Recientemente, NVIDIA ha usado los nombres de Ada Lovelace y Grace Hooper para nombrar sus arquitecturas de GPU. Es el homenaje de la compañía a algunas de las pioneras de la computación, aunque hay muchas más que merecen reconocimiento. Vamos a contarte como Margaret Hamilton, con un «simple» lápiz, consiguió salvar el programa espacial Apollo.
El programa Apollo nace en los años 60, durante la Guerra Fría con la Unión Soviética. El proyecto lo que buscaba era, sobre todo, conseguir el primer alunizaje de la historia, vamos, ser el primer país del mundo que mandaba a gente a La Luna y ponían un pie sobre ella.
Como seguramente sabrás, el primer alunizaje fue el 20 de julio de 1969 por parte de la cápsula Apollo 11. Dentro viajaban Neil Armstrong y Buzz Aldrin, que se convirtieron en las primeras personas en pisar nuestro satélite. Pero, nada de esto habría sido posible sin el lápiz de Margaret Hamilton.
Margaret Hamilton y un lápiz salvaron el programa espacial Apollo
Lo primero que debes saber sobre Hamilton es que no tenía conocimientos de informática o software, ya que en la época no existían estudios de este estilo. Como la mayoría de las pioneras de aquel tiempo, era matemática.
Tras licenciarse en matemáticas en el Earlham College, se muda a Massachusetts para seguir estudiando matemáticas en la Universidad de Brandeis. Lo interesante es que, en vez de eso, empieza a trabajar en el MIT. Concretamente, empezó a trabajar en el laboratorio de Charles Stark Draper donde colaboró en el desarrollo del software de navegación para el Programa Apollo de la NASA.
Su trabajo, principalmente, era el desarrollo del software que se encargaría del funcionamiento del Módulo de Comando y el Módulo Lunar para las misiones Apollo. Efectivamente, fue la artífice del software que permitió al Apollo 11 aterrizar en La Luna.
Debes saber que la misión del Apollo 11 no fue precisamente un alunizaje tranquilo y sencillo. Justo durante el proceso de alunizaje, el módulo lunar mostró un conjunto de alarma de sobrecarga de datos.
Lo positivo es que el software de Hamilton era realmente robusto y consiguió identificar y priorizar las tareas críticas. Gracias a su diseño, la misión continuó sin mayores complicaciones. Si no llega a ser por este diseño robusto, la misión habría sido abortada y quién sabe si reanudada en un futuro.
Durante el proceso de creación del software, varios de sus colegas se mostraron escépticos sobre la importancia del software en las misiones espáciales. Hamilton tomó uno de los lápices que usaba para trabajar y empezó a escribir una lista con todos los posibles errores y problemas que podían surgir.
Junto a cada uno de los problemas, Margaret explicaba como su software los manejaba. Quedo patente la meticulosidad y la previsión de esta matemática para el desarrollo de su software. La verdad es que, sin este trabajo tan concienzudo, posiblemente, la misión Apollo habría fracasados.
A lo largo de su extensa carrera ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo. Uno de los más destacados es el Premio Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil que otorga Estados Unidos y que le fue entregado en 2016.