Uno de los puntos clave a la hora de cambiar de monitor es que «el nuevo» cumpla con ciertos parámetros que queremos mejorar. Si bien es cierto que puede surgir debate en muchos puntos, otros usuarios valoran adquirir un monitor Ultrawide por sus dimensiones o resoluciones aun estando contentos con el que tienen. Entonces aflora la pregunta ¿qué es mejor elegir? ¿ultrawide o un segundo monitor?
¿Productividad u ocio?
Esa puede ser la pregunta real, las necesidades de cada uno van a marcar el devenir de nuestra elección, pero nunca está de más tener información relevante para ayudar a escoger o plantear otros puntos de vista.
Un monitor Ultrawide es toda aquella pantalla que tenga una relación de aspecto de 21:9, lo que le confiere una imagen similar a lo que encontramos en una sala de cine. Normalmente los tamaños oscilan entre 29 pulgadas y 35 pulgadas, con unas resoluciones comprendidas entre los 2560×1080 píxeles y los 3440×1440 píxeles.
Esto proporciona unas pantallas mucho más horizontales y en ocasiones, dependiendo del tamaño y la comparativa, pueden ser más grandes que dos pantallas unidas, pero con la ventaja de no tener unos marcos en el centro de la imagen.
Esto los hace perfectos para varias tareas: la principal es jugar, la sensación de inmersión en el juego es mayor (una pantalla más grande aumenta el efecto), la segunda tarea donde destacan es en el visionado de películas y es que si eres un cinéfilo este estilo de pantallas te vendrá como anillo al dedo.
Por último, para trabajar con ventanas verticales es una gozada, algo limitado eso sí, ya que con un par o tres de ellas se ocupa la pantalla.
Doble monitor ¿mayor productividad?
En cambio la opción de dos monitores viene enfocada a otro tipo de tareas. Si bien habría que tener en cuenta que tipo de monitores tenemos en mente, en cuanto a productividad se refiere, tendrían que ser dos monitores de mínimo 24 pulgadas para poder rivalizar contra un 29″ UW.
La pantalla útil sería bastante proporcional en ambos casos, pero a favor de la doble configuración siempre hay que recalcar que podríamos tener una pantalla en horizontal y otra en vertical si lo necesitásemos.
Este punto es muy importante a la hora de sacar el máximo beneficio a esta configuración doble, ya que hay personas que por motivos de trabajo tienen archivos muy extensos que se prolongan verticalmente demasiado. Entonces mantener una pantalla en horizontal y trabajar con la otra en vertical puede ser una ayuda enorme para sacar mayor rendimiento a nuestra configuración.
Dos monitores permiten dos tareas simultáneamente
En ocio, es útil si quieres mantener dos programas o dos navegadores abiertos al mismo tiempo y traerlos al frente, podríamos por ejemplo ver una película o nuestro programa/canal favorito a tamaño completo en un monitor mientras que en el otro tenemos abierto algún chat o software de trabajo.
Para finalizar, en el gaming también nos puede ser útil, podemos jugar en un monitor generando menos carga a la GPU mientras que en el otro podremos ver los comentarios de nuestro streaming (si lo hacemos claro) o podemos monitorizar el sistema en tiempo real o ver por webcam a otra persona/s.
Como hemos dicho al inicio de este artículo, nuestras necesidades van a ser determinantes a la hora de escoger entre las dos opciones, una vez decididos ya solo nos queda elegir el monitor que más se adapte a nuestro rendimiento o sistema.