GIGABYTE Aorus RGB AIC NVMe: SSD PCIe de alto rendimiento con hasta 3480 MB/s
Los SSD están llegando a unas cotas de velocidad tan elevadas que dentro de poco tiempo tendrán que hacer uso de un mayor número de líneas PCIe para los NVMe o de una nueva interfaz que sustituya a SATA 6 GB/s. Hasta ese momento, compañías como GIGABYTE lanzarán productos como el que acaban de presentar, un SSD de alto rendimiento llamado Aorus RGB AIC NVMe basado en PCIe.
GIGABYTE Aorus RGB AIC NVMe: SSD, disipador y RGB en un dispositivo
Aunque la compañía dejó ver a este nuevo SSD en el CES 2019, es ahora cuando GIGABYTE lo presenta y pone a disposición de los usuarios. Dicho SSD incluye algunas novedades frente a la versión primigenia que se diseñó en su momento, donde adopta algunas mejoras interesantes.
Pero antes y comenzando por lo obvio, nos enfrentamos a un SSD en formato de controladora PCIe que hará uso de dicho puerto en su versión 3.0 ocupando 4 líneas, que además obtiene unas dimensiones bastante generosas y que son necesarias para su correcto funcionamiento.
Aunque físicamente sea igual que la versión presentada en enero, este modelo final incluye mejor rendimiento que la versión preliminar. Y es que en apenas 3 meses GIGABYTE ha conseguido mejorar la velocidad de escritura secuencial para su modelo final hasta alcanzar los 3080 MB/s, manteniendo eso sí la velocidad de lectura secuencial en los 3480 MB/s que se citaron en su día.
Este SSD llegará al mercado, como hemos indicado, bajo la interfaz PCI-Express 3.0 X4 a lo que hay que añadirle el pleno soporte para NVMe 1.3 y compatibilidad con TRIM & SMART.
Alto consumo y temperaturas a raya gracias a su disipador
Uno de los aspectos que nos ha llamado la atención ha sido el de su consumo, ya que éste está muy por encima de la media actual, sobre todo para dispositivos NVMe. Nos encontramos ante 6.2 vatios en lectura y 5.9 vatios en escritura, lo cual es sin duda un consumo alto si lo comparamos con algunos dispositivos de la competencia, pero al mismo tiempo no es extremo ni mucho menos.
Para que no sufra throttling, GIGABYTE ha dotado a este modelo final de dos disipadores de aluminio a modo de cubierta que tendrán contacto directo con los chips de memoria (BiCS3 TLC NAND) mediante dos thermal pads, uno delantero y otro trasero, asegurando que la temperatura no exceda el límite sugerido para la merma de rendimiento.
Estos thermal pads y disipadores también influyen en la temperatura resultante de su controladora Phison PS5012-E12, la cual es parte importante y crucial del rendimiento de esta unidad y su rendimiento, no en vano y gracias en parte a ella, se consiguen 610.000 IOPS en lecturas 4K aleatorias y 530000 IOPS en escrituras 4K aleatorias.
Este rendimiento y velocidades solo serán posibles en la versión de 1 TB, mientras que la versión de 512 GB verá reducidas sus cifras hasta los 3480 MB/s de lectura y 2100 MB/s de escritura o 510000 IOPS de escrituras aleatorias y 360000 IOPS de lecturas aleatorias respectivamente.
No podemos olvidar su sistema RGB, ya que un difusor acrílico dará vida mediante todo el borde del mismo a su sistema de iluminación Fusion RGB 2.0, compatible con muchos modelos de la marca.
En cuanto a su durabilidad, el modelo de 512 GB tendrá una resistencia nominal de 800 TBW, mientras que el modelo de 1 TB duplicará dicha cifra hasta los 1600 TBW, ambos como suele ser habitual en la marca con 5 años de garantía si no se llega a dichas cifras de TB escritos, lo que ocurra antes.
Por último y para terminar, GIGABYTE no ha especificado precios ni fecha de disponibilidad.