El nuevo chip de Google dice resolver un problema que ni un súper ordenador podría
Google sigue sacando pecho con sus hazañas, y ahora acaba de anunciar su último procesador cuántico, al que han llamado Willow. El gigante tecnológico afirma en su blog que este chip se distingue de cualquier otro jamás fabricado esencialmente por dos factores: el primero es su increíble velocidad en pruebas de cálculo, y el segundo la forma en la que reduce exponencialmente los errores que comete -algo habitual en ordenadores cuánticos- a medida que aumenta el número de qubits.
Pero lo que de verdad llama la atención es la afirmación de la propia Google: en sus pruebas internas de muestreo aleatorio de circuitos (RCS), que se considera la prueba más difícil a la que se puede someter a un ordenador cuántico, Willow la finalizó en menos de cinco minutos. Para poner esto en perspectiva, Frontier, el súper ordenador más potente de 2024, tardaría 10 septillones de años en realizar el mismo cálculo… eso es 1025 años, por lo que sería absurdo y se determina que no lo puede realizar en la práctica.
Willow, el nuevo chip cuántico de Google
Como hemos mencionado hace un momento, el segundo factor del que Google presume con este chip es su capacidad para reducir el número de errores de cálculo cometidos de forma exponencial a medida que aumenta el número de qubits. Según Google, este avance resuelve un reto clave en la corrección cuántica de errores que este campo lleva más de 30 años intentando resolver. Google respalda estas afirmaciones con un artículo técnico titulado «Quantum error correction below the surface code threshold» que significa algo así como «Corrección cuántica de errores por debajo del umbral de código de superficie».
En sus pruebas, Google ha utilizado matrices de qubits cada vez más grandes, pasando de la típica rejilla de 3×3 qubits codificados a 5×5 y luego a 7×7. En cada uno de estos «saltos», la tasa de errores se redujo a la mitad, motivo por el que explican que la tasa de errores se reduce exponencialmente.
Google afirma haber fabricado Willow en sus propias instalaciones de Santa Bárbara. El procesador cuenta con 105 qubits, lo cual puede no parecer gran cosa pero realmente si es tan bueno como dicen, es normal que presuman de que «la calidad es mejor que la cantidad» en este caso. Y es cierto, producir un mayor número de qubits no serviría de nada si están arrojando un enorme porcentaje de errores, ¿no?
El gigante tecnológico dice que seguirá trabajando con Willow de ahora en adelante para avanzar en la hoja de ruta de procesadores cuánticos que se han marcado, y son bastante optimistas porque dicen que esperan «entrar en el reino de los algoritmos que están más allá del alcance de los súper ordenadores clásicos y que son realmente útiles para los problemas del mundo real».
Estos nuevos chips Willow de Google han llegado solo cinco años después de que la compañía se reivindicara como la «supremacía cuántica», cuando lanzaron su procesador Sycamore de 54 qubits. Sin embargo, Sycamore resultó bastante… controvertido, por decirlo de alguna manera, ya que IBM entró al trapo para contradecir las afirmaciones de Google, pero bueno, eso ya es otra historia. Veremos si ahora IBM salta a la palestra para hablar mal de Willow.