Desde la aparición del factor de forma M.2, la gran mayoría de fabricantes se han limitado a utilizar su enorme ancho de banda para crear dispositivos de estado sólido o, como mucho, módulos combo WiFi + Bluetooth. Sin embargo M.2 es mucho más que eso, es simplemente un nuevo tipo de factor de forma que puede ser utilizado para muchos propósitos como éste que nos propone hoy Innodisk, quienes han presentado un nuevo módulo M.2 para proporcionar a los usuarios doble conectividad ethernet Gigabit utilizando interfaz USB 3.0.
El módulo M.2 que ha presentado Innodisk tiene por nombre EGUL-G101, y presenta dos interfaces Gigabit Ethernet de grado industrial que dan la posibilidad de realizar redundancia entre ambas, port trunking y link aggregation para velocidades de hasta 2 Gbps. Ésto se presenta en un módulo M.2 con dimensiones 22×60 mm que utiliza interfaz USB 3.0 (ya sabéis que M.2 es el factor de forma, y luego puede tener todo tipo de interfaces aunque las más utilizadas son PCI-Express y SATA), lo cual elimina la necesidad de drivers.
La interfaz USB 3.0 tiene muchas ventajas, empezando por la ya mencionada no necesidad de drivers, pero también destaca por proporcionar hasta 5 Gbps de ancho de banda, lo cual permite que hasta cuatro interfaces Gigabit Ethernet pudieran funcionar a su máxima tasa de transferencia sin cuellos de botella (Innodisk ha integrado dos interfaces, pero se podrían hasta 4 sin cuellos de botella. Una quinta ya daría seguramente alguna limitación).
Esto permite entre otras cosas que éstos módulos M.2 de Innodisk puedan ser utilizados tanto en entornos Windows como Linux, algo que hasta la fecha no es posible con interfaces PCI-Express (sin drivers, claro). Además, como hemos dicho la interfaz es de grado industrial, y por ello incorpora protecciones ESD, HiPot y contra cortocircuitos, de manera que puedan ser utilizados con seguridad en todo tipo de sistemas integrados.
El factor de forma M.2, un mundo lleno de posibilidades
Éste módulo de Innodisk es tan solo un ejemplo de lo que se puede hacer con este nuevo factor de forma que ha comenzado a utilizarse de manera generalizada hace bastante poco tiempo. Como hemos comentado antes, M.2 es tan solo el formato del dispositivo, que luego puede tener diferentes interfaces como USB 3.0, SATA o PCI-Express (podría tener otros pero serían más lentos) lo que permite un mundo lleno de posibilidades para los fabricantes. Es por ello que además de los habituales SSD y módulos combo WiFi + Bluetooth podremos ver una amplia variedad de productos a partir de ahora. Solo hay que dar tiempo a los ingenieros de los principales fabricantes a que diseñen nuevos componentes. Puestos a soñar, seguramente llegue el día en el que veamos tarjetas gráficas en módulos M.2, y si no, al tiempo.