Muchos son los motivos por el que un PC puede presentar problemas e incluso dejar de funcionar por completo. Si hablamos de un PC, hablamos, por un lado, del software (sistema operativo y aplicaciones) y, por otro lado, del hardware, los diferentes componentes que lo componen.
Los problemas de software, relacionados principalmente con el sistema operativo, son los más fáciles de solucionar, ya que tan solo debemos formatear la unidad y realizar una instalación limpia del sistema operativo, no sin antes de hacer una copia de seguridad de todos los datos que no queremos perder en un disco duro externo o una plataforma de almacenamiento en la nube.
Pero, si hablamos de problemas de hardware, la cosa es más complicada, ya los problemas pueden estar relacionados con el procesador, la gráfica, la alimentación, el almacenamiento, los cables entre otros.
Cómo solucionar problemas de hardware en un PC
Una vez nos hemos asegurado de que el problema radica en el hardware y no en el software, dependiendo de cuál sea el origen del problema, tenemos que proceder de uno y otro modo.
Disco duro / SSD
El disco duro y/o SSD es uno de los elementos más importante del PC, ya que es el encargado de cargar el sistema operativo y de almacenar los datos. Si arrancamos el PC y este no carga el sistema operativo, tenemos dos posibilidades: ha dejado de funcionar o problemas con la tabla de partición. Comprobar si el disco duro ha dejado de funcionar es tan sencillo como utilizar una distribución Linux y utilizarla para iniciar el PC a través de un pendrive.
Si, una vez hemos cargado la versión Live de la distribución de Linux que hemos utilizado, podemos acceder sin problemas al disco duro, significa que el problema está en la partición. Si el problema es la tabla de partición, podemos utilizar la herramienta gratuita Hiren’s Boot, creando una unidad USB de arranque y solucionar el problema con la aplicación AOMEI Partition Assistant. Pero, si el disco duro no está accesible, significa que ha dejado de funcionar y aquí la única solución es reemplazarlo por otro.
Procesador
El procesador de un ordenador incluye diferentes medidas de seguridad para evitar que este se achicharre si alcanza una temperatura muy elevada. El único motivo para la temperatura de un procesador suba por encima de lo deseado es porque el sistema de disipación no está funcionando correctamente. Si se trata de un ventilador, lo más probable es que esté lleno de suciedad y con limpiarlo sería suficiente.
Pero, si el ventilador está limpio, el problema está más adentro, concretamente en la pasta térmica que une el disipador con el procesador. La pasta térmica funciona correctamente durante un año. Pasado ese tiempo, la función de atraer el calor hacia el disipador va perdiendo eficacia y provoca que la temperatura del procesador sea más elevada.
Memoria RAM
Si Windows no para de colgarse de forma repetida cuando ejecutamos cualquier aplicación y aparecen pantallas azules de la muerte (BSOD por sus siglas en inglés), significa que tenemos un problema con la memoria RAM. En este caso, si tenemos dos módulos de memoria, debemos extraer uno e iniciar el PC. Si no se cuelga, debemos reemplazar el módulo que ha quedado por el que hemos extraído. Si el PC se cuelga, significa que ese módulo de memoria es el culpable y la solución pasa por comprar uno nuevo.
Pero, si únicamente tenemos un módulo, debemos analizar la memoria RAM utilizando la herramienta de Windows Diagnóstico de memoria de Windows. Esta aplicación reiniciará el PC y analizará al funcionamiento de la memoria a través de la interfaz de comandos. Una vez finalice, nos mostrará un informe con el resultado. Si el resultado es correcto, y ese módulo de memoria funciona correctamente, lo más probable es que se trata de un problema con zócalo donde está instalada. Para salir de dudas, debemos realizar la misma operación en otro y comprobar si el PC sigue colgándose.
Fuente de alimentación
Cuando ejecutamos un juego o una aplicación pesada, la fuente de alimentación tiene que satisfacer la demanda de energía necesaria para que el equipo funcione. Si esta no es la necesaria, automáticamente el equipo se apaga. Este problema suele ser habitual en equipos que incluye una tarjeta gráfica dedicada que supera las necesidades de energía que es capaz de ofrecer la fuente de alimentación.
Pero, si la fuente de alimentación tiene la suficiente potencia como para soportar el consumo de la gráfica, lo más probable es que se trate de un problema con la fuente de alimentación. Para salir de dudas podemos llevarla a un electricista para comprobar si el problema está en la fuente de alimentación con un multímetro.
Cables
Si el problema que presenta nuestro PC no muestra ninguna imagen, debemos comprobar que la salida de vídeo y la entrada del monitor están conectados correctamente. Lo mismo sucede con el teclado, ratón y cualquier otro periférico. Si el PC no hace ninguna mención a encenderse, es probable que hayamos desconectado, sin darnos cuenta, el botón de alimentación que tiene y que se sitúa en el exterior de la fuente, en la parte trasera de la caja. Además, también debemos asegurarnos de que la regleta donde están conectado tanto el PC como el monitor está enchufada y funciona correctamente.