En muchas ocasiones hemos podido ver cómo algunos monitores incorporan un acabado distinto al que estamos acostumbrados a ver, y es que hay modelos que tienen un tipo de pantalla diferente frente a otros. Es por ello que os vamos a explicar de forma sencilla por qué algunos de estos monitores incorporan este acabado brillante, y en qué se diferencia de una pantalla que no tiene ningún tipo de brillo de este tipo.
Cuando jugamos queremos que la imagen se muestre ante nosotros de una forma nítida, con el contraste preciso y sin zonas quemadas u oscuras que devalúen la experiencia global. Así que casi inconscientemente nos decantamos por modelos que no tienen tanto brillo porque llegamos a pensar que eso puede distraernos de lo que ocurre en el monitor. Así que no es algo que busquemos activamente aunque, es cierto, que cada vez es más sencillo encontrarse en el mercado con modelos que montan pantallas con un brillo que llama la atención.
Como os decimos, hay muchas pantallas distintas en el mercado, y como tal hay algunas que incorporan una serie de tecnologías o mejoras que hacen que sean superiores para ciertos casos, es por ello que siempre debemos saber cuales son las especificaciones exactas para conocer si es lo que necesitamos o no. Y optar por una que tenga un acabado brillante puede ser una alternativa, pero bajo ciertas condiciones.
El acabo brillante permite ofrecer una mejor calidad de visualización
Como bien sabemos hay diferentes gamas de monitores, y hay varios que pueden estar especializados en ofrecer una mejor calidad, otros que se centran más en tener el tiempo de respuesta más rápido o una cantidad de hercios superior. En este caso vamos a hablar de aquellos que ofrecen la mayor calidad de visualización posible, y es que pueden utilizar pantallas que son muy distintas a las normales, principalmente por el acabado que tienen que en vez de ser tipo mate es brillante.
Esto tiene una explicación bastante fácil de entender, y es que emplean vidrio reflectante o polímeros, lo que les permite tener un grado de transparencia mucho más alto, permitiendo que muestre prácticamente toda la salida de luz de la pantalla. A su vez, esto implica que este tipo de acabado brillante permite mostrar tonos oscuros más profundos, blancos que resultan más brillantes y en general unos colores mucho más vivos. Ahora bien, ¿es cierta esa creencia de que una pantalla brillante va a ser un espejo donde veremos reflejado todo lo que tenemos ante nosotros o es un mito heredado de otros dispositivos que no utilizan tecnologías tan avanzadas?
La respuesta es que, efectivamente, estos paneles tienden a reflejar lo que tienen delante si las condiciones de luz son las de un espacio iluminado por una potente luz solar, de día. El mayor problema que existe a la hora de utilizar estas pantallas está en que hay que tener muy controlada la luz que llega hasta la pantalla, principalmente por el hecho de que este tipo de acabado, como podemos imaginar, termina reflejando la luz ambiental que tenemos en la habitación. La calidad de visualización aumentará mucho, pero también lo hará la complejidad para mostrar las imágenes en un ambiente en el que no podemos tener controlada a la perfección la luz que hay. Si hay mucha alrededor, es posible que lleguemos a confundir lo que ocurre dentro del ordenador con lo que hay en el ambiente que nos rodea, que podría verse reflejado en pantalla.
Una mejor calidad no tiene por qué ser mejor en general
Antes hemos indicado que uno de los mayores problemas que tienen estas pantallas está en que no son capaces de evitar que el reflejo de la luz externa afecte directamente a la visualización, y es que incluso con los tratamiento antirreflectantes actuales, no es posible evitar este problema. Pero este no es, ni de lejos, el mayor problema que presentan estas pantallas, ya que el mayor contratiempo que podemos encontrar está en cómo afectan a nuestra salud este tipo de pantallas.
Al representar la luz de una forma mucho más realista, tenemos el problema de que puede causar un deslumbramiento que termina ocasionando fatiga e irritación ocular, uno de los principales motivos por los que no se suelen utilizar este tipo de monitores en oficinas y demás. Por otra parte, también debemos recordar que todos los aspectos que permiten mejorar la iluminación y los tonos de colores de una pantalla terminan costando más dinero, por lo que las desventajas al final también son económicas.