La reciente invasión de Ucrania por parte de Rusia, ha provocado que muchas empresas dejen de suministrar componentes a los rusos. Debido a estas restricciones, Rusia habría solicitado a China el suministro de procesadores Loongon. Pues bien, esta pueda acabar de ser cerrada por parte de China, que prohíbe la exportación de estos componentes.
Durante mucho tiempo China ha estado trabajando para el desarrollo de sus propios procesadores. Actualmente, ya cuentan con varias soluciones en este ámbito, siendo los más destacados los procesadores Loongson. Poco se conoce respecto a estos procesadores, ya que serían sobre todo para uso interno y así dejar de depender de empresas estadounidenses.
China no venderá sus procesadores a Rusia
El medio generalista Kommersant, ha citado fuentes próximas al Ministerio de Desarrollo Digital de Rusia y el comercio electrónico. Según indican, el gobierno chino ha prohibido el suministro de procesadores Loongson a Rusia, entre otros países.
No quedan muy claros los motivos por los cuales se han dejado de suministrar estos procesadores. Lo más probable sería que la producción es reducida y estos chips se usan en mayormente en el campo militar y en industria. Debido a la demanda interna y la baja producción, no sería viable vender a otros países.
Realmente, esto no supone un gran problema para Rusia, al menos, a corto plazo. Son pocos los chips chinos que habrían distribuido a los rusos, sin dependencia real para este país de dichos procesadores. Lo que preocupa realmente son las importaciones paralelas de otros procesadores dentro de un mercado gris.
Rusia tiene un montón de sanciones internacionales para limitar sus capacidades y hundir su economía. Esto hace que Intel o AMD no puedan vender sus componentes en este país, aunque quieran. Pero, Rusia los adquiere en un mercado gris, comprando a países vecinos sin sanciones.
Cabe destacar que Rusia tenía intención de aumentar el uso de los procesadores Loongson en un futuro. Así que, de momento, esta opción está totalmente descartada, al menos en estos momentos. Si China consigue mejorar la producción de estos procesadores, podría reanudar la venta a terceros países.
Difícil ver estos componentes fuera de China
Aquí hay un cruce fuerte de intereses entre Estados Unidos y China, sumergidos en una guerra comercial importante. Estados Unidos no quiere perder su dominancia en el mercado del hardware y China quiere ser independiente.
Hemos visto como China, en los últimos años, ha trabajado para crear sus propios componentes. Recientemente, han mostrado sus primeras tarjetas gráficas destinadas a juegos, que no son muy potentes, pero son un gran salto.
Para evitar esto, Estados Unidos ha agregado a la lista a las empresas chinas fabricantes de procesadores y chips de memoria. Países Bajos y Japón podrían seguir esta senda, lo cual supondría un gran problema. Países Bajos tiene ASML, quien fabrica las maquinas que producen los chips. Japón es el principal suministrador de obleas de silicio para fabricar memorias y chips.
China, ante todo esto, ha iniciado un procedimiento en la Organización Mundial del Comercio para que impida estas restricciones. Parece bastante difícil que este organismo puede levantar las sanciones estadounidenses.