A día de hoy los procesadores son una pieza de hardware de alto valor que además tienen como principal fortaleza su impresionante tecnología de vanguardia y al mismo tiempo su dureza. Es muy raro encontrar problemas en una CPU, pero como bien sabemos su rendimiento estructural y electrónico se merma como en cualquier circuito impreso. Por ello, Intel quiere ir un paso más allá en cuanto a la detección del envejecimiento y lanzará una función llamada: In-Field Scan. ¿Cómo funcionará?
No hay sistema electrónico, pieza de silicio o sistema que no esté afectado por la degradación del silicio. Desde el momento que el voltaje corre por sus líneas y transistores dicha degradación se produce de manera irremediable como el oxígeno que consumimos nos va envejeciendo. A diferencia de nosotros los seres vivos, un procesador no muestra dicho envejecimiento, hasta ahora…
Intel In-Field Scan, una función nueva para CPU
Intel quiere detectar y mostrar dicho problema de envejecimiento con una nueva función que por desgracia no llegará para los procesadores que ya están a la venta. No sabemos exactamente como llegará implementada y cómo será dicha detección, pero sí sabemos que será una función de hardware que permitirá ejecutar diversas pruebas (no especificadas de momento) a nivel del circuito interno del procesador en sus núcleos.
Estas pruebas determinarán si hay problemas en el hardware y que la paridad o las comprobaciones ECC no muestran. Entendemos con ello que habrá varios puntos clave a tratar, como el IMC, los Cores o la iGPU (esta última si llegase a la gama Mainstream) y que el informe será bastante escueto en resultados.
Intel la ha denominado como In-Field Scan o IFS (no confundir con sus servicios de fundición) y llegará en primer lugar a las CPU Sapphire Rapids enfocado a un sector tan concreto como el de los proveedores de servicios online o sistemas HyperScale.
Un kernel para Linux en primer lugar
Todo parece hacerse a nivel de software tras los cambios en el hardware. El kernel del SO tiene que interpretar lo que un driver integre a modo de firmware como si fuese un microcódigo aparte del de la propia CPU.
Esto parece complejo porque evidencia la necesidad de que el software se adapte a cada serie o generación de procesadores, y así será. El driver (por definirlo en conjunto de alguna manera, firmware para los más puristas) permitirá diversas opciones, como probar todos los núcleos o uno específico tras lo cual se generará un informe con los datos de dichas pruebas.
Con esto los administradores de sistemas podrán tener claro que núcleo falla por envejecimiento o degradación, cuáles están bien o simplemente algún problema derivado de los mismos, como una latencia mayor en la ejecución de instrucciones, caídas de voltaje, de frecuencia o mayores tiempos de acceso a las cachés.
No sabemos si esto llegará finalmente a las CPU de escritorio con Raptor Lake, por ejemplo, quizás no sea siquiera necesario, pero sin duda desde el punto de vista del diagnóstico de problemas es un punto muy a favor del equipo azul. Sapphire Rapids será la primera arquitectura que cuente con In-Field Scan y llegará en breve al mercado, tras lo cual podremos tener una mejor idea de lo que ofrece.