Arm quiere fabricar sus propios procesadores y subir los precios de sus licencias

Desde mediados de 2024, en el mercado podemos encontrar una nueva gama de procesadores de la mano de Qualcomm, procesadores que utilizan arquitectura ARM, la misma que se encuentra en todos los procesadores de Apple desde 2020.
Esta empresa británica, que estuvo a punto de ser comprada por NVIDIA (las leyes antimonopolio no dieron el visto bueno), siempre ha desempeñado un papel en segundo plano dedicándose únicamente a cobrar una pequeña regalía por la propiedad intelectual que tanto Apple como Qualcomm y Microsoft utilizan para diseñar sus chips que utiliza la tecnología ARM.
Sin embargo, Arm Holdings, quien se encuentra detrás de su diseño, se ha dado cuenta de que se está quedando sin una parte muy importante de este jugoso pastel y lleva un tiempo estudiando la posibilidad de ampliar sus ingresos que, durante al pasado, fueron de 3.230 millones de dólares, cifras muy alejadas de las de sus principales clientes.
Arm quiere su parte del pastel
El director ejecutivo de SoftBank, Masayoshi Son, quien posee el 90% de Arm y el CEO de la compañía, Rene Haas, quieren que otras empresas saquen un mayor rédito de su propiedad intelectual.
Durante el juicio que a finales de 2024 se celebró y que enfrentaba a Qualcomm y Arm, se mostraron documentos de agosto de 2019 en los que los máximos responsables de la compañía contemplaron una subida de precio de sus tarifas del 300%.
La intención que tenía Arm, incrementar el precio que cobra actualmente por utilizar la arquitectura Armv9 para así generar 1.000 millones de ingresos adicionales anuales solo en teléfonos inteligentes. Una vez que la arquitectura ARM ha llegado a los ordenadores, recordemos que lo hizo de la mano de los procesadores M de Apple, la previsión de ingresos sería mucho más elevada.
Qualcomm, quien no se lleva especialmente bien con Arm desde hace muchos años, adquirió en 2021 la empresa Nuvia, una empresa creada por los diseñadores de los procesadores con arquitectura ARM de Apple para así reducir la dependencia de las soluciones prediseñadas de Arm.
Un ejemplo de la mala relación entre ambas compañías, a pesar de trabajar de forma conjunta, es lo encontramos en una declaración del presidente ejecutivo de Qualcomm,Cristiano Amor, durante el juicio que celebraron a finales del año pasado, donde afirmó que Arm le había comunicado a Samsung que el acuerdo Arm y Qualcomm expiraba en 2025 y no en 2033 cuando realmente el acuerdo de uso de licencias entre ambas empresas finaliza. Esto provocó el malestar de Samsung quien redujo el acuerdo de suministro de 3 a 2 años.
Estudia fabricar sus propios procesadores
Durante el juicio, el CEO de Arm apuntó que en 2022 estuvieron contemplando un posible cambio de negocio, apostando por la venta de chips, aunque le restó importancia afirmando que se trata de discusiones de estrategia a largo plazo.
Si Arm entra en el diseño y fabricación de procesadores con arquitectura ARM, la oferta disponible a futuro puede ser de lo más amplia y variada que afectaría a una reducción de precios a la baja, ya que NVIDIA también está trabajando en procesadores con esta arquitectura de la mano de MediaTek, el principal rival de Qualcomm.
Los planes de Qualcomm llevan en el aire desde varios años y, de momento, no ha movido ficha al respecto, por lo que, de momento, no podemos afirmar que los planes a futuro de Arm pasen por convertirse en un fabricante de procesadores con arquitectura ARM.