Uno de los mercados que muchas compañías han tratado de conquistar tiene relación con las consolas, tanto Sony como Nintendo y Microsoft dominan este campo por lo que resulta complicado que una marca, por muy grande que sea, pueda llegar a destronarles. Pero aun así Valve intentó crear una alternativa a las consolas de estas compañías aunque obviamente no tuvieron mucho éxito.
Los sistemas de juegos que hay en el mercado tienen una serie de características muy distintas, las consolas portátiles ofrecen la capacidad de jugar a una gran variedad de títulos en cualquier lugar, las consolas tradicionales ofrecen un hardware más barato con una calidad gráfica más alta que los modelos portátiles y por último tendríamos el pináculo que sería PC ya que cuenta con la capacidad de ejecutar cualquier tipo de juego con los mejores ajustes gráficos posibles junto con otros aspectos adicionales, algo que Valve trató de combinar con las características de una consola con la funcionalidad de un ordenador.
Un tipo de PC gaming que trataba de imitar a las consolas, así eran las Steam Machines
Con el paso de los años hemos visto cómo una gran cantidad de compañías han tratado de construir sistemas que permitiesen mejorar las capacidades que tienen las consolas, un mercado que se divide entre tres grandes marcas que tienen el apoyo completo de los jugadores. Son muchos los usuarios que conocen los fallos que tienen estos dispositivos, el hecho de que hay ocasiones en las que se quedan cortos de potencia o los problemas que causa la poca competitividad que hay en términos de consolas pueden llevar a las grandes marcas a cometer prácticas abusivas contra los usuarios.
Es por ello que uno de los objetivos que tuvo Valve hace tiempo fue tratar de competir frente a las consolas con un sistema que combinaba el hardware de PC con las capacidades de una consola, haciendo que fuese un poco más barato que un ordenador convencional y que funcionase específicamente para juegos. En este caso las Steam Machines realmente eran ordenadores con un factor forma más pequeño que un usuario podía modificar como quisiera y que permitían instalar SteamOS, el sistema operativo que Valve lleva tantos años desarrollando.
Hubo varios aspectos clave que hicieron que no triunfasen, pero los principales fueron el precio, el estado de SteamOS en la época y el hecho de que el gaming en PC todavía se encontraba en un punto en el que no tenía un dominio tan grande como ahora. Aunque no fue una catástrofe tan grande para la compañía ya que al no tener éxito desde un principio el proyecto no tardó mucho en caer en el olvido, al final lo único que se necesitaba para convertir un mini PC en una Steam Machine era instalar el sistema operativo de la marca.
Dentro de los puntos positivos que dejó esta combinación de consola y PC fue el apoyo que Valve le dio a su sistema operativo, ya que al final la experiencia que consiguieron al crear estos dispositivos es lo que les permitió cambiar el enfoque para conseguir entrar en un mercado que actualmente está en auge, el de las consolas portátiles.