Cuando hablamos de componentes de hardware, muchas veces el término Thermal Throttling sale a colación; muchos sabéis qué significa o qué implica, pero ¿sabéis realmente cómo funciona y a qué componentes del PC puede afectar? En este artículo te lo vamos a explicar en profundidad.
A pesar de que normalmente asociamos el Thermal Throttling como algo malo, en realidad no deja de ser un mecanismo de protección y seguridad para evitar males mayores, por lo que en realidad es muy bueno que los componentes de hardware cuenten con esta tecnología, porque sí, efectivamente es una tecnología. Pero antes de adelantar acontecimientos, vamos a empezar por el principio: su definición.
Qué es y cómo funciona el Thermal Throttling
Thermal Throttling significa «estrangulación térmica», aunque puede traducirse o interpretarse como «desaceleración térmica» porque es literalmente lo que hace. Es como decíamos antes una tecnología aplicada como medida de seguridad para que los componentes de hardware no se estropeen a causa de la temperatura excesiva. Existe un mecanismo de protección llamado «protección contra sobretemperatura» en muchos componentes de hardware como en el procesador o la fuente de alimentación, pero ese es un mecanismo de último recurso que lo que hace es apagar el equipo antes de que se queme (esto también es literal).
El Thermal Throttling es un mecanismo de protección que entra en funcionamiento antes que el de sobretemperatura, y lo que hace es reducir la velocidad de funcionamiento del componente afectado con el objetivo de reducir su consumo y, con ello, su temperatura. El efecto es que, cuando el componente se calienta demasiado, reduce su rendimiento en aras de preservar su integridad, y lo que notamos los usuarios es que empieza a ir todo más lento de lo que debería.
El modo de funcionamiento de esta tecnología depende del componente y, por supuesto, de la programación que le haya instalado el fabricante, de modo que por ejemplo dos procesadores distintos pueden no tener el mismo punto de actuación. Con todo, el modus operandi de la tecnología Thermal Throttling es más o menos la misma en todos los componentes:
- Se establece un umbral de temperatura a la que entra en funcionamiento. Por poner un ejemplo, digamos que un procesador tiene este límite en 90ºC.
- Una vez que los sensores detectan que se ha sobrepasado esta temperatura, se reduce la velocidad de funcionamiento. Dependiendo del componente afectado, algunos fabricantes incluso hacen que se reduzca el voltaje; dicho de otra manera, se hace underclock y a veces undervolt al componente, reduciendo el consumo y la generación de calor, pero también el rendimiento. Además, hay situaciones en las que este undervolt puede causar inestabilidad en el sistema y provocar que el PC se apague o de pantallazos azules.
- Si se logra reducir la temperatura por debajo del umbral, se desactiva el Thermal Throttling y el componente vuelve a su funcionamiento normal. Lógicamente si se vuelve a superar el umbral, volverá a entrar en funcionamiento.
Componentes afectados y cómo evitarlo
En general, casi todos los componentes de hardware modernos que generan mucho calor cuentan con la tecnología Thermal Throttling, pero especialmente la vamos a poder encontrar en procesadores, tarjetas gráficas y SSD (concretamente en sus controladoras).
La forma de evitar que el Thermal Throttling entre en funcionamiento y que eso cause un bajo rendimiento y problemas derivados en el PC es bastante evidente: hay que luchar contra las altas temperaturas, y para ello es necesario asegurarse de algunas cosas:
- Lo primero es monitorizar la temperatura de los componentes del PC. Para ello tienes varios software gratuitos, como Openhardwaremonitor, Aida64 o iCUE por ejemplo.
- Si detectas que tienes problemas de temperatura, deberás asegurarte de que la caja del PC está limpia (el polvo con el calor se solidifica y se convierte en hollín, que puede bloquear las rejillas de aire entre otras cosas) y que su flujo de aire está diseñado correctamente: ventiladores delante metiendo aire fresco dentro, ventiladores detrás (y/o en el techo) sacando el aire caliente fuera. Los ventiladores del disipador o radiador correctamente orientados, etc.
- Si el PC está limpio y el flujo de aire es correcto pero alguno de tus componentes sigue sufriendo Thermal Throttling, entonces no te quedará más remedio que «meterle mano».
- Por ejemplo, si te sucede en el procesador deberías revisar (y cambiar si procede) la pasta térmica del disipador. Si tienes una refrigeración líquida, comprueba que la bomba de agua está funcionando correctamente, y que los ventiladores no están configurados con un perfil demasiado bajo que no evacúa bien el calor.
- Si te está pasando en la tarjeta gráfica, quizá sea hora de desmontarla para limpiarla y cambiarle la pasta térmica. También puedes intentar reorientar la refrigeración de la caja para que un ventilador le apunte directamente dándole aire fresco.
- Si te sucede en el SSD, quizá tengas que instalarle un disipador si no lo tiene, cambiarlo por uno mejor si tiene uno pero es insuficiente, o conectarlo a otro zócalo M.2 de la placa base, ya que el principal suele estar justo entre la gráfica y el socket del procesador y es una zona donde se genera mucho calor.
- Como último recurso, ya casi a la desesperada, podrías intentar hacerle undervolt tú mismo al componente. No lo recomendamos porque puede causar estabilidad, pero si no queda otro remedio… como decimos es una medida desesperada.