Quizás el título sea mucho decir, pero en este artículo me vais a permitir la licencia de ser un poco soñador. Pero vamos por partes: el Premio Nobel de química de 2016 ha sido entregado a Jean Pierre Sauvage (Francia), J. Frasser Stoddart (Reino Unido) y Bernard Feringe (Holanda) por su trabajo en el campo de las máquinas moleculares. Ahora entramos en material, pero os adelantaré que esto puede ser la antesala de la creación de ordenadores moleculares, entre otras cosas.
El trabajo de estos tres científicos y que les ha llevado a ganar el Premio Nobel de Química de este año tiene que ver con su investigación de las máquinas moleculares y, con ello, de la nanotecnología. Estos tres han logrado unificar con éxito los campos de la química y la mecánica (que pertenece a la física), y el Nobel lo han ganado por el “diseño y síntesis de máquinas moleculares que pueden ser utilizadas en la creación y desarrollo de nuevos materiales y sistemas de almacenamiento de energía”, según dictaminó el jurado de los Nobel.
“Los premiados han logrado miniaturizar con éxito máquinas y han llevado a la química a nuevos horizontes, conduciendo los sistemas moleculares hasta estados en los que, al llenarse de energía, pueden controlarse sus movimientos”.
“El motor molecular está, a día de hoy, en la misma fase en la que el motor eléctrico se encontraba hacia 1830, cuando los científicos mostraban sus ruedas dentadas y manivelas sin saber que en el futuro eso crearía trenes, lavadoras y todo tipo de aparatos”.
Si nos ponemos en antecedentes, hay que decir que desde 2008 se sabe que muchas células vivas forman parte de sistemas conocidos como motores moleculares, o en otras palabras, se sabe que éstos motores o máquinas existen de manera natural en los seres vivos. Lo que estos tres científicos han logrado ha sido el sintetizar éstos de manera artificial y, aplicándoles energía, poder controlar los movimientos que hacen.
Ahora bien, y esto es lo que me hace soñar un poco con el futuro, es que el británico J. Frasser Stoddart ya fue capaz de crear un chip capaz de almacenar 20 KB de información. El uso y evolución de estos chips es lo que nos puede llevar el día de mañana a la creación de ordenadores y otras máquinas que funcionan gestionando la información a nivel molecular, de igual manera a como sucedió cuando se comenzó a utilizar transistores de silicio.
Más información en la web de los Premios Nobel.