El acuerdo que conformaron entre Intel y AMD para crear los procesadores Kaby Lake-G con gráficos AMD Radeon Vega toca a su fin, puesto que los de Santa Clara han anunciado que han descatalogado estos procesadores, terminando sus ventas el 31 de enero de 2020 y los envíos el 31 de julio de 2020. Así, se pone fin a una colaboración que ha durado bastante tiempo pero que estaba, al fin y al cabo, condenada a extinguirse.
El lanzamiento de los procesadores Kaby Lake-G con gráficos AMD Radeon Vega fueron una sorpresa para todo el mundo, pues un acuerdo de colaboración entre dos acérrimos rivales no es para nada común. Con éstos, se unieron la potencia de los procesadores de Intel con los gráficos integrados de AMD, entregando un rendimiento en juegos con iGPU que Intel no era capaz de proporcionar por sí misma.
Sin embargo, la colaboración no ha durado más que tres años, y era casi un secreto a voces puesto que la compañía no volvió a lanzar ningún componente más en colaboración con AMD. De hecho, que varios empleados de alto nivel de AMD ficharán por la compañía de azul, ya era un indicativo bastante claro de que Intel quería, finalmente, montárselo por su cuenta.
Los Kaby Lake-G con gráficos AMD Radeon Vega ya son historia
La historia llega a su fin con una publicación en la web oficial de Intel, anunciando en la notificación de cambio número 116889-00 que los mencionados procesadores llegaban a su fin de ciclo, lo que significa que de aquí a nueve meses la compañía dará por cerrado el ciclo y los abandonará definitivamente.
En cualquier caso, aunque el anuncio ya ha sido realizado la compañía seguirá enviando procesadores a quienes los soliciten -principalmente ensambladores-, pero solo hasta julio del año que viene.
La explicación dada por Intel para poner un producto en EOL (End Of Life) tan pronto, solo tres años tras su lanzamiento, es que el mercado ha cambiado mucho desde entonces y ahora la demanda de los usuarios va por otros derroteros, así que van a mover sus esfuerzos hacia «otros productos de Intel».
La colaboración entre Intel y AMD ha sido bastante corta y, de hecho, exigua. Seguramente por el poco éxito de esta familia de procesadores que, por su particular forma, necesitaban un socket y un disipador especiales para darles servicio, lo que limitaba su uso casi prácticamente a sistemas integrados y portátiles.
¿Habrá nuevas colaboraciones entre Intel y AMD?
Dado que Intel lleva ya tiempo trabajando en soluciones de gráficos propias, y prueba de ello son las próximas tarjetas gráficas dedicadas y sus nuevas iGPU Intel Xe Gen 12, la ruptura de esta relación comercial era algo que tenía que terminar produciéndose.
Y no solo eso: todo apunta a que Kaby Lake-G será la última vez que las dos compañías colaboren, así que la respuesta a la pregunta es un claro no.
De todos modos ya sabemos cómo funciona este mundillo, y tampoco podemos decir «de este agua no beberé». Intel sigue siendo la potencia predominante en el mercado de procesadores, pero AMD está presentando una competencia feroz con sus Ryzen mientras que sigue al pie del cañón con sus gráficas dedicadas, así que nunca se sabe. El tiempo lo dirá.