A lo largo de nuestra vida tecnológica nos hemos encontrado con una gran cantidad de personas que nos han dicho cómo debemos tratar nuestro ordenador: si debemos mantenerlo apagado, suspendido o hibernado cuando no lo usamos. La verdad es que esto es bastante irritante, es por ello por lo que hemos decidido reunir todos los motivos para hacer una cosa u otra y que nadie pueda volver a decirnos cómo hacerlo. ¿Afectan a la esperanza de vida de nuestro ordenador?
Los diferentes estados en los que podemos tener nuestro ordenador
Antes de entrar en materia, vamos a definir los diferentes estados en los que podemos tener nuestro ordenador. El primer estado es el de encendido, cuando el ordenador está funcionando completamente y recibiendo toda la energía que necesita. Luego tenemos el contrapuesto, el apagado, que es cuando no recibe ningún tipo de energía.
Cuando suspendemos nuestro ordenador, todos los archivos y aplicaciones abiertos son transferidos a la RAM y el equipo entra en un modo de muy bajo consumo. Sigue consumiendo electricidad -aunque menos-, ya que la RAM solo puede mantener la información si recibe energía. Una vez sacas al ordenador de este estado, todo vuelve a la normalidad como si no hubiese pasado nada, ya que la RAM tarda muy poco en devolver los datos que guardaba.
El estado de hibernación en este estado, todos los archivos y aplicaciones abiertos se guardan en la unidad de arranque, en vez de en la RAM, y se apaga el ordenador. Esto puede hacerse ya que los HDD y los SSD no necesitan electricidad para mantener la información. Al contrario que cuando le damos a suspender el PC, al despertar de la hibernación, la vuelta puede tardar un poco más ya que los discos duros y unidades de estado sólido son más lentos.
Otro estado que podemos encontrar es la suspensión híbrida, que copia los archivos y programas abiertos en la RAM y en el disco duro, para después poner al ordenador en el mismo modo económico que cuando es suspendido. Con este modo evitamos perder los datos en el caso de que por algún casual se vaya la luz en casa o el portátil se quede sin batería.
¿En qué momento es más recomendable usar cada uno?
El modo de suspensión o suspensión híbrida es para aquellos momentos en los que dejemos de usar el ordenador durante un corto espacio de tiempo y necesitamos poder disponer de todo de la forma más rápida posible. Por ejemplo, cuando utilizamos un portátil y nos movemos de un lugar a otro de la oficina, universidad o casa.
La hibernación es para cuando dejamos de utilizar nuestro equipo durante un largo periodo de tiempo y queremos poder retomar nuestro trabajo sin tener que iniciar todo el sistema de nuevo. Este modo no gasta energía extra y es el más recomendado en términos de ahorro y eficiencia. Si tenemos el modo hibernación activado, tendremos siempre una cantidad de memoria reservada que equivale a la de los archivos y programas que estamos utilizando en este momento.
El tener que apagar o dejar encendido nuestro ordenador cuando no lo usamos, ya no es necesario que lo veamos en términos de durabilidad de los componentes porque estos son cada vez más resistentes. Actualmente la mejor opción si no quieres apagar el equipo es dejarlo hibernando o suspendido, así evitas que el único componente frágil se deteriore: los ventiladores. Por lo que el resto puede mirarse en términos de ahorro energético del hogar u oficina.