Ya sabéis que aunque fueron lanzados en Agosto, la disponibilidad de los procesadores Coffee Lake de Intel ha sido prácticamente nula, especialmente en los modelos tope de gama como el Core i7-8700 y Core i7-8700K. Y es que Intel ya avisaba de que habría escasez de procesadores hasta 2018, pero ellos mismos están tratando de paliar un poco éste problema habilitando una de sus fábricas para poder sacar un mayor volumen de procesadores al mercado en menos tiempo.
La verdad es que resulta extremadamente raro que un fabricante de la talla de Intel esté teniendo estos problemas, y ya no solo porque sea una empresa gigante, sino porque tiene sus propias fábricas y -casi- no tiene que depender de terceros para crear sus productos. Lo peor de todo es que Intel no ha realizado ninguna declaración oficial para explicar qué está pasando y por qué los usuarios no estamos pudiendo comprar procesadores de la nueva generación.
Afortunadamente, Intel tiene los medios para intentar paliar a medio plazo este problema, y ha anunciado mediante un PCN (Product Change Notification) que su nueva fábrica de Chengdu, en China, va a comenzar ya mismo a fabricante procesadores de octava generación, y concretamente los modelos Core i7-8700K, Core i7-8700, Core i5-8600K y Core i5-8400, los cuatro modelos que a día de hoy resulta casi imposible comprar. Así pues, se espera que hacia mediados del mes que viene empecemos a ver de nuevo stock en las tiendas de los nuevos procesadores Coffee Lake.
Como sabéis, Coffee Lake fue lanzado oficialmente en el mes de Agosto como respuesta a los procesadores Ryzen 5 de AMD de seis núcleos, pero parece ser que el lanzamiento fue demasiado prematuro puesto que no tenían stock para vender lo anunciado. Esperemos que la situación encuentre pronto una solución con esta nueva medida que han adoptado en la compañía.