No es difícil encontrar un dispositivo Echo en la mayoría de los hogares españoles, sobre todo por sus múltiples funciones a un coste bastante asequible, pero ¿Alexa nos espía? ¿Qué datos conoce la empresa sobre lo que nosotros le decimos a nuestro aparato?
Hoy vamos a ver qué datos recopila Amazon sobre las preguntas que nosotros le hacemos y hasta qué punto utilizan esa información para beneficiarse.
Alexa nos escucha constantemente
Lo primero que tenéis que saber es algo que no creo que haga falta decir, y es que el Echo está constantemente escuchándonos, por eso cuando decimos «Alexa» nos responde, ya que las 24 h del día tiene los micrófonos abiertos.
Podemos comprobarlo de manera muy sencilla, solo tendremos que entrar en la App de Alexa > Más > Historial de Actividad. Y ahí veremos (y escucharemos) todos los audios que tiene registrado sobre nosotros.
Esto no sería un problema si la privacidad fuera real, que solo nosotros tuviéramos acceso a ella, sin embargo, no es así, y varios estudios demuestran como si hablamos sobre un tema que jamás hicimos anteriormente, empezaremos a ver anuncios en Amazon relacionados con eso. Algo que desmonta la teoría de la propia empresa de que, ¿nuestros datos están encriptados?
Es posible que lo estén, y que ningún trabajador pueda acceder a nuestras conversaciones (o eso esperamos) sin embargo, en ningún momento nos avisan (salvo en la letra pequeña que nadie lee de sus 40 hojas) de que usarán nuestra información con los fines que ellos quieran.
Hay que decir, que a veces no es tan malo como creemos y algunas noticias curiosas nos hacen pensar en positivo, ya que, en algunos juicios, las grabaciones de Alexa han podido demostrar que una persona se encontraba en su casa en un momento determinado. Curioso, ¿verdad?
El caso es que no podemos saber hasta qué punto nos utilizan, puesto que sus condiciones de privacidad no son claras y nos obligan a aceptar cosas de las que no tenemos ni idea. Pueden vender nuestros datos, usarlos para mostrarnos anuncios personalizados y todo lo que ellos quieran. La ley solo les obliga a que sean robots quien tengan acceso a esto y nunca un humano, por tanto, la pregunta es, ¿a ti te importa que una máquina te muestre publicidad orientada a ti mientras una persona no sepa lo que dices, o, por el contrario, ves mal cualquier acción por parte de un producto por el que ya hemos pagado?
Nos gustaría saber todo lo que hay detrás, ya que cada país tiene unas leyes respecto a esto y no sabemos si Amazon las cumple al 100% o tiene su propia ley general adaptada a todos. Lo que sí sabemos es que cada día tenemos más dispositivos que a veces saben más de nosotros que nosotros mismos. Por tanto, ten cuidado con lo que dices. Son capaces de adivinar quién eres y diferenciar que persona está hablando, para así mostrarte publicidad según si eres el dueño de la cuenta o un simple invitado. Sino me crees, solo tienes que decir «Alexa, quien soy». Te dejo descubriéndolo.
De todas formas, si tienes un móvil, ya estás sufriendo esto a diario, aunque no lo hayas pensado. Si dices «ok, Google» u «oye Siri» tu móvil responderá. Eso significa que utilizan la misma función que Alexa. Ahora imagínate la cantidad de dispositivos que lo podrían tener oculto y no darte una respuesta que te indique que te están escuchando. Así que lo mejor igual es pasar de ello y fiarnos de que realmente no nos espían y utilizan nuestros datos solamente con buenos fines.
Evita que Alexa escuche tus conversaciones
De un tiempo a esta parte, muchos son los usuarios que han comenzado a tomarse en serio la privacidad. Para evitar que los dispositivos Alexa dejen de llegar a millones de hogares todos los días, la compañía que fundó Jeff Bezzos decidió implementar un botón físico en toda la gama de altavoces Echo que permite desactivar el micrófono, un interruptor físico y no una función de software que pude plantear muchas dudas acerca de su funcionamiento real.
Además, los dispositivos que también incorporan una cámara, como es el caso de los dispositivos Echo Show, también incluye una tapa que podemos deslizar para evitar que la cámara se pueda activar en cualquier momento sin nuestro consentimiento. Si quieres que Alexa no esté espiándote todo el día, lo mejor que podemos hacer es desactivar el micrófono, aunque con ello se pierde gran parte de su utilidad.
Pero, si no acabas de fiarte de si realmente el botón físico desactiva tanto el micrófono como la cámara, la única opción que nos queda es la más drástica de todas y pasa por desactivar el dispositivo directamente cuando no queramos tener la duda acerca de si realmente no está espiando o no. Sin embargo, existe otra opción que pasa por utilizar un enchufe inteligente que nos permite controlar el funcionamiento de Alexa desde nuestro móvil. De esta forma, cuando no queramos utilizarlo, tan solo debemos abrir la aplicación de nuestro móvil que gestionar el enchufe y desactivarlo o bien asociados a Google para que, a través de comandos de voz se encargue de desactivarlo.
¿Esto sucede con algún otro dispositivo?
Es bastante probable que nos estemos preguntando si además de Alexa, el resto de dispositivos IoT que tenemos en casa y que permiten activar una serie de comandos con la vozpueden llegar a tener un comportamiento similar, y es que ciertamente, es algo que sucede con todos ellos. Tanto el sistema que tiene Amazon, como el de Google o incluso el de Apple cuentan con un tipo de reconocimiento de voz pasivo que puede grabar en parte todo lo que decimos, ya que obviamente para poder activarlo con una frase es necesario que el dispositivo esté siempre en un modo escucha que pueda permitir detectar cuando decimos la forma de activarlo.
En general este es el mayor problema que vamos a encontrar con los asistentes virtuales, si las políticas que hay a nivel de protección de datos fuesen lo suficientemente duras con las compañías, probablemente los datos recogidos de forma pasiva no podrían utilizarse para mostrar la publicidad personalizada que hemos comentado anteriormente.