Consiguen ejecutar Windows 11 en la memoria de una NVIDIA RTX 3050

Consiguen ejecutar Windows 11 en la memoria de una NVIDIA RTX 3050

Roberto Sole

Hay mucha gente que siempre trata de buscar los límites de la informática y tratar de ir más allá. No hablamos de overclocking, sino de explorar nuevas funciones, capacidades u otras cosas que parecen locuras. La última ha sido ejecutar el sistema operativo Windows 11 en la memoria VRAM de la tarjeta gráfica NVIDIA RTX 3050.

La tarjeta gráfica está pensada para renderizar los juegos, dicho de manera sencilla. Parte de los cálculos y texturas, se almacenan en la memoria VRAM de la tarjeta gráfica. La cantidad de memoria en la tarjeta gráfica influye de manera directa en el rendimiento de este componente.

Cosas de aficionados al «cacharreo»

El sistema operativo está pensado para ser instalado en un disco duro, ya sea SSD o HDD. No se instala en la memoria RAM, ya que se borraría cuando apagas el ordenador y tendrías que volver a instalarlo. Sería más interesante instalarlo en la RAM, por las velocidades, pero la volatilidad de esta memoria lo hace inviable.

Pero, el youtuber NTDev ha querido probar algo diferente: utilizar la VRAM de la tarjeta gráfica. Concretamente, lo ha hecho en un ordenador portátil con una NVIDIA RTX 3050. Dicha tarjeta gráfica cuenta con solo 4 GB de memoria GDDR6, por lo que no da para ejecutar la versión completa del sistema operativo.

ordenador portátil nvidia rtx 3050

Concretamente, ha usado Tiny11, una versión reducida de Windows 11. Esta versión del sistema operativo solo requiere 2 GB de RAM y 8 GB de espacio de disco duro. Gracias a esta versión reducida, ha podido usar la VRAM de la tarjeta gráfica como si fuera la memoria del sistema.

Lo que ha hecho es asignar los 6 GB de VRAM como si fuera la propia memoria RAM del ordenador. Concretamente, ha utilizado 3550 MB para ejecutar Tiny11, esta versión comprimida de Windows 11. Al requerir mucha menos RAM que la versión completa (Windows 11 exige 8 GB de RAM) lo ha podido hacer sin problemas.

Según ha indicado, ha obtenido rendimientos próximos a los que ofrecería un SSD M.2 PCIe 3.0. Concretamente, ha conseguido velocidades de lectura de hasta 1960 MB/s y de escritura de hasta 2497 MB/s.

¿Para qué sirve esto?

Realmente, no sirve para gran cosa, más que para experimentar y ver posibilidades. Esto igual es interesante para quienes tienen ordenadores viejos, que pueden ver un aumento de rendimiento.

Debemos tener en cuenta que la RAM tiene un bus de comunicación directo con el procesador. Pero, comunicarse con la VRAM supone ir por un bus más lento que el diseñado para la RAM y pasar por la GPU de la tarjeta gráfica. Esto aumenta la latencia y, por consiguiente, reduce las velocidades.

Pero, si tenemos memoria RAM DDR3 en nuestro sistema y tenemos una NVIDIA GTX 1060 6 GB o una AMD RX 580 8 GB, obtendremos un extra de rendimiento. Aunque claro, hacer este proceso es un poco complicado y no apto para cualquiera.

Lo cierto es que estas prácticas no son nuevas. Antes de la llegada de los SSD, se utilizaban sistemas especiales basados en memoria RAM para overclocking (entre otros). Existían una especie de discos duros donde instalabas módulos de RAM y obtenías grandes rendimientos. Pero, tenían el problema que cuando se perdía la alimentación, tenías que instalar todo de nuevo.

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