Este año 2022 no está siendo objetivamente hablando, nada bueno. La única buena noticia dentro del mundo del hardware por ahora es la bajada paulatina y progresiva del precio de las tarjetas gráficas y si acaso, las nuevas presentaciones de productos. El año que viene tendrá el segundo aliciente comentado en alza, pero en lo que respecta a los precios… Será bastante peor, al menos según TSMC, porque tanto las tarjetas gráficas como los procesadores que fabriquen serán más caras en 2023.
No vamos a hablar de inflación aquí, pero es evidente que todo está más caro, los sueldos no suben y ahora las empresas ven venir un nuevo golpe que van a paliar haciendo lo propio: subir precios. Pero lo de TSMC es harina de otro costal porque dicha subida no es precisamente la primera.
Las gráficas y las CPU serán más caras en 2023 por TSMC
La pandemia y el auge de la inflación unidos a las necesidades de los fabricantes y su premura hicieron que la compañía líder en fabricación de obleas y con ello chips diese un salto cuantitativo en sus precios, los cuales ya hemos visto reflejados.
Los nuevos informes indican que TSMC no solo planea un nuevo asalto al bolsillo de empresas y usuarios, sino que ya habría comunicado sus planes para 2023 a muchos de ellos.
Esto se habría hecho para dar tiempo a las empresas a organizar sus estructuras, marketing y cuadrar sus cuentas con tiempo, donde los números ofrecidos son bastante escuetos y nada precisos.
El aumento de precio varía según el nodo escogido y evidentemente los más avanzados tendrán las mayores subidas. Por lo tanto y según lo que se ha sabido, los nuevos procesadores de AMD y Apple, así como las tarjetas gráficas del equipo rojo y de NVIDIA tendrán una subida de entre el 5% y el 8% en sus chips.
Cuatro aumentos de precio consecutivos en 3 años
Los taiwaneses saben de su posición dominante en el mercado y de la necesidad de los cuatro grandes por seguir en el juego de la innovación. Pero esto, como hemos visto, tendrá un alto precio tanto para usuarios como para la propia TSMC. Y es que las previsiones de la compañía para la inversión y creación de sus nuevas FAB con sus correspondientes equipos de alta tecnología y robotización se ha disparado.
Se gastarán entre 40.000 millones y 44.000 millones de dólares solo este año, por lo que el aumento de precio para el ajuste de inversión no es realmente grande (por suerte). Recordemos lo que pasó el año pasado donde en un solo golpe TSMC anunció una subida del 20%.
Esta política está siendo seguida por todos, excepto por Intel, que está paliando el golpe y asumiendo ellos como empresa las pérdidas (al menos por ahora) pero si miramos al resto de fabricantes de chips como UMC o SMIC en China, Samsung en Corea del Sur, las políticas a este respecto son similares.
Y es que todos han subido los precios o directamente han quitado los descuentos por volumen que estaban haciendo a ciertos nodos en el pasado. Lo que tenemos claro es que 2023 no va a ser mejor que 2022 en cuanto a precios y posiblemente tampoco frente a stock, eso sí, no faltarán las declaraciones de los CEO diciendo que sus compañías han batido récords de ingresos, al menos aquellas que sean fabricantes de chips, las demás… Puede que no tengan tanta suerte.