¿Es necesario un SAI en tu equipo? Ventajas e inconvenientes
Seguramente, todos vosotros conocerá lo que son los SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida), y sabrá que sirven para que si se va la luz, el equipo que tengamos conectado al dispositivo no se apague. Pero un SAI es mucho más que eso, y en este artículo os vamos a contar por qué creemos que debería de ser casi un imprescindible en cualquier equipo, aunque por supuesto también tiene ciertos inconvenientes.
¿Cómo funcionan los SAI?
Tenemos la premisa de que los SAI permiten que el equipo no sufra un apagón cuando se va la luz por el motivo que sea. El dispositivo cuenta con una batería interna y un sistema de bypass que “salta” cuando se corta la corriente, momento en el que todo lo que tengamos enchufado al SAI comenzará a consumir energía de la batería, dándonos autonomía suficiente como para volver a levantar los automáticos o, en el caso de que el corte de suministro eléctrico vaya para largo, poder apagar el equipo de forma segura, evitando así que se puedan estropear los componentes.
No todos los SAI funcionan así. Los hay que funcionan con bypass como os hemos explicado, y son éstos los que podríamos considerar “buenos”. Pero también los hay que están funcionando en batería siempre, recargándola de manera constante mientras tanto. Éstos tienen la desventaja de que la batería tiene un tiempo de vida bastante menor puesto que siempre está en uso, amén de que si nos pasamos de consumo el SAI saltará y el bypass se hará al revés: si nos pasamos de la potencia que el SAI soporta, se “saltará” la batería y funcionará a través de la corriente.
La manera de determinar si tenemos uno u otro tipo es forzando un corte de corriente (bajando el automático o simplemente desenchufando el SAI “a lo bruto” de la toma de corriente). Si cuando quitamos la corriente el SAI hace un ruido bastante alto de “clac”, seguido de cierto ruido eléctrico (es normal) es que ha saltado el bypass y tenemos del primer tipo. Si no lo hace, tenemos del tipo que siempre está funcionando a través de la batería.
A destacar también el hecho de que muchos SAI cuentan con un conector USB que va a nuestro PC, a través del cual podremos monitorizar los parámetros del sistema e incluso forzar pruebas, calcular costes de consumo, etc. Aquí podéis ver un ejemplo del software Powerchute, del fabricante APC (que, por cierto, me parece de los mejores; es una filial de la conocida marca Schneider).
Finalmente, otra de las ventajas de éstos dispositivos es que añaden una capa adicional de protecciones y filtros a nuestro equipo, asegurando que la energía le llega a nuestra fuente de alimentación en condiciones óptimas, si bien esto es algo que solo los de mejor calidad incorporan.
Cuidado con los tipos de conectores
Si tenéis pensado adquirir un SAI próximamente, tenéis que tener cuidado con el tipo de conectores. Generalmente, vais a querer comprar un SAI con conectores de tipo Schuko, o en otras palabras, con enchufes tradicionales. Aquí un ejemplo:
Pero ojo porque también hay dispositivos que tienen conectores tipo IEC, que para que nos entendamos el conector es como el que va a la fuente de alimentación de nuestro PC. Éste tipo de conector es más frecuente en el ámbito profesional y de servidores que en el doméstico, y por eso os digo que seguramente querréis uno con conectores de tipo Schuko convencionales. Aquí un ejemplo de SAI con conectores tipo IEC:
¿Cuáles son las desventajas de los SAI?
Para empezar, que son bastante caros. Es cierto que los hay de 30 euros, pero yo personalmente no conectaría mi ordenador a un SAI de baja calidad. Prefiero invertir en seguridad e irme a una marca de confianza, y no pagar solo por la potencia del dispositivo.
Por otro lado, al ser dispositivos con batería requieren mantenimiento. Normalmente cada 3-4 años a lo sumo deberemos cambiar la batería por una nueva para asegurar su óptimo funcionamiento. Yo me he encontrado en la tesitura de que un SAI de tres años dejó de funcionar, y cuando fui a revisarlo me encontré con que la batería estaba en mal estado, incluso perdiendo ácido, y me había dañado el mueble donde lo tenía. También tengo otro SAI (éste de mucha mejor calidad) que, tras casi cuatro años de funcionamiento, nunca le he cambiado la batería y todavía me da casi 20 minutos de autonomía con mi equipo sin problema.
Finalmente, también considero una desventaja que son dispositivos normalmente grandes y pesados, y a veces cuesta encontrarles un sitio donde ponerlos.