En unos meses se celebra el 50º aniversario de la creación del gigante tecnológico, Intel. Desde su fundación, hace 50 años, Intel ha crecido desde ser una pequeña empresa dedicada al diseño de microchips, hasta ser la poseedora de la patente de la arquitectura x86 en la que se basan todos los procesadores para escritorio actuales.
Hace 50 años, Robert Noyce y Gordon Moore crearon la empresa Intel con un claro objetivo: preguntarse qué podría ser posible, imaginar, hacerse preguntas y hacer las cosas bien en pos de un mejor futuro. Y, aunque la fecha precisa de la creación de Intel es el 18 de julio de 1968, no está de más que veamos cuáles fueron los primeros años de existencia de esta compañía. A parte de plantearnos cómo ha conseguido llegar a ser el gigante azul.
Robert Noyce y Gordon Moore eran dos ingenieros que trabajaban en Fairchild Semiconductor. El hecho es que, Noyce es el inventor del circuito integrado (data del año 1959) que dio el pistoletazo de salida a toda la industria informática, tal y como hoy la conocemos. Sin embargo, de esa primera Intel saldrían dos patentes que cambiaría el mundo tal y como lo conocemos: la patente del primer chip de memoria SRAM (Static Random Access Memory) barato de fabricar y la de la arquitectura x86.
Los 50 años de historia de Intel nos dejan un gran número de innovaciones en todos los campos
Afincados inicialmente en unas oficinas en la ciudad de Mountain View, la empresa comenzó con 106 empleados, incluyendo sus dos fundadores. Sin embargo, el éxito en las ventas de la memoria Intel 301, su primer gran éxito comercial, les llevó, dos años después, a buscar un nuevo hogar. Este sería la actual localidad de Santa Clara, que es donde Intel sigue manteniendo sus oficinas principales a fecha de hoy. En aquellos tiempos, Intel ni siquiera tenía fábricas propias.
Pero el segundo cambio que revolucionó toda la industria fue la patente de la arquitectura x86. Y, sobre todo, su adopción en masa por las compañías que producían procesadores. Tal fue el éxito de esta patente, que se convirtió en el estándar para fabricar procesadores y sistemas operativos para su uso en el escritorio de los usuarios normales. Y es, de hecho, la arquitectura para la que están desarrollados los sistemas operativos Microsoft Windows (y todo su entorno), Apple MacOS y Linux (aunque de este último, hay versiones también para otro tipo de arquitecturas de procesador).
La Ley de Moore, postulada hace 50 años por su con-fundador, Gordon Moore, ha estado muy presente en el desarrollo de la compañía, especialmente en estos último años en que la miniaturización de los transistores se está llevando a tal extremo, que cada vez resulta más complicado bajar el nodo de fabricación.