Poco importa que te hayas gastado un dineral en tu PC gaming si el monitor no tiene unas características en consonancia (¿quién se compraría por ejemplo una RTX 4090 para jugar en un monitor 1080p con 60 Hz?). En el mercado hay muchos monitores considerados como gaming por su rapidez y bajo tiempo de respuesta, pero con el auge de los paneles OLED ahora la experiencia de juego se ha puesto a niveles nunca vistos. Y ASUS, con el ROG Swift OLED PG34QCDM que analizamos en el día de hoy, se ha puesto a la cabeza de «los mejores».
El mercado está comenzando a llenarse con monitores gaming OLED con grandes especificaciones técnicas, pero a decir verdad casi todos parecen un calco de los anteriores. ASUS ha querido diferenciarse de todos los demás con el nuevo PG34QCDM, un monitor que da un paso más allá trayendo la tecnología OLED al ámbito de los monitores ultra panorámicos y con unas características técnicas que son la envidia de sus competidores. Vamos a verlo.
ASUS PG34QCDM, especificaciones técnicas
ASUS ROG Swift OLED PG34QCDM | |
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Tipo de monitor | Gaming OLED Ultrapanorámico |
Tamaño de pantalla | 34 pulgadas |
Resolución | 3440 x 1440 píxeles |
Tecnología de panel | WOLED |
Frecuencia de refresco | 240 Hz |
Tiempo de respuesta | 0.03 ms (GtG) |
HDR | HDR10 |
Adaptive Sync | AMD FreeSync Premium Pro G-SYNC compatible |
Brillo | Típico (SDR): 275 cd/㎡ Máximo (HDR): 450 cd/㎡ |
Relación de contraste | 1.500.000:1 |
Curvatura | 800R |
Gama de color | 99% DCI-P3 135% sRGB |
I/O | 1x DisplayPort 1.4 DSC 2x HDMI (v2.1) 1x USB-C DP Alt Mode Conector de auriculares Salida de audio SPDIF USB Hub : 2x USB 3.2 Gen 1 Type-A + 1x USB 2.0 Type-A |
Peso | 8.4 Kg (con base) 5.6 Kg (solo pantalla) |
Base / ergonomía | Ajuste de inclinación +20° ~ -5° Ajuste de altura 110mm Ajuste de pivote +15° ~ -15° Anclaje VESA 100 x 100 |
Consumo | |
Precio | 1.499€ |
En este PG34QCDM, ASUS utiliza un diseño ultra panorámico con curvatura 800R con la habitual resolución 21:9 de 3440 x 1440 píxeles que suelen tener los monitores ultrawide de 34 pulgadas; lo que no es tan habitual es utilizar este formato con un panel OLED, que como sabéis son muchísimo más rápidos que los paneles LCD tradicionales y en este caso proporciona una frecuencia de refresco de hasta 240 Hz compatible con las tecnologías G-Sync Compatible y AMD FreeSync Premium Pro, además de por supuesto un tiempo de respuesta ultra bajo de 0,03 ms.
Utilizar un panel OLED, además de dotar al monitor de una rapidez inusitada, también permite generar un brillo máximo de 450 cd/m2 y una representación de colores que cubre el 99% del espacio de color DCI-P3 y un 135% del sRGB. Por supuesto, es un monitor HDR con certificación HDR10.
En cuanto a la conectividad, el ASUS PG34QCDM va bien servido con una entrada DisplayPort 1.4 DSC, un USB-C DP Alt Mode con 90W de entrega de energía, dos HDMI 2.1, un HUB USB 3.2 Gen 1 con dos puertos, conector de auriculares y ojo al dato, que también tiene una salida de audio óptica S/PDIF.
En términos de ergonomía, el monitor cuenta con anclaje VESA 100, pero su base en forma triangular permite ajuste en inclinación y altura, aunque echamos de menos que se pueda girar también. Además, en el brazo de montaje incorpora un socket de 1/4 de pulgada, el estándar para poder anclar ahí dispositivos como webcam o micrófonos.
Finalmente, cabe mencionar que este monitor cuenta por supuesto con tecnología Aura Sync de ASUS, que permite configurar colores RGB en este caso en la parte trasera. También cuenta con un disparador holográfico para la parte de abajo. Luego lo vemos en detalle.
Unboxing y montaje
El ASUS PG34QCDM es un monitor de 34 pulgadas de diagonal, y por lo tanto necesita una caja de grandes dimensiones. Adornada con los habituales colores rojo y negro de ASUS, en la parte exterior podemos ver nombre, modelo, imágenes del producto y sus principales características destacadas en forma de icono en uno de los laterales.
El interior cuenta con el habitual cartón de tipo «huevera» en cuya parte superior encontramos la base, el brazo, la fuente de alimentación y el resto de accesorios que veremos en seguida. Bajo esto (que hay que sacar de la caja), encontraremos el monitor.
Pero vamos como siempre a ver primero todos los accesorios, comenzando por los panfletos informativos con instrucciones, calibración y demás.
En una pequeña bolsa tenemos varios cables, incluyendo HDMI, DisplayPort y USB para el hub.
La fuente de alimentación es externa y tiene una potencia de, ojo al dato, 280 vatios. ¿Por qué si el monitor consume una octava parte de esto? Porque como hemos mencionado antes, el USB-C tiene hasta 90W de entrega de energía; aun así la fuente tiene una potencia exagerada, pero bueno, más vale que sobre.
Antes mencionamos que este monitor tiene un disparador holográfico para la parte de abajo, algo que ya hemos visto en varios monitores de la marca. Este es el accesorio para instalar en esa parte y que nos permitirá cambiar lo que queramos que se vea; de serie, vienen dos logos de ASUS pero también tres transparentes para que podemos hacer nuestras propias creaciones. Como podéis ver, esta «tapa» viene con tres imanes para poder ponerlo y quitarlo fácilmente.
También viene un adaptador para poder montar el monitor en un anclaje VESA 100 estándar, por supuesto con el logo de ROG.
El brazo del monitor tiene un tamaño, peso y consistencia considerables, normal porque la pantalla pesa bastante. El anclaje se realiza sin herramientas, en la parte del monitor entra con un solo clic mientras que en la inferior (la que anclaremos a la base) es con un tornillo que se puede girar con los dedos. Podéis ver que tiene conectores a ambos lados, precisamente para la iluminación y para el disparador holográfico.
La base tiene forma triangular con tres patas, la trasera más corta que las otras dos.
Vamos ahora con la parte de la pantalla; estamos ante un monitor muy grande y además curvado, por lo que es bastante complicado el enseñaros la pantalla sin montar sin correr el riesgo de estropear algo, así que vamos a pasar directamente al montaje y después vemos sus peculiaridades.
Para montar el ASUS PG34QCDM, hay que sacar esta parte que podéis ver en la siguiente imagen, y apartando un poco el plástico protector tendremos acceso al anclaje del centro, donde hay que montar el brazo.
Simplemente introduciendo el brazo en la posición correcta hasta que haga clic, ya estará montado. Complicación cero.
Con el brazo montado, ya podemos ponerle la base. Simplemente hay que colocarla en el extremo del brazo y apretar con los dedos el tornillo.
Hecho esto, podemos colocar el accesorio que vimos antes para el logo mediante el holograma.
Con el monitor ya montado (se hace literalmente en 30 segundos), ya podemos ponerlo de pie y retirar sus protecciones, y estará listo para usar en cuanto lo conectemos.
Pero antes de conectarlo y encenderlo, vamos a ver sus detalles. Para empezar, en la zona inferior en el centro tenemos esta «plaquita» que se iluminará con el monitor encendido. Personalmente me molesta una luz ahí justo debajo de donde estás mirando, pero debéis saber que afortunadamente se puede apagar.
El monitor por supuesto nos permite ajustar su altura, con una diferencia de 11 centímetros entre la posición más baja y la más alta.
La parte trasera no difiere demasiado de otros monitores de ASUS que hemos analizado en el pasado, con una estética sobria y bonita y adornada por el logo de ROG en la parte derecha que, como ya supondréis, se iluminará con el monitor encendido.
El logo consiste en una cuadrícula estilo pixel-art del logo de ASUS ROG.
Igual os ha llamado la atención esa «cosa» roja en la parte de arriba. Es un protector para un puerto USB 2.0, para tenerlo siempre a mano. Es ideal por ejemplo para conectar el dongle USB de unos auriculares inalámbricos.
En la parte de arriba del brazo de soporte tenemos ese anclaje de 1/4″ estándar, además engomado para que no se dañe el producto al enroscar un brazo de micrófono por ejemplo.
En la zona inferior tenemos los puertos de conexión, todos ellos mirando hacia abajo. Por suerte, en el plástico ASUS los ha identificado todos perfectamente.
En pleno centro tenemos dos botones y un joystick que nos permitirán tanto encender y apagar el monitor como controlar sus funciones en el OSD.
En el lado derecho (izquierdo si miras el monitor de frente) tenemos la entrada DisplayPort y la USB-C, pero también el conector USB Type-B y dos Type-A, que son el hub USB. Podéis ver que uno de los USB 3.2 está en la parte de abajo para mayor comodidad.
En el lado opuesto tenemos el conector de alimentación, la salida óptica S/PDIF, los dos HDMI y en la parte de abajo, el conector minijack para auriculares.
De esta manera, a los lados del mando central tenemos tanto un USB como el conector de auriculares para poder utilizarlos de forma cómoda. Está muy bien pensado, porque la mayoría de monitores que tienen hub USB o salida de auriculares tienen los puertos en zonas poco accesibles.
El monitor, como podéis ver en esta vista lateral, en realidad ocupa bastante espacio en el escritorio ya no solo por el ancho sino también por su profundidad, porque entre la pantalla curvada y lo que ocupa su peana te estará comiendo más de 30 centímetros de la mesa.
Visto el monitor, ha llegado la hora de conectarlo a un PC y comprobar qué tal funciona a la hora de la verdad.
Probando el ASUS ROG Swift PG34QCDM
Nada más encender el monitor, lo primero que llama la atención es su iluminación. Está presente no solo en el gran logo de ROG de la parte trasera, sino también en el logo SWIFT del brazo, en esa plaquita que os enseñamos antes del frontal, en la propia base y también en el holograma.
La iluminación en general es de color rojo, y solo es configurable el color RGB del logo grande de la parte trasera.
Continuamos. También al encenderlo el monitor nos recibe con el logo de ROG sobre fondo negro, acompañado de los logos de FreeSync, G-Sync y HDMI.
Como siempre que analizamos una pantalla OLED, tenemos que contaros que ninguna de las imágenes que vais a ver aquí hacen justicia a lo bien que se ve en persona, tanto porque la cámara no es capaz de captar la intensidad de los colores, como porque aunque así fuera, si no tenéis un monitor OLED para verlo, vuestro monitor tampoco sería capaz de reproducirlo. Pero creednos, se ve que es una auténtica locura, y más todavía porque esta pantalla no tiene acabado brillante sino mate, por lo que apenas refleja la luz.
En el OSD del monitor podemos ver un montón de parámetros y configurar infinidad de características, desde activar y desactivar la frecuencia variable o los modos GamePlus, Game Visual y Shadow Boost, hasta manejar a mano brillo, contraste o el filtro de luz azul, pasando por el balance de colores, la entrada de vídeo, los modos PiP/PbP, los efectos de iluminación externos que acabamos de ver, etc. Es un OSD muy completo y fácil de manejar, la verdad.
Vamos ahora sí a ver de lo que es capaz; comenzamos con el balance de blancos y negros, que como en todas las pantallas OLED es impresionante porque los negros se ven negros de verdad (no un negro grisáceo) y los blancos casi hacen daño a la vista por su intensidad de brillo.
Con los colores pasa lo mismo, tienen una intensidad a la que no se le hace justicia en las fotografías.
La uniformidad del panel es absoluta, con cero fugas de luz.
Por supuesto, estamos ante un monitor gaming diseñado para proporcionarnos la mejor experiencia en videojuegos, y hemos estado probando este ASUS PG34QCDM en títulos como Helldivers 2 o Elden Ring. Ya no es solo la riqueza e intensidad de colores del panel OLED que monta este monitor, ni tampoco la excelente velocidad que esos 240 Hz con frecuencia variable nos proporcionan y que dan una fluidez a los juegos apabullante, es que además al ser un monitor ultra panorámico y curvado la sensación de inmersión es impresionante.
Qué os vamos a contar sobre la experiencia de juego con este monitor: es sublime. Personalmente, un servidor está acostumbrado a un monitor de 27″ 1440p con 165 Hz y G-Sync, y desde luego la experiencia de juego es muy buena. Anteriormente tuve un monitor de 34 pulgadas curvado y con esta misma resolución, pero tenía 60 Hz y sin duda no era lo ideal para jugar. Este ASUS PG34QCDM coge lo mejor de ambos y lo mejora todavía más con más rapidez y la calidad de uno de los mejores paneles OLED del mercado, así que la experiencia de juego es abrumadora. Poco más que decir, señoría.
Conclusión y veredicto
Es verdad que este monitor cuesta casi 1.500 euros, aunque en algunas tiendas se puede encontrar por algo menos. Los monitores gaming OLED de altas prestaciones como este suelen rondar los 1.000-1200€, pero por lo general son 1440p planos y con factor de forma 16:9 estándar. Con el ASUS PG34QCDM tenemos lo mismo pero en un formato ultra panorámico que nos da más espacio de escritorio para trabajar, más visión en los juegos competitivos y más inmersión en los triple A para disfrutarlos como nunca, ¿qué más podríamos pedir?
Pues aparte de una experiencia visual impresionante, una rapidez apabullante. Sus 240 Hz como máximo (180 Hz si lo conectas por HDMI, ojo) y 0,03 ms de tiempo de respuesta lo convierten en un monitor ideal también para juegos competitivos.
Además de esto, el monitor proporciona una amplia conectividad incluyendo USB-C y varios USB-A para periféricos, una muy buena ergonomía que permite colocarlo casi en cualquier posición, y una estética gaming con iluminación RGB configurable que desde luego, no deja indiferente ni siquiera a quienes no son muy amigos de la iluminación RGB.
Por todo ello, pensamos que estamos posiblemente ante el mejor monitor gaming del mercado en 2024, al igual que opinamos que el sobreprecio con respecto a otros monitores OLED vale la pena, motivos por los que no podemos sino otorgarle nuestro galardón de Platino, así como nuestra recomendación tanto por su rendimiento como por su diseño.