Si ya tienes decidido que vas a comprar una nueva plataforma con procesador Intel pero no tienes claro qué procesador es el más adecuado para ti, en este artículo vamos a darte una serie de consejos y cosas que deberías tener cuenta antes de comprar un procesador de Intel.
Este no es el típico artículo de Intel vs AMD. Tomamos en cuenta que ya has decidido que te decantas por Intel, así que lo que vamos a proceder a explicar son las cosas que debes tener en cuenta a la hora de acertar y comprar el procesador más adecuado para tus necesidades, aunque como siempre, dependerá también de tu presupuesto.
Generación y gama
Lo primero en lo que deberías fijarte antes de comprar un procesador de Intel es en la generación y en la gama. Muchos fabricantes OEM (de portátiles y sobremesa) usan estrategias de marketing para meternos grandes números por los ojos. ¡Dieciséis hilos! ¡4,5 GHz de velocidad! ¿Realmente necesitas esto?
Actualmente Intel tiene en la calle los procesadores de novena generación, pero la décima está ya al caer. Dependiendo de tu presupuesto, quizá no te interese comprar un procesador de la última generación y te convenga esperar a que lancen una nueva generación, momento en el que los de la anterior suelen bajar de precio y podrás comprar un excelente procesador por menos dinero.
En cuanto a la gama, como sabéis Intel tiene los Pentium, Core i3, Core i5, Core i7 y Core i9 (tienen más, pero centrémonos en las más comunes para el usuario medio). Si tenemos que resumir -de manera un tanto burda, eso sí- la gama para el tipo de uso, esta sería la recomendación:
- Tareas básicas, ofimática y multimedia: Pentium o Core i3.
- Gaming, uso general: Core i5 o incluso Core i7.
- Uso intensivo / extremo: Core i7 o Core i9.
Por norma general si lo que buscas es un procesador para gaming, deberías valorar un Core i5 o un Core i7. Los Core i7 cuentan con tecnología HyperThreading y suelen ser más rápidos, pero tienen la desventaja de que su TDP es mayor, y por lo tanto necesitarás un buen disipador para combinar con el procesador.
¿Multiplicador desbloqueado?
Una gran parte de los procesadores de Intel tienen su versión «normal» y su versión «K», que vienen con el multiplicador desbloqueado (por ejemplo, el Core i7-8700 y el Core i7-8700K). Estos modelos con multiplicador desbloqueado muchas veces tienen una velocidad de funcionamiento ligeramente superior, pero su principal facultad es que podremos hacerles overclock de manera muy sencilla desde la BIOS, simplemente aumentando su multiplicador para que funcionen a mayor velocidad.
Claro que estos procesadores tienen un precio superior a los normales, y por lo tanto es razonable tener la duda de si merece la pena o no pagar ese plus. ¿Pretendes hacer overclock? Si la respuesta es que no, no lo dudes y ve a por un modelo normal. Si pretendes hacer overclock, aunque sea a medio o largo plazo, entonces la versión «K» debería ser tu opción, pero como siempre debemos advertirte de que el overclock es una práctica peligrosa que en casos extremos podría dejar inservible el procesador, causa más calor e inestabilidad en el sistema en muchos casos.
Núcleos, hilos y velocidad
Seamos francos: cuantos más núcleos e hilos de proceso tenga el procesador, mayor rendimiento tendrán (al menos en aplicaciones que admitan multi hilo), y por supuesto cuanto mayor sea la velocidad de funcionamiento mayor será su capacidad de proceso y, por lo tanto, está directamente relacionado con el rendimiento.
Ahora bien, ¿necesitas un procesador de 8 núcleos y 16 hilos para jugar? Probablemente no. Pero si pretendes jugar a juegos de última generación a resolución 4K o si pretendes hacer un uso profesional del equipo, entonces sí que deberías plantearte el comprar un procesador Intel de cuantos más núcleos mejor, dentro de tu presupuesto.
Esto evidentemente es algo personal dependiendo de tus necesidades, pero lo que queremos decirte es que no te dejes engañar por el marketing y la «guerra de los números», porque quizá no necesites un procesador tope de gama para cubrir tus necesidades, y tendrías un procesador sobredimensionado habiéndote gastado más dinero de la cuenta.