteriores, salvo que la nota final es bastante baja en comparación a otros de la gama más alta que suelen obtener puntuaciones superiores a los 4500 puntos.
Conclusión
Si estamos buscando un SSD para nuestro ordenador dentro de la gama económica, sin querer sacar el máximo rendimiento a este tipo de dispositivos, entonces sin duda estamos ante una gran opción. Salvo para determinadas tareas, para un uso del día a día, su rendimiento va a ser muy similar al de cualquier otro SSD, aunque en determinadas tareas mucho más exigentes sí que puede mostrar las debilidades que se muestran en los benchmarks.
Este SSD Western Digital Green de 240 GB tiene un precio bastante bueno para esta capacidad. Además, también tenemos el modelo de 120 GB que podemos conseguir también muy barato, ideal para los que simplemente quieren instalar Windows y algún programa en él, pero tienen otro disco duro de mayor capacidad conectado al equipo como almacenamiento.
- Modelo de 240 GB por 70,58€ con el código de descuento WD240ES.
- Modelo de 120 GB por 41.03€ con el código de descuento WD120ES.
Si necesitamos mayor capacidad, los SSD Blue de Western Digital nos permiten conseguir 250 GB, 500 GB y hasta 1 TB de espacio, aunque, como es comprensible, los precios se disparan, especialmente en el último modelo.
Pros:
- 7 mm de grosor.
- Se calienta muy poco.
- Bajo consumo de energía.
- Características soportadas (S.M.A.R.T., APM, NCQ, TRIM y DevSleep)
- Velocidades de acceso secuencial a la altura de lo esperado en un SSD.
- Precio.
Contras:
- Velocidades de lectura y escritura de archivos pequeños.
- Rendimiento en comparación con la gama alta de SSD.
Por ello, hemos decidido otorgar a este SSD Western Digital Green de 240 GB nuestro galardón de oro.

