Los cables USB son utilizados por diversos dispositivos tanto para transmitir energía como para transferir datos desde el ordenador a los periféricos o dispositivos que conectamos en él. Eso sí, escoger un buen cable es difícil por la gran variedad de alternativas que tenemos y por la tendencia a romperse que tienen con el tiempo. ¿Conoces todos los tipos de cables USB? ¿Serías capaz de acertar a adivinar todas sus variantes? Esta es la guía definitiva.
Teléfonos móviles, impresoras, teclados, ratones, auriculares… la cantidad de dispositivos y periféricos que usan interfaces USB es inmensa, por no decir que a día de hoy es difícil encontrar un aparato que emplee un puerto propietario. No obstante, desde el lanzamiento del puerto original, conocido como USB Tipo A, han ido apareciendo diferentes variantes con el paso de los meses y los años.
Además, se da la circunstancia de que en los últimos años, este tipo de conectro ha ido extendiendo su influencia más allá de los ordenadores y a día de hoy es considerado un estándar para cualquier dispositivo que necesite cargarse o recibir corriente de alguna manera. Tanto es así, que la propia Unión Europea ha legislado en favor del conector USB-C para transformarlo en el único permitido dentro de Europa, dejando de lado las viejas soluciones propietarias de cada fabricante, lo que va a facilitar la vida de los usuarios, que podrán con un único adaptador AC trabajar sin problemas con cualquier dispositivo. Ya sea en casa, en tránsito o en destino.
Tipos de cables USB por conector
Todo cable para la transmisión de datos entre dos dispositivos tiene dos cabezales o conectores situados en cada extremo, que se dedican a transmitir y recibir datos de una punta a la otra del cable y en cualquiera de las dos direcciones. En el caso de los cables USB ambos extremos no suelen ser simétricos. Así pues, nos podemos encontrar que un cable tenga un extremo del Tipo C y el otro del tipo A. Aunque incluso existen cables USB tipo A – USB tipo A, para situaciones extrañas, pero existen, al igual que los Tipo C – Tipo C que se están poniendo muy de moda, tanto en portátiles como en ordenadores.
De hecho, en la actualidad se está estandarizando el uso de este ya que ofrece una gran compatibilidad, por lo que es posible que de aquí a unos años dejemos de ver conexiones que utilicen tipos cables USB diferentes a esta versión. Mientras tanto, tendremos que continuar conociendo qué nos ofrecen todas las versiones, para poder saber en qué casos debemos utilizar cada uno, y sobre todo saber diferenciarlos para evitar compras que no podamos aprovechar.
Tipos de cables de carga o cargadores USB
También nos podemos encontrar con cargadores, que en un extremo ofrecen un tipo de conector USB y en el otro un adaptador de corriente. El tipo de conector en el cable USB también nos da una pista de la potencia que puede transmitir para alimentar el dispositivo, ya sea para uso directo o para cargar una batería, por eso se utilizan un tipo de cable USB u otro para cargar la energía de los diferentes periféricos y dispositivos.
Cables USB Tipo A
Se trata del cable USB más popular, el más utilizado, el primero que llegó al mercado que ha durado tres generaciones distintas y que en la última de ellas se diferencia del resto por el color azul de su parte de plástico para indicar su condición especial. Esto es debido a que pese a que el factor forma es el mismo, los llamados USB SuperSpeed tienen una mayor cantidad de pines y no son compatibles con los de las dos primeras generaciones.
De cara a la alimentación energética, si estamos ante un cable USB 1.0 o 2.0, debemos tener en cuenta que ofrece una corriente de 500 mA, lo que gracias al voltaje de 5 V del estándar USB se traduce en 2.5 W. En cambio, la versión 3.0 o SuperSpeed ha ampliado su capacidad a los 900 mAh y puede inyectar una potencia de 4,5 W, que aunque parezca una tontería, es casi el doble. Por lo que en vez de tener que esperar 2h a que cargue nuestro teléfono, esperaremos 1h, algo se nota.
Cables USB Tipo B
En cuanto a los del tipo B, salvo en la forma, no difieren en especificaciones a los del tipo A e incluso disponen de una variante 3.0. Este tipo de cable se suelen utilizar en impresoras, escáneres y dispositivos multifunción, pero poco a poco han ido quedando en desuso.
En cuanto a la variante SuperSpeed de tercera generación, esta es algo diferente, dado que suele llevar (aparte del color azul característico de las lengüetas de posición) un conector extra en su parte superior. Aunque es poco conocido por el hecho de que todos estos periféricos no requieren tanto ancho de banda para funcionar correctamente.
Conectores USB para dispositivos móviles
Con el tiempo han ido apareciendo diferentes tipos de conectores para conectar los dispositivos móviles para los que un conector del Tipo A o B es demasiado grande. Muchos de ellos actualmente están en desuso al implementarse un estándar mucho más conveniente y en general todos tienen fecha de caducidad por la aparición del conector tipo C.
Este estándar permite una gran compatibilidad, no únicamente con dispositivos móviles, también con otros tipos de productos electrónicos como bien hemos explicado, permitiendo, además, grandes velocidades de transferencia que ni el Tipo A ni el B pueden ofrecer.
Los primeros conectores que salieron al mercado fueron los conectores Mini-USB (imagen superior a la izquierda) para ser reemplazados años más tarde por los Micro-USB (imagen superior a la derecha), todos ellos basados en las versiones 1.0 y 2.0 del estándar.
Mini USB
Este tipo de conector fue el primero que se lanzó al mercado para dispositivos móviles, estaba disponibles versiones Mini A y Mini B. Ambos eran compatibles con USB 1.0 – 2.0. Este tipo de conector, además de utilizarse en los primeros smartphones que llegaron al mercado, también se utilizó ampliamente en cámaras de fotos digitales.
Micro USB
Conforme la tecnología que se encontraba en el interior de los móviles ha ido evolucionando al igual que la tendencia de hacerlos más finos, el conector mini USB fue sustituido por micro USB, un conector que hasta 2024, seguía encontrándose en un gran número de dispositivos móviles de gama baja.
Fue con la llegada de la versión 3.0 que apareció el Micro-USB 3.0, que tiene una forma diferente y acabó por romper la retrocompatibilidad y, con ello, la universalidad del estándar USB. Todo eso llevó a la industria a la creación del conector USB definitivo y del que ya os hemos hablado un poco al principio. Seguro que sabéis de quién estamos hablando.
Lightning
A partir de 2024 es obligatorio en todos los dispositivos, por norma de la UE, por lo que Apple se ha visto obligada a reemplazar el tradicional y anticuado conector lightning por el USB-C.
Apple reemplazó el conector de 30 pines por el conector lightning, un cable que ofrecía una mayor velocidad de transferencia de datos además de ofrecer la posibilidad de enviar la imagen a dispositivos externos y que ha estado en todos los iPhone hasta el iPhone 14. Con el lanzamiento del iPhone 15, este fue el primer iPhone que utilizó el puerto USB-C.
El cable USB Tipo C
A partir de la versión 3.1 del estándar apareció un nuevo tipo de conector que, con el tiempo, se ha convertido en el reemplazo del todos los anteriores USB. No en vano, en la versión 4.0 del estándar desaparecen todos los conectores anteriores y se universaliza en uno solo.
Eso sí, tardaremos años en ver el sustituto, pero a día de hoy estamos viendo cómo el USB Tipo C se va haciendo cada vez más presente en diferentes dispositivos hasta el punto de ser el estándar impuesto en TODA la industria de la electrónica: ordenadores, móviles, tablets, cámaras vigilancia, altavoces inteligentes, etc.
Su principal ventaja es la cantidad de energía que puede transmitir, lo que le permite cargar en menos tiempo los dispositivos a los que está conectado y en algunos casos llegar a funcionar como cable de alimentación.
En su versión original podía recibir 20V y 5A, lo que les permitía en su momento entregar hasta 100W de potencia, mientras que en su última revisión alcanza los 240W. Los cables USB que utilizan conectores Tipo C disponen de las siguientes variantes aparte de las utilizadas para transmitir datos.
- USB Power Delivery: en este caso el cable es empleado en exclusiva para cargar el dispositivo y no se transmiten datos.
- USB Alternate Mode: Se hace uso del ancho de banda para transmitir dato, pero se usa para transmitir vídeo a través del protocolo DisplayPort. También se emplea la capacidad de carga del conector USB Tipo C para alimentar la pantalla.
Teniendo en cuenta que ahora el conector USB-C es que obligatorio por ley, apostar por un cable de buena calidad de este tipo no será tirar el dinero, pues lo deberías poder utilizar muchos años.
Longitud según los tipos de cables USB
Os acabáis de comprar un cable USB y no sabéis cuál es su tamaño ideal. ¿Nuestro consejo? Los más cortos posibles, de tal manera que no esté tenso sino relajado. Esto es debido a que cuanto más largo es un cable, más resistencia ofrece este y, por tanto, se acaban creando mayores interferencias.
Por lo que se llega al punto en que si conectamos una serie de cables USB la información no llegará de una punta a la otra, estas medidas son para los diferentes estándares:
- USB 1.0 y USB 2.0 de los tipos A o B: 5 metros.
- USB 3.0, 3.1 y 3.2 de los tipos A o B: 3 metros.
Si necesitas que tu cable llegue más lejos, entonces tendrás que utilizar un hub repetidor dentro de la distancia permitida, que será capaz de repartir la señal desde el principio, permitiendo alargar la distancia total. En todo caso, pocas serán las veces en las que vas a necesitar extender a más allá de tres metros un cable USB. Es más, no creemos que quieras enfrentarte al lío de cables que provocarías como consecuencia.
Al final existen muchos tipos de cables con diversas longitudes, haciendo que sea poco frecuente necesitar cables extremadamente largos, ya que por lo general los dispositivos que queremos conectar mediante estos conectores no suelen estar a distancias demasiado largas.
Código de referencia | Versión USB | Longitud máxima del cable | Corriente |
---|---|---|---|
CC2-3 | 2.0 | Menos de 4 metros | 3 Amperios |
CC2-5 | 2.0 | Menos de 4 metros | 5 Amperios |
CG3G1-3 | 3.1 Gen 1 | Menos de 2 metros | 3 Amperios |
CG3G1-5 | 3.1 Gen 1 | Menos de 2 metros | 5 Amperios |
CG3G2-3 | 3.1 Gen 2 | Menos de 1 metro | 3 Amperios |
CG3G2-5 | 3.1 Gen 2 | Menos de 1 metro | 5 Amperios |
En cuanto a la capacidad de carga de los cables USB-C, esta también se ve afectada por la distancia. Os hemos dejado justo aquí encima una tabla para que podáis deducir la capacidad de carga si os hacéis con uno de estos cables.
Consejos de compra en cables USB
Independientemente de que vayamos al tipo a los tipos de cables USB que vamos a usar, es importante elegir el tipo de cable adecuado para cada uno de tus dispositivos y periféricos. Para ayudarte en esta tarea, a continuación, te proporcionamos algunos consejos útiles.
Longitud del cable
Es importante elegir la longitud adecuada para el cable USB. Aunque los cables de un metro pueden parecer los más adecuados, es posible que un cable demasiado corto resulte problemático al manipular un dispositivo mientras se está cargando o transfiriendo datos. Por lo tanto, ten en cuenta la distancia a la que colocarás el dispositivo en relación con el PC. Por ejemplo, si necesitas cargar tu teléfono móvil mientras lo usas, asegúrate de que el cable tenga la longitud suficiente para permitirte una cómoda manipulación.
Recuerda que a mayor distancia menor será la velocidad de carga, pero hablamos de que prácticamente es un mito, puesto que, aunque es verdad, es prácticamente inapreciable. Salvo que compres 20 metros de cable claro.
Recubrimiento del cable
El recubrimiento del cable también es importante. Asegúrate de elegir un modelo de cable resistente y duradero. Si es posible, busca modelos trenzados y con blindaje interno, ya que esto proporcionará una mayor protección y resistencia al desgaste. Puede que sea más caro, pero posiblemente te dure mucho más. Al final lo barato sale caro, y estarás no solo gastando más, sino poniendo en riesgo tus dispositivos.
En un principio para cualquier cable es necesario comprobar esto, ya que no se aplica únicamente a este tipo, el hecho de que hagamos una mayor inversión inicial, también nos permitirá estar un mayor tiempo sin tener que preocuparnos de que se rompa. Y en estos casos es extremadamente importante, ya que un cable «pelado» puede causar daños tanto en los dispositivos como en nuestra persona en caso de que lo manipulemos sin saber que estaba roto.
Tipo de conector
Es importante elegir el tipo de conector adecuado para tu dispositivo. Los cables USB-C son la opción más común en la actualidad, pero también hay otros tipos de conectores, como el micro USB y el USB tipo A. Asegúrate de elegir el tipo de conector que se adapte a tus necesidades y que sea compatible con tus dispositivos. Por mucho que compres el más potente… está claro que debe ser compatible con el dispositivo que quieras utilizar.
Para conocer la compatibilidad que tienen nuestros dispositivos es tan sencillo como mirar el conector hembra que tienen, ya que como hemos explicado anteriormente cada uno tiene una forma distinta, siendo extremadamente fáciles de diferenciar. Poco a poco vemos como todos los dispositivos utilizan el USB tipo C, por lo que cada vez es más complicado equivocarse, pero aún así hay ciertos dispositivos que se resisten a incorporar este conector.
Amperaje
Al adquirir un cable USB-C, presta atención al amperaje que puede soportar. Esto es importante para evitar dañar el dispositivo o el propio cable. En general, cuanto mayor sea el amperaje, más rápido se cargará el dispositivo. Asegúrate de elegir un cable que sea compatible con el amperaje de tu dispositivo y que esté diseñado para soportar la potencia necesaria.
Además, ten en cuenta no solo el cable, sino el cabezal, y viceversa. Por muy buen cable que tengas, si el lugar donde va conectado no ofrece la suficiente potencia, estarás desaprovechando el cable, y posiblemente sea de bastante mala calidad ese conector, por lo que te recomendamos uno que al menos pueda exprimir lo que tu cable puede soportar.
En conclusión, al adquirir un cable USB, asegúrate de elegir la longitud adecuada, el recubrimiento resistente, el tipo de conector adecuado y el amperaje correcto para tus dispositivos y periféricos. Esto te garantizará un rendimiento óptimo y una mayor durabilidad del cable.