Como sabrás, todos los PC se calientan en mayor o menor medida, y esto se ve acrecentado con la llegada del verano. Si tu PC se calienta demasiado y por ello hace demasiado ruido o incluso se te apaga, a continuación vamos a darte una serie de consejos para prevenir el sobrecalentamiento y bajar la temperatura de funcionamiento del PC.
La temperatura de funcionamiento del PC es algo que deberíamos tener muy en cuenta. Debes saber que, para que ofrezca las mayores capacidades posibles, la temperatura debe estar dentro de unos márgenes razonables. Un exceso de temperatura, a corto plazo, puede generar que rinda peor de lo inicialmente previsto. A largo plazo genera una degradación más rápida de los componentes y, por tanto, que deje de funcionar.
Existen una serie de problemas típicos que se producen en un ordenador por un exceso de temperatura. Lo más normal es que se apague o reinicie el sistema de manera automática, generando una perdida de datos. Otro factor es un elevado nivel de ruido, llegando a ser insoportable, debido a que los ventiladores pasan a funcionar al 100%. Pero te vamos a enseñar como identificar el problema y como puedes solucionarlo.
¿Cómo comprobar la temperatura del PC?
Antes de nada debemos verificar que, efectivamente, nuestro PC sufre problemas térmicos. Para ello, debemos monitorizar la temperatura de funcionamiento en reposo y en carga, que puede ser ejecutar un juego. Concretamente, miraremos las temperaturas de cada componente, para ver cuál tiene el problema y así actuar localmente.
Debemos tener en cuenta, por otro lado, que los componentes se encuentran «encerrados» en un receptáculo. El chasis del ordenador puede ser, precisamente, el culpable del problema de temperatura. Una mala elección de caja, la falta de ventiladores que muevan el aire e, incluso, donde hemos instalado el PC, son factores que pueden generar que nuestro PC se esté asando.
Tenemos disponibles en la actualidad diferentes aplicaciones totalmente gratuitas para monitorizar las temperaturas. Los más utilizados son HWMonitor y OpenHardwareMonitor, dos programas que son gratuitos y de código abierto. Este software lo que nos muestra son las frecuencias de trabajo de nuestros componentes, el nivel de carga y la temperatura, entre otros datos.
Si buscas aplicaciones más sencillas de leer e interpretar, además de ofrecer más información, tenemos AIDA64. Adicionalmente, tenemos aplicaciones más concretas como CoreTemp o CPU-Z para ver los datos del procesador, o GPU-Z, para ver los datos de la tarjeta gráfica.

¿Cómo obtienen la información las aplicaciones para la monitorización?
A día de hoy los componentes llevan integrados termómetros digitales entre su circuitería. Esto es importante, ya que esto activa una serie de mecanismos automáticos en los que el componente baja su consumo de manera automática al llegar a cierta temperatura en concreto. Pues bien, estos son los que emiten también una serie de interrupciones para que el procesador a través del sistema operativo ponga en marcha los mecanismos de refrigeración correspondientes. Normalmente haciendo que los ventiladores empiecen a girar o lo hagan a mayor velocidad.
Estos sensores son realmente complejos y en el caso de un procesador no solamente hay uno, hay decenas de ellos, solo que la temperatura que normalmente se muestra para la detección de los programas y conocimiento de los usuarios son como mucho 3. En tarjetas gráficas pasa un poco igual, salvo que ciertos fabricantes están incluyendo ahora más sensores en puntos clave para que el usuario tenga un mayor control de lo que está pasando.
¿Qué rangos de temperatura son los óptimos?
Esto depende obviamente de tu hardware, pero sí que podemos darte en líneas generales la temperatura que no deberías sobrepasar en tus componentes de hardware (no obstante no lo tomes como algo «escrito en piedra» porque, como decimos, depende de la marca y el modelo de cada componente).
- Procesador: 80° C
- Tarjeta gráfica: 85° C
- Disco duro: 50° C
- SSD NVMe: 65° C
- Memoria RAM: 50° C
Los componentes de PC están diseñados para trabajar con bastante calor, y por ello suelen llevar en su mayoría disipadores para evitar sobrecalentamiento. No obstante, hay muchos motivos por los que puedan funcionar por encima de sus temperaturas recomendables, y es en esos momentos cuando los ventiladores se ponen a funcionar al máximo y el PC hace mucho ruido. De hecho, si los sistemas de refrigeración que tienes no dan abasto, es cuando se producen los apagones por temperatura en el PC.
Por este motivo, aunque un procesador pueda trabajar a 70 °C o incluso a más sin problemas, en realidad lo recomendable es que trabaje a cuanta menos temperatura mejor porque de esta manera tendrá una mayor vida útil, entregará un mejor rendimiento (al no producirse Thermal Throttling), y sus ventiladores harán menos ruido al no tener que funcionar tan rápido.
¿Qué hacer si el PC se calienta demasiado?
Lo primero que deberías hacer es comprobar el flujo de aire, especialmente que todos los ventiladores del equipo están funcionando (puede ser que alguno se haya estropeado y no esté funcionando, produciendo bolsas de aire caliente en el interior del PC). Ten en cuenta que debes tener un buen diseño de flujo de aire para optimizar las temperaturas, con uno o varios ventiladores delante metiendo aire fresco al interior de la caja, y otros ventiladores detrás (e incluso en el techo) sacando el aire caliente fuera.
Es decir, tiene que entrar aire fresco, por un lado, de la caja y salir aire caliente, por otro. Por lo que es importante que las rejillas de ventilación no se encuentren obstruidas en ningún momento. Así que poned la mano sobre los diferentes ventiladores y comprobad que se ha creado un circuito cerrado de aire frío y caliente.

Comprueba cómo están colocados los ventiladores
Esto tiene que ver directamente con el flujo de aire del ordenador, ya que puede ser que tengamos algún ventilador que no está colocado de forma correcta, no es algo común pero puede ser que por alguna casualidad hayamos colocado un ventilador de forma errónea. Esto causa que en vez de sacar el aire caliente e introducir aire frio haga una función completamente contraria, lo que puede resultar en una mayor temperatura dentro de la caja.
Por otra parte, una cosa que debemos tener en cuenta si tenemos una refrigeración líquida AIO es la zona donde se encuentra colocado el radiador junto con los ventiladores, si se encuentra en el techo de la caja o si por el contrario está incorporada en el panel frontal. Esto puede parecer que no, pero es bastante importante ya que si se encuentra localizada en la zona superior de la caja el flujo de aire es mucho mejor que si por el contrario se encuentra en la zona frontal.
Esto permitirá en parte solucionar los problemas de temperatura que puede tener tu ordenador, pero existen además otros factores que influyen a la hora de que nuestros componentes se sobrecalienten además del flujo de aire y el estado de los ventiladores.
Un error que cometen muchos usuarios es quitar la tapa de la caja para mejorar la refrigeración del equipo. Si hacemos esto, rompemos el flujo de aire que hemos creado y obtendremos justo el efecto contrario: una mayor temperatura de trabajo de todos los componentes. Además, al quitar la tapa, eliminamos la barrera natural del PC para evitar que la suciedad que circula por el ambiente entre al interior del equipo afectando así a los componentes y reduciendo su labor de refrigeración.
Haz una limpieza periódica del interior de tu ordenador
Si todo el flujo de aire parece estar bien y los ventiladores funcionan adecuadamente, entonces puede ser un buen momento para hacer una limpieza a fondo del interior de tu PC, ya que como sabes, el polvo que entra se convierte en hollín sólido que puede llegar a taponar las rejillas de ventilación. Nunca está de más hacer una buena limpieza al interior para asegurarte de que el flujo de aire funciona a su máximo potencial (y además probablemente así también reduzcas el ruido que hace el PC).
Al final la acumulación de polvo puede hacer que los ventiladores funcionen mucho peor de lo que deberían, ya que puede ser que no giren bien por la suciedad, ya que puede haber pelusas de hollín que directamente les impiden moverse como deberían. Si tu PC acumula mucha suciedad en el interior por el diseño de la caja, puedes optar por comprar mallas de protección y colocarlas en las entradas de aire del equipo.
Otra cosa que recomendamos para bajar la temperatura de tu PC tiene que ver con la gestión de los cables. Puede parecer una tontería, pero ayuda a las limpiezas periódicas que deberemos hacer para evitar las subidas de temperatura por la acumulación de polvo. Además de que tener los cables bien atados y colocados de forma correcta facilita mucho la instalación de nuevos componentes, ya que no tenemos que preocuparnos de las cosas que puede haber de por medio.
En este caso, si tenemos previsto cambiar la fuente de alimentación, podemos aprovechar y comprar una fuente modular donde únicamente conectar los cables que realmente vamos a utilizar para así evitar llenar el interior del PC con cables sueltos que no llegan a ningún lugar.
Cambiar la pasta térmica regularmente
Si tu problema es que el procesador se calienta demasiado, puede ser que el disipador no esté bien anclado, o incluso simplemente que sea el momento de cambiar la pasta térmica, dado que esta tiene cierto nivel de degradación, se solidifica y pierde sus propiedades, y hay que cambiarla cada cierto tiempo. Esto también aplica a la tarjeta gráfica, siempre y cuando sea este el componente que está provocando los problemas de temperatura.
Si utilizas el equipo a diario para jugar o para realizar tareas exigentes, es recomendable cambiar la pasta térmica como mínimo cada 12 meses. Pero, si lo utilizamos para navegar por Internet, escribir documentos, ver correos y poco más, podemos alargar la vida útil de la pasta térmica hasta 24 meses sin problemas. No podemos olvidarnos de la temperatura ambiente, ya que, cuanto más elevada sea, el tiempo para reemplazar la pasta térmica se reduce mientras que, si es baja, podemos estirar la vida útil de la pasta térmica incluso a 30 meses.
Ubicación del PC
También te recomendamos que consideres la ubicación física donde tienes la caja del PC: si la tienes en un hueco que no está bien ventilado (con suficiente espacio tanto por delante y detrás como por los lados) pueden estar produciéndose bolsas de aire caliente, lo cual provoca que el rendimiento térmico se vea mermado. Si es posible, la ubicación ideal de la caja del PC es encima de la mesa, y alejada como mínimo 10 centímetros de cualquier otra cosa. ¿Te acuerdas de las típicas meses de los años 90 que tenían un hueco para colocar el ordenador y donde apenas había espacio en los laterales? Ese es el diseño que debes evitar a toda costa.
Asegúrate además de no empotrar el PC a una pared, para que así el flujo de aire salga circule por todos los lados de la caja. Puede parece una tontería, pero hemos visto torres durar pocos años por la manía que hay de acercarlas a la pared e incluso encajonarlas en ciertos tipos de muebles. ¿Nuestro consejo? Huid de ellos.
No es recomendable tampoco que todos tus equipos estén juntos, es decir, si tienes opción, no pongas el router, la impresora, el NAS, el SAI y todos los dispositivos que tengas en el mismo punto, pues el flujo de aire será muy caliente en ese lugar, y ninguno será capaz de refrigerar. De hacer eso, intenta abrir la ventana de forma recurrente para intercambiar el aire, ya que al final la concentración de calor en un mismo punto es muy mala, no solo para nuestros equipos, sino también para nosotros.
Diseña el mejor flujo de aire posible
Hemos estado hablando del flujo de aire, ya que es una de las cosas más importantes que tiene un ordenador, y en este caso a la hora de diseñarlo no solo debemos tener en cuenta los ventiladores y demás como hemos mencionado anteriormente, sino que también es muy importante conocer si nuestra caja nos permite hacerlo. En ocasiones es posible que nuestra caja no sea demasiado grande, o que directamente no nos permita incorporar los suficientes ventiladores para eliminar la mayor cantidad de aire caliente de la caja obviamente es un problema.
En muchas cajas de gama baja podemos encontrar que por ejemplo los componentes no tienen el espacio suficiente como para poder ofrecer un flujo de aire correcto, algo que causa que las temperaturas dentro del chasis sean mucho más altas, deteriorando el resto del hardware y causando problemas relacionados con el calor. Este es uno de los principales motivos por los que siempre se recomienda que para configuraciones que tengan un rendimiento extremadamente alto nunca se escoja una caja que tiene un formato más pequeño, ya que limita mucho el funcionamiento del hardware.
Es por ello que si tenéis problemas de temperatura, no solo debéis mirar los propios componentes, su funcionamiento y demás, sino que también podéis comprobar si la caja que tenéis es capaz de eliminar el calor que generan los mismos, y si se concentra demasiado, utilizar otra que tenga una mejor refrigeración. Al final hay muchas causas por las que un PC tiene una temperatura más alta de la que debería, pero un flujo de aire mal diseñado o una caja que no ofrece el suficiente espacio para que el aire circule de forma correcta.
Comprueba los disipadores de CPU y GPU
Son las dos principales fuentes de calor y, por lo tanto, los principales componentes a fallar. Si tienes problemas de temperatura, es posible que o los disipadores o las AIO, no funcionen directamente, o que estén funcionando, pero haya acumulación de polvo hasta el punto de que el aire no llega a las aletas y en consecuencia no hay traspaso térmico posible.
Puede ser que el ventilador esté en mal estado, que el cable o el conector del mismo fallen, en general habría que hacer un diagnóstico completo de estos dos principales componentes. El tercero en discordia suele ser la fuente de alimentación. Un fallo en su sistema de refrigeración compromete a todo el PC, sobre todo cuando le exigimos, así que es un punto importante también a tener en cuenta.
Otras alternativas si el PC se calienta demasiado
Por supuesto, hay otras alternativas si tras comprobar e intentar todo lo anterior, el PC sigue sufriendo «calentones», aunque en este caso la mayoría implican tener que invertir dinero:
- Rediseñar el flujo de aire de la caja con más y/o mejores ventiladores.
- Cambiar de caja por una que tenga mejor refrigeración.
- Cambiar el disipador del procesador por uno mejor o incluso optar por un sistema de refrigeración líquida.
- Instalar o comprar un control de ventiladores para hacerlos funcionar a mayor velocidad.
En caso de optar por esta última opción, a día de hoy existen unidades muy económicas con una gran relación de rendimiento y precio. Podremos adquirir, como el ejemplo que os dejamos por aquí abajo, unos ventiladores de Corsair de gran calidad por muy poco, una forma muy sencilla de refrigerar nuestro PC sin gastar mucho y con una instalación mucho más sencilla que una refrigeración líquida u otro método.
En todo caso, si tu PC se calienta demasiado y sufres sobre temperatura, lo que está claro es que no puedes dejarlo así y tendrás que hacer algo al respecto, ya que de lo contrario podrías encontrarte en la tesitura de que estas temperaturas demasiado elevadas provocan averías, y al final sí que tendrás que pasar por caja y, además, estar un tiempo sin poder utilizar el PC hasta que lo soluciones. Como se suele decir, más vale prevenir que curar, y cuando el PC se calienta demasiado esto es todavía más cierto que nunca.
Por último, si nada de esto funciona, deberíamos pensar o bien en pasar a un sistema de refrigeración superior en gama y en precio, o bien optar por componentes de menor rendimiento y más frescos, siempre teniendo presente que hemos realizado undervolt antes a CPU y GPU, por ejemplo, lo cual no va a solucionar todos los problemas, pero los paliará y al menos verás que tu PC ya no se calienta tanto.