Parece que ni cambiando los logos se terminan los problemas para Intel. El día 28 de julio, el comité de revisión de patentes de la oficina estatal de propiedad intelectual admitió a trámite una petición del Instituto de Microelectrónica Chino mediante la que acusan a Intel de infringir la patente 201110240931.5, comúnmente conocida como patente FinFET, y reclaman a la compañía 200 millones de yuanes, algo más de 28,6 millones de dólares.
Dado que esta infracción de patente puede tener consecuencias bastante graves para Intel, a buen seguro que reclamarán esta denuncia. Todos los semiconductores de Intel utilizan tecnología FinFET, por lo que si esta acusación es cierta, la violación de la patente puede ser bastante grande. Parece que todo son problemas últimamente para Intel.
Intel, Microelectronics China y la patente FinFET
La cosa viene de tiempo atrás. El incidente comenzó en febrero de 2018 con ina demanda presentada en el Tribunal Superior de Beijing, China. Los demandantes fueron de nuevo Microelectronics y el demandado Intel, y alegaban que la serie de procesadores Intel Core infringía su patente FinFET, pidiendo a Intel que dejara de hacerlo y pagara 200 millones de yuanes por daños y perjuicios.
Desde entonces, Intel ha estado trabajando mucho en la respuesta a los litigios iniciados contra la compañía. En marzo de 2018 Intel presentó por primera vez una solicitud no válida de patentes FinFET ante la comisión de revisión, y en septiembre del mismo año se realizó una revisión oral de la misma. El 31 de enero de 2019, la comisión emitió una decisión de revisión para mantener la validez de la patente, que data de 2011. Luego Intel volvió a presentar otra revisión de la misma, de nuevo considerada no válida.
Al mismo tiempo, en septiembre de 2018 y marzo de 2019 Intel presentó dos solicitudes ante la Oficina de Patentes y Marcas de EEUU (USPTO) para patentes FinFET, pero dichas solicitudes fueron rechazadas (básicamente porque ya existían dichas patentes, propiedad de Microelectronics China). En abril y noviembre de 2019 Intel volvió a insistir y presentó otro alegato para impugnar la decisión, el cual fue rechazado en enero de 2020.
Hasta ahora, desde China a Estados Unidos, Intel ha agotado casi todos los medios que tenía para salir «ganando» (o al menos no perjudicado) en este litigio, y todos sus alegatos han sido rechazados.
Intel no puede prescindir del proceso FinFET
Durante mucho tiempo Intel ha tratado de legitimar el uso de su proceso de fabricación FinFET, pero en todas las ocasiones sus alegatos han sido rechazados de pleno. Si bien la decisión todavía no está tomada, todo apunta a que Intel tendrá que «pasar por el aro» y aceptar la petición del demandante, que reclama unos 28,6 millones de dólares (algo que en realidad no haría demasiado daño a una compañía del tamaño de Intel) y que dejen de utilizar esta tecnología, algo que sí les haría daño verdaderamente.
FinFET ha sido la elección de muchos de los fabricantes más potentes del mundo, e Intel la utiliza desde 2011 con la tercera generación de procesadores Intel Core a 22 nm. Los procesadores que vinieron después han seguido utilizando la misma tecnología, y si bien todavía no se conoce el alcance de la demanda, si al final Intel sale perdiendo podría implicar retirar prácticamente todo su catálogo de procesadores del mercado.
En otras palabras, si al final Intel sale perdiendo con esta demanda no solo tendrá que pagar una cuantiosa cantidad de dinero, sino que se le haría un irreparable daño al obligarle a retirar del mercado casi todos sus procesadores (si no todos) y a cambiar sus procesos de fabricación para dejar de utilizar esta tecnología. Precisamente este puede ser el último alegato de la compañía, ya que podría significar su total destrucción en este segmento del mercado.