Fue el año pasado cuando, tras la celebración del Summer Game Fest y la convocatoria fallida de un nuevo E3 para 2024, se confirmó que la famosa cita de Los Ángeles iba a cancelarse definitivamente, no volvería a contar con una edición a la vieja usanza en la que decenas de compañías irían a la ciudad californiana a mostrar sus novedades a prensa y profesionales de la industria. Todo sería digital a partir de ese instante.
Así que con el E3 eliminado del calendario y sin visos de volver (sus organizadores dejaron claro que estaba muerto y enterrado) llegamos a 2024, a las conferencias online emitidas a través de YouTube y otras plataformas y nos enteramos de que, en medio de esas citas enlatadas, alguien ha tenido la feliz idea de reunir en Los Ángeles a algunas compañías y pedirles que lleven algunos de los juegos que estaban mostrando para que periodistas invitados los probaran in situ.
Es decir, que de repente, con el E3 muerto, el noE3 de Geoff Keighley comienza a parecerse al viejo E3 que hemos conocido y visitado algunos en muchas ocasiones. ¿Pero no iba a ser el Summer Game Fest un evento online, digital y a distancia? ¿Para qué volver a realizar una parte en presencial y encima en la misma ciudad en la que se ha venido celebrado la mayor y mejor feria de videojuegos de la historia?
Un noE3 que podría convertirse en el nuevo E3
Esa es, justo, la sensación que le ha dado a todo el mundo. Que se nos ha llenado la boca (a todos, incluyendo compañías) de afirmar que el noE3 es digital y online, pero no han querido renunciar algunos publishers a mostrar en persona cómo son los juegos que andan preparando. Porque saben que por mucho que ofrezcan gameplays en esas conferencias, al final lo que manda y sirve es ver y jugar de verdad. Para poder trannsmitir luego esas impresiones en artículos y vídeos que todos hemos visto estos días.
Así que con este panorama, es obvio que la industria está reconociendo que se necesita una feria presencial, donde los profesionales de todos los bandos se den cita para mostrar sus juegos y dejar las conferencias enlatadas para el escaparate, no para ser el cogollo del motor que mueve a la industria. De ahí que haya sido tan divertido ver cómo, de renegar del viejo E3, hemos pasado a un noE3 que se va pareciendo cada vez más a ese enterrado E3 (como pasar de PS4 a PS5 para jugar con juegos de PS4).
Así que veremos la edición 2025 del Summer Game Fest cómo se desarrolla, porque se le está poniendo cada vez más cara de E3. Lo mismo más compañías quieren ir a Los Ángeles a mostrar sus novedades y proyectos, y que los prueben medios especializados y así, con el paso del tiempo, terminar por llevarse todo el evento al Convention Center de la ciudad y devolverle el lustre perdido tras la pandemia.
Así que a todos los que seguís siendo fans del mítico E3… paciencia. Veréis cómo al final vuelve. Aunque lo llamen noE3.