La llegada al mercado de los procesadores AMD Ryzen pilló desprevenidos a la gran mayoría de usuarios, por sus muy superiores prestaciones frente a los anteriores procesadores de arquitectura Bulldozer, y sus precios bastante asequibles a todos los bolsillos. Pero las diferencias de arquitecturas dentro de las distintas gamas hacen que no todos sean perfectos para cualquier tipo de tarea. En este artículo vamos a ver qué procesadores de las gamas AMD Ryzen 3, 5 o 7 son los más adecuados para qué tarea y qué tipo de sistema.
Como ya sabemos todos bien, la gama de procesadores AMD Ryzen está dividida en tres series independientes, cada una con sus propios modelos y capacidades. Esta diversificación es muy similar a la que emplea la propia Intel a la hora de dividir su gama de procesadores Core en Intel Core i3, Core i5, Core i7 y más recientemente, Core i9. Con lo cual, no sería nada de extrañar que, con los próximos AMD Ryzen 3000, pudiéramos asistir a la aparición de los procesadores AMD Ryzen 9.
También hay que tener en cuenta que, dentro de estas gamas también se encuentran las APU de la marca, que son procesadores que llevan una tarjeta gráfica integrada, que permite jugar a los usuarios con un nivel de rendimiento bastante aceptable en la gran mayoría de juegos modernos.
Comparativa de procesadores de la gama AMD Ryzen 3
Los procesadores de la gama más baja de AMD Ryzen son todos modelos con cuatro núcleos en los que no está implementada la tecnología SMT (Simultaneous Multi-Threading, el equivalente a la tecnología HyperThreading de Intel). Son, por tanto, procesadores que no son demasiado potentes pero que, el hecho de tener un TDP de solo 65 W, los hace una buena alternativa para ser empleados para tareas de oficina o de reproducción multimedia. Eso no quita que no podáis jugar con ellos, pero no son los más indicados para estos menesteres, desde luego.
Por desgracia, en esta serie en el paso desde la 1ª a la 2ª Generación solo se ha actualizado un procesador, el AMD Ryzen 3 2300X. Algo que por suerte no se ha repetido en el resto de series.
Las APU de esta serie son modelos que sí os van a permitir jugar con estos procesadores. Claro que, no os vayáis a suponer que van a tener la potencia suficiente como para desbancar a una tarjeta gráfica dedicada. Pero jugar sí so van a dejar bastante mejor que las iGPU que montan los procesadores Intel Core de escritorio, eso desde luego.
Comparativa de procesadores de la gama AMD Ryzen 5
La gama Ryzen 5 de AMD es la que está más poblada de modelos, dado que en ella aparecen 8 modelos normales, más otras dos APU. Es, desde luego, la gama de AMD que más éxito ha tenido entre los consumidores, tanto con la 1ª Generación de estos procesadores, como con la 2ª Generación de ellos. Y de todos ellos, los más populares siempre han sido los modelos AMD Ryzen 5 1600 y AMD Ryzen 5 2600.
El motivo de esta popularidad lo podemos localizar en sus precios bastante económicos, así como en el hecho de su disposición interna de la arquitectura. Así, los modelos más bajos de la gama, los AMD Ryzen 5 1400, 1500X y 2500X emplean la misma configuración de 4 núcleos que los de la gama AMD Ryzen 3, pero esta vez con el SMT activado en ellos, lo que incrementa bastante las posibilidades de estos procesadores a la hora de realizar trabajos más pesados. Pero, por otro lado, las joyas de la corona de esta gama son los modelos AMD Ryzen 5 1600, 1600X, 2600 y 2600X. Y es que estos procesadores son los primeros modelos de 6 núcleos con 12 hilos que llegaban al mercado de escritorio a unos precios muy razonables. Bastante más que los modelos de la gama HEDT de Intel (que, además, costaban un riñón y medio).
Por otro lado, las APU de esta serie sí son unos modelos bastante competentes. Especialmente, si se les hace overclock a la tarjeta gráfica integrada que llevan (las Vega 10), que las puede llegar al poner al nivel de las tarjetas gráficas dedicadas de las gamas más bajas de AMD o de NVIDIA. De hecho, son de las pocas gráficas integradas que son capaces de jugar a resolución 1080p con un nivel de detalle medio, algo que es todo un logro para este tipo de dispositivos.
Dicho esto, los procesadores AMD Ryzen 5 son modelos que son muy versátiles, en cuanto a que permiten jugar con bastante holgura a la gran mayoría de juegos actuales (especialmente los modelos de 6 núcleos y 12 hilos). Pero también permiten abordar tareas de diseño gráfico y edición de vídeo con ellos. Aunque para esto último, los procesadores AMD Ryzen 7 están mejor capacitados en dicha función.
Comparativa de procesadores de la gama AMD Ryzen 7
La gama AMD Ryzen 7 está considerada como la gama alta del segmento de escritorio para este fabricante. Mucho debió de sorprender a Intel en su momento cuando vieron como un procesador como el AMD Ryzen 7 1800X era capaz de superar en rendimiento a su todopoderoso Core i7-6900 por menos de la mitad del precio. En cualquier caso, los AMD Ryzen 7 son la segunda gama con menos modelos entre sus filas, teniendo tan solo 6 de ellos. Probablemente, debido a que AMD no consideró necesario renovar su procesador AMD Ryzen 7 1800X para la 2ª Generación con el núcleo Zen+, renovando solo los modelos inferiores.
Como tal, la gama Ryzen 7 de AMD son más procesadores para trabajar. No, no queremos decir que no rindan bien en juegos, que lo hacen excelentemente, las cosas como son. Sin embargo, el incremento de precio que hay entre los procesadores de la gama Ryzen 5 frente a los de la Ryzen 7, por solo tener un par más de núcleos con su correspondiente SMT activado (8 núcleos y 16 hilos) los hace más efectivos para realizar tareas que requieran muchos hilos de proceso trabajando de manera conjunta. Digamos que los Ryzen 7 siempre han sido una especie de «Workstation para pobres«. Pero es que en esas tareas propias de ese tipo de equipos, los Ryzen 7 se manejan como pez en el agua. Y son considerablemente más baratos (tanto el procesador, como la placa base como el disipador necesario para refrigerarlos) que los AMD Threadripper.
Hablando de los disipadores, algo donde AMD ha ganado por completo la partida a Intel es en el uso de los disipadores de serie que vienen con estos procesadores. No solo son bastante eficientes en su funcionamiento, sino que son capaces de refrigerar bien a unos niveles sonoros bastante inferiores a los chillones de Intel.