Una de las capacidades que tiene el USB-C son los llamados Alt Mode que entre otras cosas permiten transmitir vídeo. Sin embargo, uno de estos modos no se ha usado y por ello han anunciado el fin de su vida. Estamos hablando del HDMI Alt Mode, el cual consiste en combinar USB-C y HDMI. ¿Qué ha provocado su conclusión como estándar?
Muchos de los portátiles que han aparecido en los últimos años disponen de un puerto USB del tipo C un tanto especial. Nos referimos a los puertos USB-C Alt DP, los cuales utilizan el ancho de banda de estos puertos para periféricos no solo para transmitir datos, sino también para poder alimentar a un monitor externo y poder enviarle la señal de vídeo a través del protocolo DisplayPort. Pues bien, para los monitores y televisores con salida HDMI existía un cable llamado HDMI Alt Mode. El cual ya no tiene futuro y no lo decimos nosotros, sino los que han creado dicho estándar.
La muerte del HDMI Alt Mode
Si hay una conexión que no nos vamos a cansar de ver en los próximos años es la del USB tipo C, dado que no solamente tiene la utilidad de poder transmitir datos, sino que además se puede utilizar para cargar dispositivos con potencia ya no de dos cifras, sino incluso de tres cifras. Al mismo tiempo, esto ha permitido la existencia de los cables USB Alt-DP para poder transmitir vídeo. El caso es que tiene más utilidad un puerto USB-C que uno que sea micro-HDMI o mini-HDMI.
Pues bien, debido a que en los teléfonos móviles se ha adoptado el uso de la conexión por cable USB-C como estándar, el consorcio encargado de estandarizar el HDMI en 2016 propuso un tipo de cable que consiste en que un extremo es del tipo C, pero, en cambio, el otro extremo es una salida HDMI convencional con el objetivo de poder retransmitir vídeo.
¿Por qué he ocurrido?
Pues bien, esto se había quedado estancado en el uso del HDMI 2.0, lo cual es normal si tenemos en cuenta que el USB4 puede otorgar 40 Gbps a lo mucho, y en muchas interfaces se queda en los 32 Gbps. Por lo que es imposible usarlo para la versión 2.1 del estándar de emisión de vídeo que llega hasta los 48 Gbps. Sin embargo, con el cambio de normas, ahora cualquier cable HDMI 2.0 en adelante se considera como tal, haciendo que las tecnologías extras pasen a ser opcionales.
Esto a su vez le abría la puerta al HDMI Alt DP para una actualización viable, sin embargo, ya han anunciado que no van a mejorarlo y, por tanto, se queda tal como está. Por lo que no va a tener actualizaciones y el problema es que se trata de un tipo de cable que muy poca gente ha llegado a utilizar. El motivo de ello es simple, se trata de un tipo de cable que no se pensó para poder alimentar al monitor, en cambio, el USB-C Alt-DP sí. El hecho de que las pantallas portátiles requieran de una fuente de alimentación externa ha sido uno de los motivos que han llevado a su desuso generalizado.
Era un cable que nadie usaba
Sin embargo, hay una serie de puntos clave que explican el final del HDMI Alt DP y para ello nos tenemos que situar con respecto al hardware. Resulta que la mayoría de controladores de pantalla de las consolas de videojuegos y de las tarjetas gráficas de los PC son DisplayPort. ¿Cómo es eso posible si mi PS5 o mi Xbox Series tienen salida HDMI? Pues por el hecho que existe un pequeño chip encargado de convertir la señal DisplayPort a HDMI.
La realidad es que es mucho más simple convertir una señal DisplayPort a HDMI, además, que el controlador de pantalla es común para todo el hardware de una marca y una generación. No tiene sentido diseñar uno para cada estándar de señal de vídeo. No olvidemos que el HDMI Alt DP requiere que el dispositivo soporte dicho modo de serie para poder funcionar y hay pocos que lo hacen. Es más, la gran mayoría de dispositivos requieren un Dock precisamente por dicho motivo. Cuando sería más barato para el fabricante usar un cable HDMI Alt e incluirlo de serie junto al dispositivo.