Los videojuegos han llegado a unas calidades que difícilmente se pueden mantener usando solo la potencia bruta del hardware. Es por ello por lo que, desde hace ya varias generaciones, tenemos entre nosotros técnicas de renderizado y escalado potenciadas por la Inteligencia Artificial, que se encargan de ofrecernos un plus de rendimiento a la vez que mantienen la calidad de los juegos. Estas técnicas son DLSS de NVIDIA, y FSR de AMD. En este artículo vamos a poner de primera mano la nueva iteración de la tecnología FSR3 de AMD.
DLSS fue la primera tecnología de reescalado y generación de frames que llegó al mercado, una tecnología privativa y muy limitada al ecosistema de este fabricante. AMD no quiso quedarse atrás, y lanzó una generación más adelante su propia tecnología, FSR, una tecnología OpenSource para que cualquiera que quisiera implementarla pueda hacerlo sin problemas. Es cierto que, desde entonces, el fabricante rojo ha ido un paso por detrás en cuanto a rendimiento, aunque con la llegada de FSR 2.2 los rendimientos se equipararon.
Ahora, AMD acaba de lanzar el nuevo FidelityFX Super Resolution 3, la nueva versión de esta técnica con la que, finalmente, no solo ha igualado al DLSS de NVIDIA, sino que incluso ha sido capaz de adelantarlo por la derecha.
Novedades de FSR3
La principal novedad que encontramos en esta nueva versión es AMD Fluid Motion Frames (AFMF), la posibilidad de generar fotogramas intermedios en alta calidad, lo cual permite conseguir tasas de fotogramas por segundo de más del doble de las que se obtienen de forma normal, especialmente cuando la CPU es limitada, cuando se renderiza en 4K o cuando hay configuraciones con trazado de rayos extremo.
También se ha mejorado el sistema de escalado respecto a FSR2, el cual ahora es capaz de mantener una calidad prácticamente idéntica a la original. Incluso se ha añadido un nuevo modo de calidad, llamado “Native AA”, el cual nos permite conseguir la máxima fidelidad a la vez que conseguimos ese impulso de FPS.
Además del Native AA, FSR3 utiliza las mismas configuraciones que FSR2, es decir:
- Calidad: renderiza un 67% de los pixeles originales, y genera el resto. Obtiene una calidad idéntica a la original, pero con mayor tasa de FPS.
- Equilibrada: renderiza el 59% de los pixeles originales, generando el resto. Obtiene una calidad casi igual a la original.
- Rendimiento: renderiza el 50% de los pixeles originales, y genera el resto. Este método prima los FPS antes que la calidad y la fidelidad.
- Ultra rendimiento: renderiza solo el 33% de los pixeles originales. Esto se traduce en una mayor velocidad de fotogramas, pero una calidad algo más limitada. Eso sí, los glitches gráficos del FSR2 que ocurrían, por ejemplo, con las partículas o el humo, han desaparecido con FSR3.
Por ahora, solo hay dos juegos que se han actualizado para incluir el FSR3: Forspoken e Immortals of Aveum. Muy pronto lo tendremos en otros muchos juegos, como Avatar o Cyberpubk 2077, entre otros.
¿Cómo se comporta en juegos?
Hemos puesto a prueba el FSR3 en un ordenador con un procesador AMD Ryzen 9 7950XD junto con una gráfica Radeon RX 7900 XT. El primero de los juegos que hemos probado ha sido el Forspoken. Para ello, lo hemos configurado en resolución 4K, calidad todo el máximo, y el FSR3 desactivado.
Al hacer el benchmark, hemos obtenido una media de fotogramas por segundo de entre 45 y 55 FPS. Acto seguido, hemos activado el FSR3, en modo calidad, y el Frame Generation. Hemos realizado el mismo benchmark, y hemos visto que la tasa de FPS se ha disparado hasta los 120-130 de media, un aumento de más del doble. Y la calidad ha sido prácticamente idéntica a la original.
Y, por último, hemos probado el modo “Ultra Rendimiento”, también con el Frame Generation activado, y hemos podido ver cómo el resultado que hemos conseguido en estas pruebas ha sido impresionante: entre 210 y 230 FPS en todo el benchmark, y con una calidad gráfica impresionante, ya que no hemos apreciado diferencia respecto al modo calidad.
También hemos probado el Immortals of Aveum. Este juego es bastante más exigente que el anterior, ya que en 4K, con todos los gráficos al máximo, y con el FSR3 desactivado, nuestra gráfica llega a duras penas hasta los 35 FPS. Pero activamos el FSR3, en modo calidad, y con el Frame Generation, hemos conseguido disparar los FPS hasta entre 70 y 80 dependiendo del momento del juego.
Y, si queremos ir más allá, el modo Ultra Rendimiento nos ha llegado a ofrecer hasta 120 FPS, una auténtica locura que supone hasta 5 veces más de rendimiento de que de forma nativa. Y la diferencia de calidad es inapreciable.
También en Xbox
Aunque de momento es una característica para el futuro, FSR3 también va a llegar a XBOX Series S/X. Esto es posible gracias a que la consola de Microsoft utiliza una arquitectura RDNA2 completa, por lo que llevarlo a estas consolas es una tarea muy sencilla. Y, cuando llegue, será posible jugar a 4K y 60 FPS con RayTracing en la Series S, y llevar al límite el potencial de la Series X con resoluciones 4K (incluso superiores) con hasta 120 FPS.
El futuro promete para Xbox con FSR3. En el caso de PS5, al no ser RDNA2 completo, lo tendrá más complicado.