Muchos usarios se encuentran que, tras instalar su nuevo monitor, los colores se les ven desvaídos y sin fuerzas. Esto es algo normal, dado que los monitores no suelen venir bien calibrados de fábrica. Aunque, para intentar mitigar este problema, los fabricantes tienen lo que se llama «perfil ICM» (o perfil ICC) que puede ayudarnos a recuperar los colores del monitor sin demasiado esfuerzo.
El perfil ICM (Image Color Matching) o ICC (International Color Consortium) es, básicamente, el perfil de color que ha diseñado el fabricante para el monitor. Para ello, el fabricante ha cogido uno de los monitores de la cadena de montaje, ha analizado su espectro cromático y ha creado un perfil de color con el que podremos disfrutar (o eso al menos es lo que piensa el fabricante) cuando empleemos ese modelo exacto de monitor. De esta manera, no tenemos que utilizar un colorímetro para calibrar los colores del monitor para que sean los más reales posibles (aunque, para usuarios profesionales de la imagen, esa es la mejor opción).
Por definición, el perfil ICM del monitor es único y específico para ese modelo de monitor. Y, en el caso de tener otro monitor y se lo aplicamos, lo más probable es que se nos desconfigure todo el espacio de color de éste. Por tanto, este perfil ICM suele venir incluido dentro de los drivers que deberemos de instalar cuando conectemos el nuevo monitor a nuestro ordenador. También es conveniente saber que estos perfiles no dependen del sistema operativo que posea el ordenador al que se conecta el monitor. Da igual que sea Windows, Linux o MacOS.
Instalar el perfil ICM del monitor en Windows
Lo primero que haremos será ir a la pantalla de «Administración del Color» (podéis teclear ésto en la búsqueda de Windows).
Si tenéis varios monitores conectados al mismo ordenador, deberéis de repetir los siguientes pasos para cada uno de los monitores. En este caso, si presionáis sobre el menú desplegable de la parte superior, os saldrán todos los monitores que tenéis conectados a la tarjeta gráfica del equipo. Para saber en qué monitor vais a instalar el perfil ICM, podéis darle al botón «Identificar monitores«.
En ella, vamos a seleccionar la opción «Emplear mis ajustes para este equipo«.
Acto seguido, seleccionaremos la opción de «Añadir» y, en la pantalla que se desplegará, seleccionaremos «Buscar«.
Ahora, deberéis de ir a la carpeta donde está el driver del monitor, que previamente habremos descomprimido, y seleccionaremos el perfil ICM del monitor para el que estamos haciendo esta tarea.
Lo más probable es que, al hacer esto, los colores que tenéis en la pantalla, cambien ligeramente al aplicarse el perfil. Pero esto es así, porque el fabricante, desde el principio, había previsto que el monitor se viera tal y como lo estáis viendo vosotros en ese momento. Esto no significa que los colores sean auténticos al 100%, dado que para eso necesitaríamos calibrar nuestro monitor con un colorímetro profesional. Y, la verdad sea dicha que este tipo de aparatos son bastante caros y queda reducido su uso al ámbito profesional, donde realmente importa que la calibración del color que se ve en la imagen que está en pantalla, sea la más cercana a la realidad.
También es verdad que hay webs que se dedican a testar monitores que suelen poner sus propios perfiles ICM a disposición de los usuarios. Estos perfiles suelen tirar más bien hacia conseguir colores lo más reales posibles, dado que muchas veces se consiguen mediante colorímetros. Es una buena manera de tener ese tipo colores en nuestra pantalla.