La marca de verde acaba de hacer un movimiento político, y es que NVIDIA ha hecho que los sus drivers sean de código abierto. Algo que puede parecer bueno a simple vista. ¿La realidad? Se trata de un movimiento totalmente político por parte de los de Jen Hsun Huang y para un mercado en concreto. ¿Qué les ha llevado a tomar esta decisión?
El código abierto consiste en publicar el ídem fuente de un programa para que terceros con conocimientos puedan realizar mejoras, optimizaciones y añadir elementos nuevos. Lo cual no se debe confundir con el software libre, pese a que este último se base en que el código fuente este disponible hace unas semanas. Pues bien, después del ataque a sus servidores hace ya unas semanas, NVIDIA se ha adelantado estratégicamente a potenciales problemas y ha tomado una decisión sin precedentes. ¡Hacer que sus drivers gráficos sean de código abierto! Sin embargo, no lo ha hecho con sus tarjetas gráficas para PC.
Por lo que el código fuente de sus controladores gráficos lleva ya un tiempo dando vueltas por la red y está disponible para cualquiera. Para el usuario medio que utiliza su tarjeta gráfica para jugar no tiene ningún valor. Sin embargo, hay un mercado de nicho que tiene la capacidad y el conocimiento de crear sus propios drivers.
¿Por qué NVIDIA ha hecho de código abierto sus drivers?
El mercado donde Linux es más fuerte es en la computación de alto rendimiento, donde no se suele usar Windows. El motivo de ello es que es un mundo que viene de los sistemas Unix en las universidades en los 80, donde potentes servidores y estaciones de trabajo para desarrollo científico usaban el sistema operativo de AT&T. ¿Su sucesor natural? Linux que ha heredado buena parte de las aplicaciones y tiene la suficiente flexibilidad por su naturaleza de código abierto para soluciones altamente especializas.
No es ningún secreto que uno de los mercados más importantes para la empresa de Jen Hsun es ese. Por lo que los drivers de NVIDIA en código abierto son solo para Linux y en concreto para sus tarjetas gráficas para servidores y centros de datos. Es decir, quedan totalmente fuera las tarjetas gráficas para gaming y profesionales. Sin embargo, la trampa por parte de NVIDIA está en que solo van a estar disponibles para las diferentes variantes de la A100 y para la nueva H100. El resto de GPU, y, por tanto, más antiguas, deberán continuar usando los antiguos controladores de código cerrado. Los llamados Open Kernel Modules son la base de este movimiento de NVIDIA y como hemos dicho es el código base para integrar más fácilmente los drivers gráficos dentro de las distribuciones de Linux más utilizadas.
Por el momento, ya tienen una estrecha colaboración los desarrolladores de las distribuciones más usadas: Ubuntu, SUSE y Red Hat. Con este movimiento la pelota en cuanto al desarrollo de drivers pasa a los creadores de las distribuciones. ¿Cuándo se producirá el salto? Pues en la versión R515 de los drivers de NVIDIA para Linux.